¡Despejen!
Ahí estoy en la sala de reanimación haciendo todo lo posible para sacar a la persona de la camilla del paro cardiorrespiratorio.
Cada vez que me enfrento a una situación como esta, me pongo en el lugar de la familia o de las personas que esperan por él o ella. Pienso que si me enfrento en una circunstancia similar, me gustaría que hicieran hasta lo imposible por mi ser querido y doy todo de mí.
-Bien hecho Alex - me dicen mis compañeros.
Siento hacia ellos en agradecimiento.
-Procuren mantenerlo monitorizado y cualquier cosa me buscan, por favor.
Salgo de allí agitada por la adrenalina del momento en dirección a la residencia médica.
Cuando abro la puerta me encuentro a Thomas y Alice en pleno acto sexual.
- ¡Mierda! – reacción que tuvimos los tres apenas abrí la puerta y pillarlos in fraganti. Retrocedí el paso avanzado y volví a cerrar la puerta para darles su espacio.
- ¡Alex perdón! - Me grita Tomás desde adentro - ¡Qué vergüenza!
Sin aguantarlo más comienzo a reír recordando las caras de terror con las que me miraron. Los ojitos de horror en sus caras será algo que difícilmente se me borrarán de la mente.
Sigo a la espera que me abran la puerta para poder entrar, lo haría, pero ya tuvieron suficiente con tremenda escena que me acaban de dar y para no avergonzarlos más decido darles su espacio.
Le doy pequeños toques a la puerta.
-¿Puedo ingresar ahora?- digo con toco burlesco.
En ese momento se abre lentamente mostrándome a una Alice completamente roja.
Paso por su lado mientras me siento en el sillón que está al final de la sala y al tiempo que escucho el click de la puerta.
Me quedo un buen rato en silencio mirando a los dos tórtolos con una ceja levantada esperando que me digan algo.
-¿Y? ¿Cómo estuvo? Espero no haberlos interrumpido y que hayan podido lleg... - fue todo lo que alcancé a decir antes de sentir un cojín sobre mi cara.
-¡Ni se te ocurra burlarte Alexandra! – me dice un Tomás avergonzado.
-¿Qué quieres que haga? ¿Qué llore? – digo mientras me carcajeo.
En ese momento suena un intercomunicador.
-Yo mejor me retiro, me necesitan en Pediatría- dice Alice saliendo rápidamente del cuarto.
-Salvada por la campana- agrego mirando al chico frente a mí- nosotros vamos a conversar en casa Thomas O'Connor y te voy a acusar con tu mamá contándole como su casto hijo trabaja por la noche.
- No seas ridícula Alexandra Williams – me mira indignado- siempre te he tapado todas las cagadas que haces.
- Dime alguna – mirando en mi muñeca un inexistente reloj- te espero.
- Estúpida – dicen mientras se va acercando a mí – detesto no odiarte.
No me doy cuenta cuando se me acerca aún más y empieza a hacerme cosquillas.
-Su...¡Suéltame! - intento articular palabra, pero me es imposible.
-Te querías burlar de mi...
-¡Me voy a mear Thomas! Déjame... - digo cuando empiezo a empujarlo para que me suelte.
Al ver lo desesperada que estaba me deja y tiende su mano para que me levante del suelo. No sé en qué momento llegué ahí.
-¿Alice? Pensé que era algo pasajero, no me habías dicho nada que seguías viéndola- lo acuso entrecerrando mis ojos.
Pasa sus manos su pelo castaño dejándolo totalmente desordenado.
-Igual pensé que era algo pasajero, pero me sigue buscando y no le puedo decir que no- me mira con cara de desesperación intentando buscar ayuda de mi parte.
Suspiro.
-¿Ahora resulta que no le puedes decir que no? No le eches la culpa porque tú también lo quieres o no reaccionarias ante ella. Honestamente creo que te gusta, pero no como el resto.
-No vayas por ahí alex, sabes que no estoy para relaciones y menos ahora que mi carrera va en ascenso -vuelve a alborotar su pelo con sus manos.
- Deja de preocuparte tanto -le digo mientras me acerco a buscar una manzana que está sobre la mesa- deja que las cosas sigan su flujo, si hablas con ella te va a entender hombre.
Con Thomas nos conocemos de toda una vida. Él es mayor que yo por 2 años y es el hijo de la mejor amiga de mi madre, es por eso que nuestra confianza va más allá de una simple amistad. Él ha sido un pilar fundamental en mi vida, así como yo del suyo. Nos contamos absolutamente todo y nos hemos apoyado desde que salimos de nuestras casas para empezar a vivir juntos. Jamás hemos tenido algo amoroso, porque ninguno se ve como pareja del otro. Somos dos hermanos de distintas madres o hermanos de la vida, como siempre decimos. Tuvimos la dicha de estudiar lo mismo y quedar trabajando en el mismo lugar donde realizamos nuestras prácticas y bueno, aquí estamos.
- Ok, dejando de lado todo lo que acaba de pasar- me río recibiendo una dura mirada de su parte- ¿Te enteraste que llega otro médico de planta?
Lo miro negando con la cabeza al tiempo que sigo comiendo mi manzana.
-¿Por qué debería enterarme? Todos los días llegan y se van- aclaro sin tomarle mucha importancia
Thomas me mira divertido.
-Entiendo que te sientas segura aquí Alex, pero sabes perfectamente que andaban buscando a alguien con más experiencia en Urgencia- me aclara.
Hace un tiempo me habían hecho saber eso. Aclararon que no era nada contra mí porque hacía bien mi trabajo, no obstante, un poco de experiencia igual me podía ayudar a crecer y les di ese punto. Amo que vengan personas con trayectoria para aprender del resto.
-Lo sé – suspiro – es tiempo de trabajar. No todos tenemos la dicha de un rapidito para liberar estrés en la sala de descanso.
Cuando cierro la puerta escucho como algo golpea el otro lado de la madera. Me imaginé que Tomy reaccionaria con violencia.
-Dra Williams la estaba buscando- llega a mi lado la enfermera del box de cirugía.
-Para que soy buena Natalia y solo dime Alex- la miro con simpatía.
Si hay algo que realmente valoro es el personal que forma este grupo multidisciplinario, sobre todo al personal de enfermería y paramédicos. Sin ellos, no lograríamos resultados óptimos con nuestros pacientes.
-Hay un paciente en mi box que se ha complicado y...
-¡Natalia! el paciente ya está siendo atendido por un médico, no te preocupes– se acerca otra enfermera de turno, a la que reconozco.
- Johanna se supone que hay dos médicos de turno y el otro está en una cirugía de emergencia. ¿Quién está con su paciente? – me entrometo en su conversación.
- El Dr Alessandro...
- ¿Quién es él? – le pregunto a Johanna.
- Al parecer es quien te viene a quitar el puesto Alex – se ríe la enfermera a mi lado.
Me acerco para ver quién es el famosillo que ha llegado, y lo que veo me deja con la mandíbula en el suelo.
¿Creen en la reencarnación de los Dioses del Olimpo? Yo ahora sí.
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Under Pressure
Teen Fiction- ¿Quién es él? - le pregunto a Johanna. - Al parecer es quien te viene a quitar el puesto Alex - se ríe la enfermera a mi lado. 📍Historia completamente mia. 📍Todos ficticios.