Tres

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Jihyo suspiró y miró el techo de su habitación, hoy era su día de descanso, sobre todo porque el entrenamiento se estaba volviendo agobiante en la agencia. Se levantó de su lugar y miró por la ventana, podrían decir muchas cosas de vivir en esa zona de Corea, pero cuando estas lejos de tu hogar por tanto tiempo el simple hecho de ver a ese vecino que saca a pasear a su perro te hace feliz. Tomó aire y estiró un poco sus piernas y brazos, para luego levantarse de su lugar y dirigirse al baño para tomar una ducha.

Se acercó a la cocina y preparó un poco de cereal para su desayuno.

— Que nutritivo —Murmuró para si misma y luego sentarse en la mesa para aprovechar su desayuno, aunque eso no duró mucho ya que su celular comenzó a sonar.

Bufó y se levantó de su lugar para luego tomar el celular en sus manos y atender la llamada.

— Park Jihyo —Habló en un tono serio, haciendo que del otro lado de la linea hablaran del mismo modo.

Jihyo bufó al saber que debía ir a la agencia más cercana para las instrucciones que le darían para ayudar a entrenar a los nuevos. Odiaba entrenar a betas y uno que otro alfa de los cuales algunos contaban con aires de grandes al llegar allí. Aunque esos no duraban mucho tiempo en ese trabajo, o por lo menos no pasaban el entrenamiento básico. Tomó aire y se acercó una vez más a su habitación para cambiar su ropa, y luego salir de su casa.

La agencia quedaba a unas dos horas de donde ella vivía, por lo que tomó su auto y tomó rumbo a la agencia. En cuanto llegó se presentó y se dirigió a la oficina de quien estaba a cargo de esa central, para luego recibir una carpeta.

— El entrenamiento básico ha sido un fracaso con el entrenador que tienen ahora, así que me recomendaron que te contratara para que guíes a los nuevos en este entrenamiento básico intensivo de dos semanas —Jihyo asintió ante las palabras del mayor, abriendo la carpeta y leyendo todo lo que allí decía.

— ¿Esto es un entrenamiento intenso y básico al mismo tiempo? —El hombre asintió— En Seúl esto lo hacen en el primer día. Esto no es intensivo y siquiera puedo decir que es básico. No quiero decir que sea malo, pero si quieren buenos guardaespaldas esto no sirve. —Dejó la carpeta sobre el escritorio del hombre.

— ¿Eres capaz de armar un nuevo entrenamiento antes de las cinco de la tarde? —Jihyo sonrió

— Claro que si, por algo soy una de las mejores en Seúl. Y sobre todo por alguna razón recomendaron que estuviese aquí —Volvió a tomar la carpeta y salió de la oficina, para luego salir de la agencia y volver a su casa.

Tomó su laptop y se sentó en la cocina, para ver la carpeta y luego escribir otro par de cosas. Ese entrenamiento era uno de los peores que había visto en todos sus años de entrenamiento.  

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