Capítulo Veintiuno

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Viaje de carretera

—¿Dónde iremos?—preguntó

veo cómo va vestido, creó que lo agarré justo cuando hacía ejercicio trae ropa deportiva negra con azul, colores que le van bien a Leo

Leo suelta una pequeña risa.

—Ah Madrid—me guiña un ojo.

Lo miró con sorpresa yo en todo el tiempo que he estado viviendo en Málaga, no he salido bueno puede ser por las playas y también la secundaria que no he salido no se escucha tan mal ir más lejos.

Son 5 horas de viaje. No se escucha tan mal.

—¿Será un viaje de carretera?—preguntó.

—Si, me gustan los viajes de carretera—se encoge de hombros—Pero hay que ir a mi casa.

—¿Por qué?

—No tengo cambio de ropa—ríe—rubia no soy adinerado, por lo tanto, no me doy el lujo de gastar.

—Pensé que si tenías dinero—giro a verle.

—Lo tengo, pero en esta vida, nada absolutamente nada es fácil—gira a ver—más si lo pierdes y cuesta mucho recuperarlo.

Me estiró un poco pasó mi mano por su cuello y lo beso algo rápido, regresó a mi asiento él sigue mirándome, pero no le vuelvo a ver me siento un poco avergonzada por él impulsó.

—Eres un dulce tomate—le escuchó reír.

Después baja del auto ni cuenta de que habíamos llegado, me quedo en el auto supongo que no tardará, pero se detiene saca su teléfono mira un segundo la pantalla cómo si opinará en contestar o no hacerlo después de un segundo de ver la pantalla, contesta.

En ese momento veo algo que Leo hasta ahora me ha dejado ver, sonríe con cariño se le ve tan feliz y emocionado.

Dejó de ver no quiero desviar mis pensamientos solo somos amigos, miro mi teléfono y tengo varias llamadas perdidas de mi padre, abuelos e hermana, pero solo le escribo algo rápidos a mi abuelo que regresó el lunes y llamó a mi hermana al segundo contesta.

—¿A dónde iras?

Que directa.

—A Madrid—la escucho soltar un gran suspiro—Tranquila no pienso estar enojada con ellos toda una vida.

—Buena mocosa—ríe bajo—¿Te vas con el profesor?

Y eso me deja asombrada.

—¿Cóm...

—Por dios Daphnée, crees que no notaria tus actitudes tontas de niña enamorada—ella.... Desde cuando...—te seguí cuando fuistes al parque con tus soldados—suspira—Eh... Tranquila no dire nada, pero no te confíes, sabes que él no te dará un Romance de libros ¿no?

Lo miró otra vez veo que sigue en la llamada, no sé mucho de Leo, pero cuando estuve en su casa si vi una que otra prenda de mujer. Leo no me dará un romance así tal vez en el futuro a otra mujer sí.

—Lose, sé que él no es ese tipo de hombre, por lo menos no ahora—dejo de verlo—Tranquila solo te advierto  ya me quedan meses para ingresar a la universidad y lo olvidaré—sonrió segura de mis palabras.

No me atraparás Leo Cazares.

—Está bien, mocosa cuídate yo te cubro y llama a tu amiga la loca me llama mucho.

Río por eso cuelgo la llamada antes de que pregunte cómo es que Olivia obtuvo su número, yo se lo di, pero en caso de emergencia y Olivia siendo ella misma pensó que esta es una emergencia. La llamó a ella.

Mi Amor De Invierno (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora