Parte I

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Cuándo escuchamos la palabra detective, de manera inmediata nos imaginamos a una persona con un semblante serio, con una aura que transmite autoridad, pensamos en una persona que es muy observadora y analítica. Y tiende a ser desconfiado y dudar incluso de su propia sombra.

Si. Todos pensamos en alguien así, pero Sunghoon no entraba para nada en esa descripción.  Él era un jóven detective poco común. Claro que era muy inteligente y sabía hacer bien su trabajo. Si. Pero, ¿Cómo explicarlo?

Sunghoon era un chico que no sabía mantenerse serio por mucho tiempo. Era un chico algo imperactivo. Sobre todo alegre; tenía una sonrisa y personalidad que sabía animar a las personas. Disfrutaba ser amable con los demás y nada lo hacía más feliz que hacerse amigo de las personas que conocía.  Era una persona cariñosa que expresaba sus sentimientos sin ningún filtro.

Él trabajaba como detective privado en un despacho de abogados en Naju, una ciudad en la provincia de Jeolla del Sur, Corea del Sur. Su trabajo era investigar hechos de las personas solicitadas por el cliente, para después hacer un informe que puede ser requerido en un tribunal de justicia.

Tenía un trabajo interesante, pero las investigaciones que hacía no eran la gran cosa. La más importante que llegó a hacer, fue la de un hombre que no quería darle pensión a sus hijos ya que, según no tenía dinero. Durante la investigación descubrió que tenía un empleo dónde ganaba más de lo que había imaginado, y de alguna manera había logrado vivir sin pagar impuestos ni algún otro servicio. Incluso descubrió que había tenido hijos con otras mujeres a las cuales tampoco ayudaba económicamente. Obviamente el hombre terminó en la cárcel por evasión de impuestos y de sus responsabilidades.

Pero, fuera de eso, todo era tranquilo.

Durante las últimas semanas, no tuvo mucho trabajo en la oficina y tampoco le molestaba eso. Pero, a veces deseaba que pasaran cosas más interesantes, no por nada dedicó muchos años de estudio a esto.

El día de hoy había salido temprano. De nuevo, no tenía mucho trabajo. Sin embargo, eso no le impidió disfrutar de un hermoso día de verano por la tarde.

Si, era demasiado positivo.

Mientras se dirigía a su casa, vio una pequeña heladería a la cual decidió entrar sin pensarlo. Si algo podía hacer este día mejor, era un buen cono de helado de fresa.

No había dado ni dos pasos fuera de aquella tienda, cuándo en un pequeño descuido - por ver a unos niños jugando - terminó esparciendo todo su helado en la blusa de una chica que corrió con la suerte de estar en el lugar y el momento equivocado.

— ¡Oh por Dios! ¡Cuánto lo siento!, déjame ayudarte - en un triste intento de ayudar a limpiar la blusa de la chica, comenzó a tallar la mancha con la misma manga de su camisa esparciendola aún más.

— Agradezco t-tu ayuda, pero solo lo e-estas empeorando más... - levanto la mirada y co lo avergonzada que estaba la chica frente a él.  Se veía algo tímida e insegura.

Se reincorporó apenado por la situación-. De verdad lo siento mucho, no era mi intención que tu blusa terminara así.  ¡Te lo voy a pagar! ¿Era nueva? No importa, yo tuve la culpa y debo hacerme responsable. ¿Cuánto te debo? ¿O prefieres que te compré otra cosa? - habló tan rápido que apenas y dejó que ella entendiera todo lo que le decía. Intentaba mirarla a la cara, pero ella lo evitaba. Tenía demasiada vergüenza.

— Solo déjalo así, quieres? Nos estas avergonzado a ambos. No importa, es sólo una blusa - si, solo era su blusa favorita.

Sunghoon se dio cuenta de que habían atraído la atención de las personas que estaban cerca de ellos. La chica debía sentirse muy mal.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2022 ⏰

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En busca de tu amor; Park Sunghoon (ENHYPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora