𝐊𝐚𝐳𝐮𝐡𝐚 || Love Book [EDITANDO]

k.os one

Rodee el ambiente con mi presencia, a un lado de Kazuha. Ambos yacíamos en una gran roca a la vista de un cálido sol del atardecer. Tal como le gustaba a él.
Se tapaba los ojos con su antebrazo, recostado mientras soplaba el viento.
Me propuse a sentar y recuperar mis energías luego de un buen tiempo al estar merodeando por ahí, es un gran pasatiempo el cual he decidido copiar al anterior nombrado, no lo negaba.

Divisé cómo la brisa movía mis cabellos c/c suavemente, logrando una sensación de relajación en cada parte de mi cuerpo, y propagando una pesadez en mis párpados que se volvían somnolientos.

Supe que hacia calor pero no tanta como para que me dé una insolación ahí mismo.
No me gustaba mucho el verano, eso implicaba que no me gustaba el sol. Y justo estábamos en contacto directo con el. Solo que era claro que su máximo esplendor se esfumó hace unas horas.

Pero siendo sincera, poco me importaba pensar sobre eso, debido que voy con el chico de hebras blancas; quien me ha robado más de un suspiro alguna vez.
Para mi, todo estaría bien a su lado.

Bostecé y moví la cabeza, perezosa. Posé la mirada en él. Probablemente mis pupilas estén brillando bobamente, y una sonrisa se comenzara a entrever con descaro en mi iluminado rostro bajo la luz del ocaso, ¿se dará cuenta algún día?

"Era lindo"

"No"

"No era lindo"

"Era quizás la persona más hermosa que haya visto"

No quiero imaginar que estoy exagerando.
Y tampoco me percaté con respecto al tiempo que me permití admirando a Kazuha, el chico que amaba.
Él me sacó de mis pensamientos.
—¿Qué ocurre? Tengo algo en la cara?

Mis mejillas se calentaron rápidamente y tornaron una rojez notoria, así que me digné a desviar mi vista, avergonzada; mientras mi pecho se oprimía.
—No, nada. Tranquilo.

Soltó una risita burlesca, a la vez que se acercaba a mi, casi quedando hombro con hombro. Me miró por unos segundos, para posteriormente fijar sus iris en nuestro paisaje.
—El clima está bueno como para caminar sin rumbo, junto a ti, y mi espada.

Divisamos una pareja de pajaritos frente nuestro. Sus plumas combinaban entre sí, creando un hermoso espacio; en donde probablemente solo te enfocabas en su cariño mutuo y única sintonía. Era realmente puro, según yo.

Mi mente se nubló de un momento a otro, me obstruyó la fatiga y próxima adrenalina. Empujándome a hablar sin pensar, y de algo que me podría arrepentir en un futuro.
—Oye, Kazuha...

El albino asintió emitiendo un sonido, indicando que continuara. Veíamos juntos a los animales irse volando a la par, con nulos problemas.
—¿Sabes? Creo que de verdad me gusta pasar tiempo contigo. —dije, abrazando mis piernas y escondiendo mi rostro detrás de ellas.

—A mi también me agrada pasar tiempo contigo. —vocalizó.
Al principio, no pareció haber procesado bien la información, pero luego—con un pequeño sonrojo—correspondió.

—Pienso que realmente, quiero besarte.

Abrí los ojos como platos.
¿Qué acabo de hacer?
¡Se suponía que iba a omitir esa parte!

—¿Es..en serio? — Esta vez, Kazuha quedó serio y atónito. Supuse que estaba sorprendido al igual que yo.

Al pasar unos minutos, que para los dos fueron eternos. Decidí romper el hielo.
—Lo siento, no quería incomodarte. —entrecerré los ojos tristemente, ahora viéndolo directo.

Kazuha no emitía palabra, sus pómulos tomaron una colorida peste rosada que se extendía hasta sus orejas, y resaltaba por culpa de su claro cabello.
El tosió un poco, nervioso; para aclarar su garganta.
—No te preocupes, está bien. —me dijo, comprensivo.

Seguí mirándolo, y arquee las cejas con confusión.
¿Acaso iba a decir otra cosa, pero algo lo retenía?

Es como si hubiera leído sus pensamientos. El albino habló otra vez. Pero esta era diferente, se sentía diferente.
—Yo quiero besarte igualmente, (...).

"Podría explotar en este momento"
Mi corazón palpitaba muy rápido. Demasiado rápido.
¿Él dijo lo que acaba de decir? Y con ese tono...
Escondí mi cara, la vergüenza se apoderó por completo y el razonamiento se me hacía escaso.

Respiré hondo, recuperando mi cabeza al pasar el mareo persistente.
—No digas eso... —murmuré sonriente, deslizando las manos por mi rostro; para cesar con ese estruendosa tiñes roja que atacaba a mis mejillas de forma penosa.

—No te tapes... —rió con ternura, queriendo tomar de mis muñecas y lograr alejarlas para verme directamente a los ojos.

Lo dejé. Y sin protestas, acepte que moviera mis extremidades como él quisiera.
A lo que levanté y esfumé la mayor parte de mi rubor, conectando con sus sensatos rubíes.

Él tenia una sonrisa de idiota enamorado, lo entiendo y recuerdo como la palma de mi mano. Regresándome al momento en donde intercambiamos miradas y palabras, para finalmente besar mis nudillos, cuyo acto me pudo derretir cuerpo y alma.

Kazuha tomó delicadamente mi rostro, como si fuera porcelana. Lo acerco al suyo, experimentando el tiempo lento, igualados al encubrimiento del ocaso.
Coloqué mis manos apoyándome en la roca, guiándome en sus pensamientos, para luego juntar nuestros labios y expresarlos en un dulce beso.

Dime, Kazuha. ¿Esto es tan cálido como el crepúsculo chocando en nuestros armoniosos latidos?

ᭃ Holaa, he decidido editar este libro después de un tiempo ya que he encontrado algunos errores en varios temas y escrituras. Por ahora tendré solo el primer capítulo, y sinceramente me demoraré en completar los otros debido a mis otras ocupaciones. Pero espero les siga gustando.
¡Muchas gracias por el apoyo y sus lecturas, que tengan un lindo día!