Capitulo IV: Cuarto regaló.

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04 de febrero, 04 regalo

En sus sueños le decía que lo amaba, pero eran sueños, ¿no? Había estado enamorado de Potter desde cuarto año, cuando dijieron que el león iba a estar en el Torneo de los Tres Magos casi se desmaya. Estaba enojado y desesperado, enojado con el cáliz por elegir a Harry y desesperado por qué no podía hacer nada, que tu enemigo de la vida te ayude de nada, iba a parecer muy falso.

Y los malditos broches que hizo no ayudaron en nada, aveces su ego era una mierda, especialmente en temas amorosos.

Se despertó por el sol que le pegaba en los ojos, era de mañana, así que debía ir a clases, cuando se sentó en la cama observó algo muy extraño. Rosas en su habitación, era un ramo muy grande, las rosas eran hermosas a su parecer, recuerda que de pequeño le encantaba ir a la gran reserva de flores que tenía su madre en Malfoy manor. Agarro las rosas y noto que estás era recién cortadas, unas dos o tres horas de haberse cortado.  Tomo la nota que como siempre es muy notable.

Espero que te gusten, están recién cortadas, para alegrarte el día.

J

Sonrió, está persona sabía sus gustos a la perfección, eso le gustaba. Se acercó a las rosas y las olió, olían delicioso.

Cosa que sorprendió a todos en Hogwarts es que ese día el rubio no molesto a nadie, o hizo alguna queja, era como si alguien de pronto subió su felicidad al límite ese mismo día.

Y sólo un león sabía la razón y en parte eso le alegraba demasiado.

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