Antes del amanecer

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One Shot para el intercambio de San Valentín del Club de lectura de Fanfiction.
Con mucho cariño para Monse-Michaelis, espero te guste.

Advertencias: Mención de muerte de personaje. Tristeza. Melancolía.




Sanzo había despertado a mitad de la noche.

Normalmente eso significaría que había un montón de demonios afuera del hostal o que alguien los estaba atacando y para este punto ya debería de haber gente gritando y corriendo afuera y alguna casa en llamas, pero todo estaba tranquilo y lo único que se escuchaba eran los ronquidos de Gojyo.

Molesto por estar despierto sin motivo volvió a cerrar los ojos intentando conciliar el sueño, pasaron minutos sin resultado y rindiéndose a volver a dormir soltó un gruñido y se sentó en la cama.

Era su primera noche en ese lugar y habían conseguido una habitación lo bastante grande con tres camas y un sofá para que los cuatro durmieran juntos.

Hakkai, tan silencioso como siempre, compartía cama con Hakuryyu. Gojyo dormía a pierna suelta en el sillón – pues había perdido en el piedra papel o tijera – y la cama de Goku era, como siempre, un revoltijo de sábanas.

Sanzo se levantó y caminó hasta esta última, jamás lo admitiría en voz alta pero le gustaba ver a Goku dormir.

Lastimosamente la cama estaba vacía y una corriente de aire frío hizo que Sanzo se diera cuenta de que la ventana estaba abierta.

Sanzo chasqueo la lengua con molestia, hace un par de días que habían tenido el encuentro con ese yokai que cuidaba pájaros carroñeros y desde entonces Goku había actuado extraño: demasiado ausente, demasiado pensativo.

Nadie preguntó nada y cuando el problema fue resuelto todos pensaron que Goku olvidaría lo que sea que le estuviera molestando y volvería a ser el niño ruidoso y hambriento de siempre. Así que con eso en mente e ignorando el hecho de que Goku estaba afuera en una noche tan helada, Sanzo cerró la ventana.

Desde que inicio su viaje junto con Sanzo, Gojyo y Hakkai habían pasado por decenas de pueblos, habían conocido un montón de gente e incluso a algunos yokai que aún no eran afectados por el aura demoniaca, que se hacía más fuerte cuánto más se acercaban al oeste.

Dejando el desierto atrás y entrando a una región con mayor verdor el pequeño pueblo de Miura les dio la bienvenida para hacerse de provisiones y descansar.

Goku podía decir abiertamente que era uno de sus lugares favoritos hasta ahora, el pueblo era lindo, pero lo que más le gustaba eran los alrededores. Miura estaba rodeado de bosque, montañas a lo lejos y un lago que en conjunto con los árboles llenos de flores regalaban unas vistas preciosas. Cómo la que estaba observando en ese momento: un cielo despejado y lleno de estrellas, la luna brillando con intensidad y reflejándose en la tranquila superficie del lago que solo era interrumpida por la ocasional caída de flores moradas que se desprendían de las jacarandas de alrededor.

Sentado en una de las ramas de una de ellas, tuvo la sensación de haber estado en un lugar parecido hace mucho tiempo y obedeciendo un impulso cerró los ojos intentando recordar. Dejo de percibir el viento helado y en cambio sintió la cálida brisa de el viento acariciarle el rostro una tarde de primavera, el césped debajo de sus manos, flores de cerezo cayendo alrededor y alguien diciendo su nombre.

Goku”

Abrió los ojos de golpe ¿Qué había sido eso?

Claramente había escuchado a alguien llamándolo, sus ojos se aguaron por qué no recordaba que nadie dijera su nombre así: con tanto cariño y calidez. Ese tono… había sido como…

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