Anoche estuve toda la noche hasta las cinco de la madrugada hablando sin parar con Kian, ambos estuvimos a gusto y cómodos, hablando sin parar sobre mil temas diferentes y contándonos mil anécdotas de nuestras vidas. Hemos ido conociendo algunas cosas más del otro que no nos habíamos contado antes y algunos gustos que hemos descubierto y que tenemos en común y no sabíamos –aparte de los que ya sabíamos–.
Fue una noche bastante agradable, lo pasé bien y las horas pasaron volando. Cuando nos quisimos dar cuenta ya estaba asomándose el amanecer, dándonos los buenos días. Ya nos íbamos a ir a dormir, aunque ganas no teníamos, pero aún así, nos quedamos un rato más para poder observarlo y para ver cómo el cielo se teñía por completo de esos preciosos colores.
Para mí sorpresa, estuvimos bien, cómo si no hubiéramos estado una semana sin hablar y sin estar alejados, ignorando por completo esa parte, como si no hubiera ocurrido. Estuvimos hablando demasiado y el tiempo se pasó rapidísimo, pero estuve cómoda y relajada con su compañía.
Cuando te lo pasas bien con la persona adecuada, el tiempo parece ir más rápido. Y eso es buena señal, significa que te lo has pasado bien.
Son de esos momentos y de esas personas, que estas tan bien que no agarras el móvil durante todo el rato ni si quiera para ver la hora.Kian tiene apariencia de romperle la cabeza a alguien si le mira por más de cinco segundos, pero cuando llegas a conocerle un poco más personal e íntimamente, te das cuenta de que una vez más, solo son apariencias. Su chulería y su apariencia de "me importa el mundo y todo una mierda" cambia cuando le conoces, cuando hablas con él o cuando compartes tiempo a su lado. Y me gusta esa otra parte diferente y más íntima de Kian, esa que pocas veces suele mostrar. Pero me gusta, porque puedes hablar de lo que sea con él, te da consejos, te brinda ayuda si la necesitas y es bastante divertido.
Pero es muy difícil llegar a conseguir conocerle de verdad y ver esa parte de él, porque es muy frío y reservado. Ni si quiera sé cómo yo he podido llegar a esa parte suya, pero me alegra haberme dejado conocer esta parte más personal de él.Kian transmite tranquilidad y buen rollo cuando le conoces. Aunque su carácter sea de malote, de chulo y de importarle todo una mierda, con esa chulería que le caracteriza y esa personalidad que parece que va a llevarse a todo lo que sea por encima, todo eso desaparece cuando le conoces realmente. Es ahí cuando te transmite buenas vibras, cuando ves que detrás de esa coraza, hay un buen chaval.
Kian y yo somos demasiado parecidos en muchísimos aspectos, y aunque me gusta porque tenemos muchas cosas y muchos gustos en común, también me asusta. Me asusta porque si mezclas dos bombas de destrucción, puede llegar a ocurrir una catástrofe si ambas bombas llegan a explotar a la misma vez.
Ambos tenemos un carácter arrollador y fuerte, no dejamos que nadie pase por encima nuestro, que nadie nos haga daño y no confiamos en nadie.
No tenemos miedo a nada, siempre vamos hacia delante sin importar el qué, somos fríos, tenemos mucho carácter nadie puede con nosotros, no confiamos en nadie y nos ocultamos de las personas para que no lleguen a nosotros y no nos dañen, pero nosotros dañamos a modo de defensa antes de que puedan hacérnoslo. Eso entre tantas miles de cosas más. Somos tan iguales en carácter y personalidad, que asusta.Llevo la taza de café hacia mi boca dándole un largo trago, mientras que mantengo la mirada perdida en algún punto fijo del suelo del jardín. Tengo las piernas subidas encima de la silla, encogidas y pegadas a mi pecho mientras le doy sorbos al café e intento mantener la mente en blanco, sin pensar en nada. Después de dar el trago, llevo el cigarro hacia mi boca dándole una calada honda, expulsando el humo después lentamente.
Son las doce de la mañana pero sigo teniendo sueño, y aunque he intentado volver dormir, no he podido volver a pegar ojo. Quería seguir durmiendo porque me fui a dormir a las seis de la mañana, he dormido cerca de seis horas únicamente y estoy aún cansada. Pero el sueño no aparecía aunque intentaba dormir a toda costa, así que decidí levantarme y venir a desayunar. No me apetecía nada elaborado y no tengo nada de hambre, así que me he hice un café para tomar algo y ya está.
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ONITSED
Teen FictionHay veces en la vida que crees tener una buena vida. Que crees tener todo bajo control o al menos eso intentas, pero de un momento a otro, esa luz que estaba encendida y te alumbraba todos los días... empieza a parpadear. Hasta que finalmente esa...