Sonríe Para Mi

3 | Stephany

-Octubre 20, 2022-

—¡Mamá, ¿Has visto unos audífonos blancos un poco dañados?—. Grito preguntando mientras bajaba las escaleras.

—Deben estar en la mesa de la sala.

—Gracias—. Se acomodo los zapatos que gracias a correr por las escaleras se le habían salido.

Un marco de aproximadamente 2 metros dividía la sala del resto de la planta principal. Stephany fue caminando mientras que revisaba su teléfono en espera de una notificación de aquella persona que pensaba amar. «Aún no me ah mandado mensaje, ¿le debería mandar yo? No, el ya me dijo que no lo moleste ah estas horas».

—Steph mira—. Su pequeña hermana de 9 años le enseñaba un lindo dibujo que acababa de terminar.

—Esta muy lindo Flor—. Posó su mano sobre la pequeña cabeza de su hermana.—De casualidad, ¿No has visto unos audífonos blancos?—. Dio un vistazo a la pequeña mesa de la sala.

—Si, los dejé en la librería.

—Gracias Flor—. En un segundo ya tenia los audífonos en su mano, para evitar perderlo decidió guardarlo en su mochila de una vez.

La madre de las niñas aparecía por detrás de ellas mientras sostenía una pequeña lonchera y un billete de $50.—Tomen niñas, ya es hora de que se vayan, su padre las está esperando en el auto.

—Gracias má—. Tomo las cosas, agarro a Flor de la mano y las dos salieron de la casa.

—Cuídense, hoy van a tener que regresar solas, tengo que ir con su tía a ver unos asuntos—. Las despidió con la mano.

—Adiós mamá—. Dijo la tierna voz de Flor.

—Ok, nos vemos en la tarde, bye.

Enfrente de la casa las esperaba un coche gris, un Hyndai 2022, de aspecto limpio, se veía en perfectas condiciones, no era de extrañar pues no tenía más de un año de ser comprado. Stephany Abrió la puerta trasera del lado derecho para que su hermana entrará, cuando ya lo había echo ella se subió a la parte del copiloto.

—Hola pá—. Prendió su teléfono para conectarse vía Bluetooth al auto.

—Hola hija, pónganse el cinturón para ya irnos—. Dijo mientras prendía el auto.

—Si pá, Flor acomoda la lonchera, no queremos que se caiga el agua de vuelta—. La vio de reojo.

—Si, ya la acomode. Pon la canción que me gusta.

—¿Esta?—. Reprodujo "Vicious" de Sabrina Carpenter, canción que últimamente Stephany reproducía mucho.

—¡Si!

El resto del transcurso hacia la escuela de Flor fue rápido, a pesar del trafico que era usual en la CDMX. La familia de Stephany no era rica, pero era acomodada, se podían dar el lujo de vivir cerca de las escuelas prestigiosas de la zona.

—Ven, vamos Flor—. Bajo del auto esperando que su hermana igual lo hiciera.

—Voy—. Bajo rápidamente y tomo la cálida mano de su hermana.