La boca del lobo

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   La amistad entre Taehyung y Jimin cada día era más fuerte. Estudiaban juntos aunque no vieran siempre las mismas materias; salían a comer, el pelirrojo visitaba constantemente la casa del pequeño y viceversa. El rubio amaba ir a visitar a su amigo, le tenía mucho aprecio. Pero la verdad es que también le gustaba ver a aquel pelinegro que siempre lo ignoraba.

    Hoy se estaba preparando para ir a un club donde Jungkook y su banda se presentarían. Taehyung lo había invitado junto con Hobi y Yoongi. Se encontraba realmente frustrado. No tenía ropa para la ocasión. Su madre no estaba, así que se inmiscuyó en el armario de la misma y tomó prestado un pantalón de cuerina negro que la mujer conservaba de su adolescencia, a diferencia de él su madre sí había traído su ropa, él decidió dejar casi todo. Se colocó la prenda que le quedaba como una segunda piel.

- Mi trasero se ve enorme con ésto - dijo en una exhalación. Buscó entre sus cosas y consiguió un hoodie gris enorme... Perfecto, eso le serviría.

   No era de usar maquillaje pero se aplicó un bálsamo que estaba en la peinadora de su madre, trás un último vistazo bajó a recibir a su amigo que estaba tocando el timbre.

-¡Wow! Jiminie, esos pantalones están matadores - se burló el pelirrojo.

- Tú cállate, no tengo mucha ropa - se quejó - andando.

- Espera, Hoseok pasará por nosotros, ya debe estar llegando.

   Unos instantes después el castaño llegó junto a su novio, Taehyung y Jimin subieron al vehículo - Necesito mi propio auto, me quejaré nuevamente con mis padres. A Jungkook le dieron uno a los 20 ¡Y yo ya tengo 20!

                                ✨

    Los cuatro amigos se encontraban sentados en unos pequeños taburetes cerca de la barra de bebidas, cada uno tenía una cerveza en la mano, a excepción de Jimin. Él prefirió beber algo de vodka. La banda estaba por salir, el rubio se removió nervioso en su asiento, esta sería la primera vez que escucharía a Jungkook cantar.
Las luces del lugar se apagaron dándole mayor protagonismo al escenario, que con una iluminación tenue en color violeta presentaba a los 3 chicos pertenecientes al grupo.

     Maldita sea...

    Jimin debía contar hasta diez para calmar su respiración, Jungkook era demasiado atractivo, su cabello estaba dividido a la mitad, largo y alborotado, llevaba una chaqueta de cuero y de bajo una camiseta que dejaba ver los lados de su torso y sostenía una guitarra electrica frente a un micrófono.

- Buenas noches - saludó con su voz profunda - Somos "The Golden closet", Mi nombre es Jungkook y soy el vocalista principal y guitarrista - la gente aplaudió y silbó eufórica, el rubio miró a los lados dándose cuenta que las personas amaban al pelinegro.

- En la batería tenemos a Namjoon, mejor conocido como "RM" - más silbidos se escucharon junto a más gente gritando - y como corista y tecladista tenemos a Jackson, apodado por el público como "Magic fingers", disfruten el show - todo el mundo aplaudía emocionado.

   La presentación dió inicio con una melodía de pop rock movida y fuerte, Jimin estaba deleitado escuchando aquella voz, tan varonil pero tan suave y hermosa. Jungkook no podía ser más perfecto. Después de eso tocaron dos más despidiéndose para darle paso a un DJ que animaría el ambiente con música electrónica.

   Eran aproximadamente las 3 de la madrugada, los chicos estaban bailando en la pista, tropezaban entre ellos mismos y se reían, el alcohol estaba haciendo de las suyas - Iré al baño - avisó el pequeño rubio. Tambaleándose caminó hasta el lugar, antes de entrar al cubículo se miró en el espejo por un rato, sus mejillas estaban rojas y su mirada estaba algo perdida. Si, estaba borracho. Se rió de su reflejo y entró a orinar.

   Cuándo salió se llevó tremendo susto al ver a Jungkook recostado sobre el lavabo - ¿No eres muy pequeño para estar así de ebrio? - preguntó el más alto.

    Jimin soltó una risita - soy mayor de edad guapuras, puedo estar todo lo ebrio que se me pegue la gana - chocó su hombro con el brazo del pelinegro abriendo la llave para lavarse las manos y mojarse el cabello.

- Me refería a la estatura - se burló - ¿Cómo te irás a tu casa?, Tae y los otros dos inútiles se acaban de ir.

   El rubio abrió los ojos en sobremanera - no juegues con eso, ellos no se irían y me dejarían - negó con la cabeza.

    El mayor sonrió ladeado - pues ya ves, mi hermano me pidió llevarte, aunque no se si quiera, eres realmente insoportable — dijo cruzándose de brazos.

   Jimin abrió la boca ofendido - ¡Tú! - señaló su pecho con el dedo índice - eres el insoportable aquí. Todo el tiempo con tu actitud prepotente, te crees el centro del universo solamente por ser guapo y estar jodidamente bueno, pero eso no te hace menos idiota, ¿comprendes?

   Jungkook sonrió satisfecho por el halago que inconscientemente el pequeño le había hecho - Bien... Busca como irte entonces - se dió la vuelta y salió del baño dejando a Jimin solo. Este rápidamente salió detrás de él, llevándose por delante algunas cosas, no enfocaba bien su visión.

- Espera ¡Jungkook, no te vayás! - le siguió. El mayor caminaba relajado mientras sacaba un cigarrillo dispuesto a fumarlo - no sé cómo irme a casa - puchereó al llegar a su lado.

- Ese no es mi problema, pequeño, busca a alguien menos idiota que te lleve - se montó en su auto y arrancó dejando al rubio ahí de pie frente al club. Pero Jimin no razonaba, estaba tan borracho que comenzó a correr detrás del carro.

-!Maldito, detente! - gritó - sus piernas flaquearon y cayó sobre el pavimento, raspando sus rodillas y manos - ¡Auch!- se quejó lastimero con lágrimas en sus ojos, más adelante el pelinegro se había detenido, dándose cuenta de que su broma de dejarlo solo había salido mal y ahora el rubio estaba lastimado.

- Jimin ¿Estás bien? - Le preguntó agachándose a su altura para verle el rostro, El más bajo lloraba en silencio - sólo estaba jugando, no te iba a dejar, no soy tan bastardo.

   El menor cambió de llanto a risa, ahora con sus ojos llenos de lágrimas se reía - eres un hijo de puta - el más alto lo miró con el ceño fruncido pensando que ese enano estaba loco.

- Andando, levántate. Vamos al auto - ordenó el mayor pero al pequeño intentar ponerse de pie dió un grito ahogado al sentir un dolor punzante en su tobillo.

-¡Ah! Mierda, mi tobillo... Duele mucho - lloriqueó.

   Jungkook puso los ojos en blanco girándose - bien. Te llevaré cargado sobre mi espalda - como pudo lo levantó llevándolo como un pequeño koala. Jimin cruzó sus piernas en la cintura del mayor y los brazos sobre sus hombros, dejó descansar su rostro en el cuello contrario respirando de forma calmada.

- Eres muy fuerte, Jungkookie - inhaló su perfume dándole un gusto a sus fosas nasales con tan embriagante aroma y al hacerlo toda la piel del pelinegro se erizó.

- Oye... No hagas eso - dijo comenzando a caminar hasta el auto.

- Que no haga qué - preguntó inocente.

- Eso en mi cuello, soy sensible ahí.

- ¿Aquí? - preguntó rozando sus labios contra la suave piel. El más alto apretó la mandíbula y afirmó su agarre en los muslos del menor - hueles muy bien...

     Jodido diablo

   Jungkook no sabía que le estaba pasando, pero la delicada voz del rubio en su oído y las suaves caricias que este estaba dejando sobre su cuello iban directo a su pene, y no podía permitir eso, era el mejor amigo de su hermano menor, no estaba bien.

- Tu piel es muy suave - dijo Jimin una vez el pelinegro lo depositó en el asiento trasero colocándole un cinturón de seguridad.

   El más alto lo ignoró sentándose en el asiento del conductor. El rubio se acercó desde atrás y le dijo: - me pregunto si... La piel de tu pene es igual.

   Jungkook tragó saliva y presionó su lengua contra su mejilla, esas palabras habían ido directo a sus entrepierna, llevó su mano hasta su bulto y lo soltó de inmediato - mejor cállate, te llevaré a mi casa y dormirás en la habitación con Tae - concluyó arrancando el vehículo.

    Jimin puchereó y se recostó en el asiento quedándose dormido .

GIVE IN TO ME - Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora