037. Este año.

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Reforzando algo que no quiere

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Reforzando algo que no quiere. Así ha estado Hoseok los últimos días del año que cataloga como el peor de toda su vida.

Sus encuentros constantes con Areum han sido fatales para su salud mental. Sólo se siente culpable y no entiende qué le sucede. Areum es una mujer hermosa. Es completamente su tipo y tiene un sentido del humor aplastante, de esos que le encantan. Pero sus besos..., sus besos no le abrigan el cuerpo, no siente nada. La excitación sexual es la simple caída en sus instintos más primitivos, y emocionalmente lo agota.

La mujer se ha ido hace unas horas. Han pasado juntos la bienvenida al año y su cumpleaños número veintiocho. Borrachos, enloquecidos y fingiendo ser felices como si se tratase de una relación que Hoseok sabe que no va a ninguna parte. Tiene el pecho presionado con fuerza. Con una delicada llama que no quiere apagarse y que lamentablemente no está encendida por ella.

—No lo sé, ¿no? —responde a la cuestión de Namjoon acerca de sus sentimientos por Areum, a través de llamada por audio para que evite ver sus ojos enrojecidos de resaca y frustración—. No sé qué sucede, en realidad. Supongo que tengo que continuar conociéndola. Tal vez... surja algo o qué se yo.

Te estás acostando con ella —afirma Namjoon. Hoseok asiente, aunque no pueda verlo, impresionado por cómo suena una acción que jamás pensó que ejercería—. Estás teniendo sexo sin compromiso —añade con algo de gracia en la voz—. Impropio de ti. Pero estoy orgulloso.

—¿Orgulloso?

Hobi, no te ofendas, pero eres el hombre hetero más mojigato que he conocido en toda mi vida.

—No soy —Hoseok arruga el entrecejo— mojigato, ni nada de eso. Sólo nunca he tenido la oportunidad de hacer algo así. Estuve casado diez años, ¿se te olvida?

Seis.

—Es igual, dios. Diez años con la misma persona.

Ya, pero, volviendo al tema, ¿qué caso tiene pensarlo tanto? Continúa tirando con ella y ya. Tal vez salga algo y sino, pues bien. Ya tienes veintiocho años, piensa como gente grande.

—Lo haces sonar muy sencillo. —Hoseok lanza un bufido, cayendo de espaldas contra su sofá.

Es así de sencillo, amigo mío. —Unos segundos de silencio que son interrumpidos por Namjoon una vez más—. Cuando una persona te gusta, te gusta y ya, no hay explicación. Tú sólo... piensas tanto en ella que terminas cayendo redondito sin darte cuenta. Después ya no puedes parar. —Hoseok retorna su mirada culpable a la pantalla que sólo muestra el nombre de Namjoon—. No tienes que decidirlo ahora. Y está bien si no es así. Y si te complica mucho, dile y pregunta, ya sabes, las cuentas claras conservan la amistad.

—No parece del tipo de chica que vaya a gustarle alguien como yo para tener una relación a largo plazo.

Pero si tú eres increíble, ¿de qué hablas? —Namjoon se ríe con incredulidad—. Además, va hasta tu casa cuando vive casi al otro lado de la ciudad, ¿crees que no le gustas siquiera un poquito? Encima cualquiera mataría por estar contigo. Hasta yo.

—Idiota, no digas esas cosas, tu novio puede escucharte.

Mi novio está aquí —dice Namjoon con suma normalidad—. Saluda, amor. —Un lejano y suave «hola» se escucha del otro lado—. Tenemos una relación sana, Hobi. Las parejas hablan de esas cosas. Ocultar sólo ensombrece y arruina todo a largo plazo.

Se siente atacado. Aunque Namjoon lo dice de manera positiva y con el fin de ayudarlo. Hoseok traga pensando en cómo contarle que ha estado viendo a Yoongi casi todo el tiempo hasta hace unas semanas. Que lo ha besado. Y, peor, que le ha gustado. Que en lugar de pensar en las curvas de Areum entre sus sábanas, piensa en los felinos ojos de Yoongi todo el día.

—Eso suena bien. —Hoseok sonríe a medias con algo de tristeza por el simple pensamiento repentino de Min Yoongi—. Creo que me voy a dormir.

¿Tan temprano?

—No tengo nada más que hacer. —Se encoge de hombros una vez más, poniéndose de pie para estirarse—. Además, tú deberías estar durmiendo, allá es de madrugada.

La noche es joven.

—Y yo viejo. Así que me voy. Buenas noches.

Bien... Aquí estaré por si me necesitas ¿sí?

—Gracias, Nam. Te quiero mucho.

Yo más. Que descanses.

Se abriga un poco más para salir al balcón unos minutos, como cada noche. Es uno de sus tantos viernes sin Yoongi. La presión en su pecho es demasiado molesta. Lo extraña. Extraña la amistad que tenían y sus salidas a sitios donde él jamás habría ido. Extraña su sonrisa de dientes pequeños. Extraña su aroma a perfume dulce y cigarrillos.

No sabe cómo volver a hablarle. Si pedir perdón por su actitud tajante en el trabajo. Por no aceptar las salidas ocasionales a almorzar que Yoongi ya se ha cansado de pedir. O simplemente fingir que no ha sucedido nada para continuar con la relación cercana que mantenían sin problema. ¿Qué tan sano es hacer eso? No está seguro. Ni siquiera está seguro de haber tenido una relación saludable en su vida. Siempre está constantemente ahuyentando a todo el mundo de su lado. Apenas entiende por qué Namjoon continúa junto a él.

De lo único que está seguro es que el asunto de Areum debe acabar de una vez por todas. Entonces le envía un mensaje.

 Entonces le envía un mensaje

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Dulces de humo ✎ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora