Capitulo 12

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Carne putrefacta.

Si alguien alguna vez se había preguntado cómo olía una manada enojada y molesta, era esto. Ni la leche agria habitual ni la comida podrida, ni la basura ni el humo del cigarrillo.

Carne podrida, decadencia humana, como un cadáver dejado al sol durante días.

En retrospectiva, Jin estaba muy contento de que Yoongi hubiera mantenido limpia su explicación anoche. Incluso su nariz se habría dado cuenta de esto y lo habría enviado a un ataque de pánico. La única razón por la que Jin no tenía arcadas por el olor era porque se había acostumbrado durante los veinte minutos que habían estado en su habitación.

Se habían reunido en su habitación, menos Yoongi, a quien habían dejado durmiendo en la cama de Jungkook. Jin les había contado sobre Yoongi, sobre lo que había pasado, sobre todo y ahora...

Este no era el tipo de tensión que se puede cortar con un cuchillo, este era el tipo de tensión que era como una pared de ladrillos. El tipo de tensión que se sentía como si alguien te estuviera asfixiando. Y lo peor de todo es que no tenían forma de dirigir su ira.

No estaban enojados el uno con el otro, no, estaban enojados con una situación, con una persona, a la que no tenían forma de llegar. Así que la tensión aumentó, haciéndole difícil respirar.

Jin estaba apoyado contra la puerta de la habitación, con los brazos cruzados sobre el pecho, vigilando con cautela a todos sus novios. Todos tenían los ojos vidriosos, lágrimas de frustración por una situación sobre la que no tienen poder. Las cabezas se inclinaron pensativamente, aferrándose una a la otra.

Namjoon estaba sentado en la silla del escritorio de Jin, Hoseok parado detrás de él. Los maknaes estaban sentados en la cama con las piernas levantadas.

"No puedo creer que haya dicho todas esas cosas". Jimin rechinó, tirando de Jungkook hacia su pecho en un abrazo posesivo, protegiéndolo de un hombre que estaba a una década de distancia. "¿De qué maldito siglo era él?"

Jungkook hizo un pequeño ruido en la parte posterior de su garganta, clavando sus uñas en los brazos de Jimin. Jin se relajó un poco, sabiendo que al menos Jungkook encontró algo de consuelo. Le dolió ver las pequeñas lágrimas rodando por su mejilla.

Maldito hombre de las cavernas. Taehyung murmuró sombríamente, acurrucándose con Jimin y Jungkook. "Joder, incluso los hombres de las cavernas eran amables, hay como pinturas rupestres para probarlo".

"¿Podemos por favor dejar de hablar del imbécil?" Hoseok dijo. Estaba pasando sus manos por el cabello de Namjoon, pero Jin no estaba del todo seguro si era para consolar al omega o a sí mismo. Probablemente ambos.

"Él solo estaba..." Jin negó con la cabeza. "Estaba aterrorizado de estar solo. Estaba aterrorizado de que yo lo dejara. No es como Namjoon y Kook se molestan, no, simplemente aterrorizados por la idea de que lo dejaría. Incluso cuando me inclinaba un poco hacia otro lado, se asustaba".

Hubo murmullos oscuros, pequeñas maldiciones, todos enojados al pensar que este hombre había lastimado tanto a Yoongi.

"Debe haber estado tomando pastillas, ¿verdad?" Dijo Jungkook, con voz pequeña mientras apartaba la cara del cuello de Jimin. "¿Supresores y bloqueadores de olores? Nos habríamos dado cuenta de lo contrario".

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