Dos meses después...
Salí de mi casa con prisa. No iba a decepcionar a la mejor de las amigas del mundo: Tenía que ir puntual a la exhibición de arte, donde Penny estará presente. Aquel evento está organizado por la Universidad por la cual se inscribió para estudiar Artes.
Estoy tan orgullosa de esta señorita tan talentosa.
También me comentó que en esta ocasión, conoceré a su sexy y apuesto australiano que, hace unos pocos meses le pidió ser su novia.
Sin embargo, al cerrar la puerta de mi casa y darme la vuelta, me tropecé con una persona que no esperaba verla.
—Autch —me quejé.
—Leyla, ha pasado tiempo y sigues siendo la misma torpe de siempre —dijo.
—Y tú sigues siendo la misma Samantha de siempre. ¿Cómo encontraste mi nueva dirección?
—Podrás cambiar de dirección, pero tu padre será el mismo y todo el mundo lo conoce. No fue tan difícil.
—De acuerdo... —Asentí. Se hizo un silencio. Fue muy extraño porque fue como si las dos quisiéramos hablar, pero ninguna se atrevía —¿ A qué se debe tu agradable visita?
—Leyla, yo fui muy mala, pero muy mala contigo, con todos... Y decirte ahora todo lo que te quiero decir, nunca acabaría, así que, te escribí esto —comentó entregándome un sobre —. Por favor, léelo.
—Está bien —aseguré.
—Bien. —Se dio la vuelta
—Samantha —la llamé y me acerqué para brindarle un abrazo. Logré sentir un gran alivio de que nuestro odio se acabara. Aunque no iba a volver nuestra amistad, por lo menos si quedó mucho por lo cual aprender.
Después de ello, se despidió y yo retomé mi camino hacia la exhibición de arte.
—¡Llegaste! —exclamó y me abrazó.
Penny estaba preciosa. Vestía una blusa asimétrica y un pantalón de color verde agua, con una correa con finos detalles dorados.
ESTÁS LEYENDO
P.D. Simplemente te amo ©
عاطفية¿Cara bonita? ¿Rubia engreída? ¿Bully? Sí, esa es Leyla. Una chica que estaba consciente de todos sus errores, tanto del pasado como los del presente. Sabía que en algún momento tenía que afrontar las consecuencias, pero... no esperaba que las enfre...