Chu Wanning murió en la última batalla en el Lago Celestial. No pudo matar a TaXian-Jun al final y, en cambio, transmigró a su yo más joven junto con Mo Ran después de que este último se suicidara.
A Chu Wanning se le dio una segunda oportunidad par...
⚠ Advertencia⚠ El contenido de esta historia no es apto para todo publico, contiene violaci*n, sexo, violencia tipica a la canon, etc.
Y obviamente también habrá varios spoilers de la novela
La traducción es con el permiso del/la autor (a) original, no se olviden de ir a apoyarla en AO3!
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Sin más que decir, pueden empezar su lectura. ヾ(^▽^*)))
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Chu Wanning sabía que había llegado su momento.
Había visto a tanta gente, amigos y enemigos, marcharse ante él, de forma natural o antinatural. Durante el reinado de TaXian-Jun, la muerte se había convertido en un fenómeno menos temible, incluso en un final bienvenido para aquellos que sufrieron mucho tiempo en manos del Emperador.
Por otra parte, Chu Wanning se negó a ver morir a sus discípulos restantes antes que él. Esto fue lo último que pudo hacer por Xue Meng. Esta fue la última vez que lo salvó. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de compartir una palabra de despedida.
Convocar a Jiu'ge había tomado todo lo que tenía, y había frustrado el gran plan de TaXian-Jun una vez más, pero Chu Wanning todavía tenía que hacer algo. Todavía no podía morir. Él podría hacerlo. Él debe hacerlo.
Mo Ran saltó ligeramente sobre la barrera, sus ojos negros y morados emitieron tanto furia como deleite. Chu Wanning había mirado a este par de ojos millones de veces, en muchas ocasiones a lo largo de estos años. Y, sin embargo, en el último momento, sintió que nunca había mirado realmente a los ojos de Mo Ran, a su alma. ¿Cuántas cosas se han dejado sin decir entre ellos? Si tan solo, ah, si tan solo...
Chu Wanning cerró los ojos, sus pestañas temblaban. Cuando volvió a abrir los ojos, endureció su resolución.
"Mo Ran, acércate". dijo, sus dedos estaban tocando el guqin en las cuerdas previstas, listo para lanzar su ataque final. Sí, esto era lo último que tenía que hacer. Tenía que matar a TaXian-Jun. Entonces, finalmente podría morir.
A decir verdad, Chu Wanning no esperaba que Mo Ran se acercara. Habría sido más fácil si no se le acercara obedientemente, pero sorprendentemente lo hizo. El pecho de Chu Wanning se apretó. Los ojos negros se clavaron en los suyos, como si lo desafiaran. ¿Qué harás tú, Chu Wanning? Ahora que ya sabes la verdad, sabes que este hombre antes que tú había sido manipulado sin piedad por un autor intelectual desconocido y convertido en un títere asesino, ¿aún podrás soportar matarlo?
