Lazos de sangre ©

☽|Capítulo 4|☾

"LA LLEGADA"
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𝐌𝐞𝐠𝐚𝐧

─¿A dónde vamos? ─Dice Elizabeth, que está al lado mío, después de estar en silencio todo este tiempo.

─Eso no se lo podemos decir ─Dice en un tono molesto la primera chica que nos habló, creo que no le caemos bien.

─Hasta no estar seguras no podemos decir nada, son la reglas  ─Nos explicar la chica que nos dijo que las sigamos.

─¿Al menos podemos saber sus nombres? ─Preguntó mientras pateó una piedra.

─Eso tampoco podemos decirlo ─Dice otra chica de pelo rubio largo y lo tiene atado, tiene ojos marrones, es de mi estatura.

No decimos nada más y seguimos caminado por un rato hasta que veo una estructura de una academia muy parecida a la de un castillo, con muchas ventanas la mayoría tienen las luces apagadas, por fuera está iluminado, hay un muy amplio terreno con pasto cortado muy prolijo que tiene diferentes caminos de piedra uno de los caminos de piedra llega hasta la entrada principal donde hay una reja enorme que decía algo en lo que no me fijé.

Nos adentramos al terreno después de que la reja se abra, siento una sensación extraña pero reconfortante miro a Elí que está al lado mío y ella me devuelve la mirada y asiente con la cabeza como si leyera mi mente y después miramos a los collares pero decidimos no decir nada.

Entramos al lugar y lo primero que veo es que es muy amplio y al igual que afuera todo es de piedra y esta muy bien cuidado e iluminado, el piso es de madera y hay estantes con libros y lo que supongo que son emblemas pero no alcanzó a ver bien, también hay sillones y mesas ratonas.

No nos quedamos mucho tiempo para estudiar a detalle el lugar por que seguimos por un amplio pasillo también bien iluminado y cuidado, con paredes de piedra y con una alfombra roja. Doblamos a la izquierda y subimos una escalera que también tenían una alfombra, seguimos caminando hasta frenar al frente de una puerta, la chica de que parece no odiarnos toca la puerta y escuchamos un "adelante" la chica abre la puerta y al entrar vemos que la habitación esta bien iluminada hay un armario y unos libreros en el centro de la habitación hay una escritorio y destras de el esta una mujer de pelo castaño y un poco largo de color marrón, sus ojos era de color miel.

─Señoritas ─Dijo dirigiéndose a nosotras dos y con una sonrisa ─Las estaba esperando, tomen asiento por favor, déjenos a solas por favor ─Esto últimos lo dijo dirigiéndose a las chicas que nos escoltaron hasta acá.

Ellas solo asistieron con la cabeza y sin decir nada más se fueron cerrando la puerta. Nosotras nos giramos hacia persona que teníamos en frente nuestro, estuve a punto de hablar pero ella se me adelanto

─Antes que nada déjenme presentarme, soy Miranda Priford directora de este lugar y según tengo informado ustedes son Megan y Elizabeth Arlor ─Dijo mirando a cada una.

─Usted es la persona que mi abuela nombra en su carta ─Dice Elizabeth mirándola.

─Así es ─Responde asintiendo con la cabeza.

─¿Sabía que esto pasaría? ─Cuestiono.

─Eventualmente, si ─Dice muy serena.

─¿Y no hizo nada? ─Cuestiona un poco brusca mi hermana.

─Les advertí a su madre y a su abuela los riesgos que conllevaría irse, pero lo hicieron de todos modos y yo no puedo interferir en las decisiones de otros ─Nos explicó.

─¿Qué es este lugar? ─Pregunto.

─Este lugar, es la Academía señoritas y si ustedes desean pueden quedarse aquí, pero si lo hacen deben tener en cuenta ciertas cosa ─Advirtió mirándonos.