capítulo 8

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-Entonces...Lucca reserva la sala privada en el billar para mañana en la noche, nos encontramos ahí a las 7:30 pm, celebramos la iniciación de Eitan entre nosotros y a las 10:00 pm vamos a las fiesta de la prepa, Hally se queda en mi casa, así que nosotras nos vamos a las 2:00 am

- Yo me voy con ustedes. Dijo Addison  

- Ok, tu vienes con nosotras y los demás, ven hasta que hora se quedan. Termina de explicar Ashlie mientras tomamos un helado en el centro comercial.

- Jack va a recoger a su novia a las 9:30 pm para luego encontrarnos en la fiesta. Recordó Lucca

- Si y la llevaré de vuelta a la 1:00 am.

- Pero es muy temprano. Reclama Hally

- Sí pero no puedo regresarla muy tarde...luego de llevarla, vuelvo a la fiesta y me quedo con ustedes.

- Perfecto. Dice emocionada

-Todo resuelto; duerman bien, porque mañana será una noche loca.

- ¡Esa es la actitud! Celebra Lucca ante el comentario.

- Bien chicos nos vemos mañana, tengo que ir a ver que me pondré. Se despide Ashlie y Hally la acompaña.

- ¡Mañana las quiero ver sexis! Grita Lucca cuando estas se encuentran a cierta distancia, voltean, levantan los pulgares y responden al unísono.

- ¡Siempre nos vemos sexis!

5 minutos después todos nos despedimos, decido regresar a casa caminando para compensar un poco que ayer no fui al gimnasio; hacer los deberes acompañado es de gran ayuda, si le quitamos las horas perdidas que pasamos jugando.

Aproveché el momento a solas para despejar mi mente, estos 6 últimos meses estuvieron cargados de adrenalina y diversión, hice todo lo que planee, excepto por un gran detalle, lo hice acompañado, esto logró que sea más reconfortante; tener personas a tu lado para compartir y disfrutar los buenos momentos, es mucho mejor que hacerlo solo.

Tengo un objetivo y el camino hacia la meta planeado desde el principio, pero al destino le gusta jugar con mis palabras, cambiando el transcurso de las cosas, poniéndome obstáculos o comodines disfrazados, nunca sé cuál es cual, pero el punto es arriesgarse y saber decidir, muchas veces me equivoco pero las cosas pasan por algo, de los errores se aprende y las oportunidades solo están una vez en la vida.

Los conocí porque eran lo que necesitaba, se cruzaron en mi camino para recordarme que aún soy joven y sin saberlo me ofrecieron la oportunidad de volver a vivir como tal, fue mi decisión dejarlos entrar en mi vida; lo dudé, no tengo intención de involucrar personas en mi mundo de dolor, pero tampoco tengo el valor de alejarlos, amigos así solo pueden ser un comodín, y aunque suene como una chica, disfruto cada momento a su lado.

Recordé lo que es vivir el momento y créanme, el dicho de…no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, para mí solo significa una cosa, has las cosas cuando se te ocurran, no las dejes para después, porque puede que nunca las hagas ya que… o se te olvidan o simplemente luego ya no puedes hacerlas, porque mueres, o el banco con todo el dinero ahorrado para las vacaciones quebró y te quedas sin dinero y sin vacaciones (pero no hay que entrar en detalles) el punto es que nunca sabes lo que va a pasar, entonces, ¿cuál es la razón para no hacer las cosas cuando tienes tiempo? Me pregunte esto miles de veces y termine cediendo, ahora vivo él momento junto a mis amigos y vaya que es intenso.

Desde lo más “inofensivo” como jugar paintball; suena divertido, pero no lo es cuando sientes las pinches balas de pintura chocar tu cuerpo, el traje te protege pero cuando tienen amigos tan pendejos que te disparan de distancias pequeñas duele como la mierda. O subirse a un juego en un simple parque de diversiones; no me enorgullece decir que vomité al salir de “caídlibre” y es que estar en ese  hermoso juego me hiso sentir que si no moría de leucemia sería de un paro cardiaco, pero de cierta forma me ayudó, ya que cuando nos tiramos en paracaídas  estuve más tranquilo, no es la misma sensación pero si es parecida y estoy seguro de que, si no subía antes a ese maldito juego me hubiera desmayado y no hubiera disfrutado del proceso, claro que al no ser un experimentado nos tiramos con acompañantes, aunque no es lindo que un desconocido escuche tus gritos desesperados o te vea llorar, pero sin ellos no podríamos disfrutar de algo tan…único. No fueron las mejores experiencias de mi vida, pero…las volvería a hacer.

Lo que gocé en realidad fue “Ala delta” un deporte extremo maravilloso, que te da la posibilidad de disfrutar la sensación maravillosa de prácticamente volar, la vista, el aire fresco y puro; ese si fue uno de los mejores momentos de mi vida (si dejo de lado el aterrizaje).

Me arriesgue y gané amigos y  experiencias inolvidable.

Muchas veces no estamos seguros de dar el paso, tenemos miedo de equivocarnos y luego arrepentimos de lo que hicimos, pero nunca sabes que va a pasar si no lo intentas, arriesga; un minuto de sufrimiento por mil años de felicidad, no esperes saber que valía la pena para arrepentirte por no haberlo hecho en su momento.

IRREMEDIABLE DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora