Arrepentirme

20/12/2030 23:47

Lágrimas deslizándose por mis mejillas, no podía entender nada que me rodeara, solo mis ojos húmedos y gruesas lágrimas recorriendo mi rostro hasta llegar a su fin, el final. Una fuerte presión en mi pecho, una imagen en mi mente. El vivo arrepentimiento en cada poro de mi piel. Cada momento del día, cada minuto y cada segundo, todo me recordaba que todo había sido mi culpa.

Yo podría haberlo evitado.

De verdad intentaba convencerme, necesitaba echarme la culpa.

Se repetía constantemente esa imagen, aterradora como un bucle, como una pesadilla. Mi abuela llamándome por teléfono muchas veces -fuiste una estúpida-, yo ignorándola, yo yéndome con mis amigas, mi madre llamándome, yo cogiendo el teléfono y las palabras que hicieron que eso, ese mismo momento, quedara en mi mente, para siempre.

Recordando esa absurda pelea, aquella quedada improvisada y mi idiotez ante mis acciones, esa mala noticia. Con la imagen de mi abuela en esa habitación, tan limpia y tan vacía, ella tan presente y tan lejos. No pude hacer más que dormirme, me hice una pelota ahogándome en mis propias lamentaciones, con lágrimas en mis ojos y con una última oración en mi mente.

Todo es mi culpa.

20/12/2030 7:01

Me despierto con el sonido de ese estúpido aparato -el despertador- , noto que mi cara está húmeda, tengo todos los músculos tensos, pero, sin embargo, no sé por qué. Por alguna razón, no quiero ir a la escuela, tengo un mal presentimiento, pero aun así decido ir a darle los buenos días a la abuela.

Llego al salón, la encuentro sentada en su hamaca mientras hace punto. Al verme pone cara de disgusto.

Conociéndola va a reñirme por no estar lista para ir a la escuela.

-Si no te preparas llegarás tarde y suspenderás por no atender.

Mi primer impulso es empezar una discusión -ya soy mayorcita-, pero de nuevo, por alguna razón, no lo hago.

-Hoy no iré, no me encuentro muy bien. Me quedaré y te ayudaré en todo lo que necesites.

Teniendo en cuenta que era una mentira, la abuela no dice nada, seguramente sabiendo que habría un motivo oculto.

-Muy bien, entonces me ayudarás a limpiar la casa, después podremos hacer lo que tu quieras.

-Vale, pero me tienes que prometer que más tarde haremos todo lo que quiera sin escusas -se lo digo cruzándome de brazos, dando a entender que no es una negociación.

-Claro que si sonríe ampliamente-. Pero primero lo primero.

Pasamos toda la mañana limpiado la cocina, el salón y las habitaciones. Después le propuse jugar a un juego de esos que había en casa de hacía como unos 15 años.

No podía evitar pasarlo bien con mi abuelita, siempre tenía algún chiste o anécdota divertida de cuando ella era joven.

-Puedes cambiar la canción si quieres, pon alguna que te guste -me dice mientras tira el dado- a ver si me pongo a la moda.

-Vale -digo mientras me levanto y cojo mi teléfono- esta me gusta mucho -ella se gira a mirarme- se llama "Un gran arrepentimiento".

La letra y la melodía comienzan a inundar la estancia, yo me distraigo escuchando la letra. Mi abuela también está muy atenta, estamos en silencio hasta que llega una frase que dice: "El peor arrepentimiento es arrepentirse de lo que no pudiste evitar".

-Niña -me dice la abuela- ¿tú entiendes lo que dice? -Yo asiento, ella sigue- No lo creo, arrepentirse es una cosa habitual en las personas, hay algunos arrepentimientos más fuertes que otros, algunos como no haber comprado ese vestido cuando tuviste la oportunidad, o comerte en último trozo de pizza sabiendo que engordarás. Siempre pensamos que tenemos la culpa de muchas cosas, pero realmente hay cosas que no podemos evitar, como la muerte de alguien a quien quieres.