Cap 32 - Deciciones

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Piero: Te golpearía hasta matarte... *Se para* Pero no lo haré.

Camilo: Igual, no te conviene. *Sonrisa*

M Camilo: Ai no! Sácate diablito del pensamiento. SHU SHU. SHUU!!

Ban: Oigan oigan, mejor calmarnos. No le echemos leña al fuego, soy una persona pacífica...

Piero: *Mira con indiferencia y se va*

Ban: Camilo... No te sientas mal...

Camilo: Eres el único que no ha salido corriendo, se que soy un moustro.

Ban: Ehh, supongo que lo de Valeria fue algo del destino...

Camilo: Yo de verdad me siento culpable por no protegerla!

Ban: Todos nos sentimos culpables desde el día que desapareció. No te debería hechar toda la culpa. *Abraza*

Camilo: *le sigue el abrazo* Gracias Esteban...

Ban: No hay de que... Bueno ahora sí, voy por ese wuebon de Piero *se dirige a la puerta* Deberías dormir y despejar tu mente!

*Sale*

Ban: Bueno... Algo de miedo si te tengo *susurro* Estephanie!

Estephanie: Di-dime Ban.

Ban: Sabes a dónde se fue ese Piero?

Estephanie: Se que salió, pero no ví a dónde iba.

Mirabel: Esteban, que sucedió? Por qué están con los ojos hinchados.

Ban: Mirabelita, no te deberías meter en más problemas, ve a descansar.

Mirabel: No, soy la dueña de este lugar, así que díganme qué sucedió.

Estephanie: Ya sabemos la verdad Mirabel...

Mirabel: La... Verdad?

Ban: Si... Sobre Valeria y eso...

Mirabel: Disculpen por no haberles dicho nada, pero sabía que algo como esto podía pasar.

Ban: Te entendemos, a final de cuentas, nadie de nosotros tiene la culpa.

Estephanie: José, ya no llores...

Ban: Mira, ahorita tenemos que buscar a nuestro amigo. El está muy chocado por todas estas noticias.

Mirabel: Entiendo.

Estephanie: Gracias por la acogida, pero creo que no vamos a poder vivir todos juntos...

Mirabel: No se preocupen por eso, mañana mismo le diré a mi hermana.

Ban: Gracias por todo.

Mirabel: *asiente*

Ban: Encárgate de José, sabes que el es sensible a este tipo de cosas.

Estephanie: Si, ahora me encargo de el.

Ban: *se pone un casaca y sale*

Estephanie: Ya deja de llorar, te vas a desmayar imbécil.

Recordemos que es de noche, póngale... 10:45.

Ban: *piensa* Todo está muy oscuro
*😥* y no me conozco este lugar al cien porciento.

*Viento helado*

Ban: *piensa* Debe ser la mamá de Camilo preocupada.

Ban: Piero!!! Dónde rayos te has metido... Parezco loco haciendo esto.

*En la casa Madrigal*

Alejandro: Adultos infantiles *puff* Ni que la hubieran degollado... Mega aburrido es estar aca con ustedes todo el tiempo.

Recordemos que Camilo no le contó a nadie que Alejandro fue el culpable.

Antonio: Sigue siendo el mismo niño pesado y tonto...

Alejandro: Cállate chismoso.

Bruno: Ya, dejen de pelear o vayanse a sus cuartos. Camilo... Sabías que esto pasaría.

Camilo: Por que toda mi vida es una desgracia!

Bruno: No digas eso, ya te he dicho, vive tu vida. No la malgastes llorando.

Alejandro: Que llore el niño.

Bruno: Shh.

Camilo: Eres un odioso, Alejandro.

Alejandro: Tu y yo nunca nos llevaremos bien, lo sabes.

Camilo: Cuando sigas creciendo te darás cuenta de muchas cosas que no ves ahora.

Alejandro: Como sea, no necesito palabras de la vida, de una persona con una vida acabada.

Antonio: Tu te vas conmigo *lo jala del brazo*

Alejandro: Suéltame enano sin barba.

Antonio: No te voy a soltar bocanegra.

Bruno: Como sea Camilo, intenta a volver a ser feliz e intenta que las cosas pequeñas no te afecten tanto.

Camilo: Creeme que lo intento, tío...

Bruno: *suspira*

Antonio: Ahora si, me llevo a este pesado.

Alejandro: Adiós Camilo *risita*

*Lo saca a la fuerza*

Antonio: Eres un niño muy malo, y mira que te estoy teniendo compasión.

Alejandro: Ajá y por qué?

Antonio: Me lo contó un pajarito *se acerca a su oreja* Así que no mientas...

Alejandro: Estúpido don que tienes.

Antonio: Ni que el tuyo fuera tan relevante.

Alejandro: *enojado* Bueno, de todos modos, ya viste que nadie le creyó a tu hermanito... Así que tuuu, no serás la excepción.

Antonio: Ni en este tipo de momentos puedes estar calladito.

Alejandro: Aburres tío ANTONIO.

Antonio: Cierto, soy tu tío.

Alejandro: Ajá, pero yo te veo como un completo idiota.

Antonio: Tengo unas ganas de romperte la cara.

Alejandro: Así? inténtalo...

Antonio: Chaito... *Se va*

Alejandro: *piensa* Maldito pajarito. *Aprieta los puños* Por tu culpa, Antonio ya lo sabe...

*En otra parte*

Mariano: Por alguna extraña razón me siento tan contento...

Piero: *pasa caminando*

Mariano: *piensa* Ese no es uno de los que están en la casa Madrigal?

Piero: *se le cae lo de la mochila* Ahg, perfecto, lo que me faltaba. *Se agacha*

Mariano: *se acerca* Por que tan enfadado?

Piero: No metas tu osico en lo que no te importa.

Mariano: Umm. Por lo que veo, algo muy malo a pasado.

Piero: *piensa* Este imbécil...

Mariano: A dónde te diriges?

Piero: *se acuerda que no sabe a dónde va ir* *suspira* No lo sé.

Mariano: Así que caminando a altas horas de la noche y sin rumbo?

Piero: A que va esta conversación?

Mariano: Lo que pasa, es que soy una persona muy bondadosa, y al igual que la familia Madrigal, yo también ayudo a los jóvenes perdidos.

Piero: *piensa* Un poco de desconfianza me da... Pero no tengo otra opción si es que no quiero morir de hipotermia... Pero difinitovamente no regreso a esa casa.

Mariano: Así que... Que dices?

Piero: Bu-bueno, guíame.

Mariano: *sonrie* Claro... Solo sígueme.

Una Forma De Cambiar // El CambiaformasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora