Michael, he pensado varios días en escribir esto para poder ponerle punto final y creo que llegó el momento. Sé que te extrañara encontrar esta carta el día de mañana debajo de tu puerta pero creo posiblemente sea demasiado tarde para cualquier cosa que pienses hacer.
Sé que al principio nuestra amistad no existía; fue duro para mí entrar a un curso comenzado en una institución diferente, sé incluso que no te comencé a hablar hasta hace cosa de un año, pero ¿sabes?, eso bastó para llevar todo abajo. Cosas como estas debería quedárselas uno almacenadas en su cabeza sin compartirlas con nadie más, pero tengo que contarte todo, seré sincero conmigo mismo; desde el primer día que te vi cuando entré al curso me pareciste el típico chico seguro de si mismo y algo engreído, y tuve ese pensamiento durante un largo tiempo, sé que tú intentaste ser mi amigo varias veces y que yo simplemente te rechazaba de forma sutil, pero me arrepiento y me siento un idiota de sólo pensar esas cosas de ti: principalmente porque odio las gente que piensa y dice cosas de los demás sin conocerlos; y yo lo hice. Admito que por mucho tiempo no te puse la mas mínima atención, ni siquiera creí hacerlo alguna vez en la vida, no porque hicieras las cosas mal, sino porque te veía muy fuera de mis limites de amistad, porque afrontando las realidades, hace tiempo yo no era la persona con mayor autoestima en el mundo. También sé que cuando comenzábamos a ser amigos o por lo menos cuando acepté que me caías algo bien, comencé a salir con ella, y lo admito, fue mi primer relación y tuve mis altibajos en ella, y en cierta forma, mi cabeza estaba con una duda menor sobre todo aunque es gracioso que hayamos terminado por cosa de dudas y algo de desconfianzas. En fin, todo eso me marcó, el final de mi breve historia, provocó el principió de otra, o mejor dicho, comenzó el inicio de una fase de dudas, preguntas, miedos, y emociones, pero justamente todo pasó en un momento inoportuno. Estuve cerrado para el amor durante tanto tiempo, pensando en mi propio bien; ahí fue cuando comencé a llevarme mas contigo y los demás, pero siempre había algo distinto en ti, y yo lo tomaba con la justificación de que me sentía a gusto contigo, y que te consideraba mi mejor amigo, porque vamos, eras con la persona que podía ser yo mismo. Sé que yo cambié mucho de unos días para otros, sé que yo me alejaba de todos ustedes, y sé que yo los lastimaba con mi forma de ser, yo era consciente de todo eso, sé que decía muchas cosas que debían causar que te alejaras pero siempre estuviste ahí, y eso lo aprecio mucho. Yo podía fingir que lo que pasaba por mi cabeza era simplemente una etapa de la adolescencia, que te consideraba atractivo por cosas de las hormonas o por el simple hecho de que era verdad, pero no podía evitar el hecho de que cualquier tipo de contacto físico contigo me atraía más que cualquier otro inclusive cuando estaba cien por ciento seguro de mi sexualidad, sostener tu mano por más de unos simples cinco segundos provocaba que cada nervio de mi piel se volvieran sensibles y me provocaba leves excitaciones, sí, es raro, lo sé, pero por más que intentaba pensar que era algo común que me podía pasar con otras personas, o que era simplemente algo que no volvería a pasar yo me aceptaba con dolor que no era algo normal, porque por más cariños que tuviera con cualquier chica nunca pasaba a algo que tú provocabas con un simple roce, y ni por más que algún chico tomara mi mano por demasiado tiempo pasaba a algo más que un momento embarazoso y tétrico para mí; e inclusive me causaba asco el exceso del contacto físico común con otros chicos. Admito que buscaba cualquier pretexto para estar cerca de ti, buscaba cualquier pretexto para comprobar si seguías provocando esas sensaciones al conectar nuestra piel; y lo comprobaba siempre, y estaba irracionalmente celoso de cualquier persona que estuviera cercana a ti. Luego recuerdo ese día, el hermoso día en el que fuiste más feliz, el día en que acepté todo, el día en que la esperanza que ni siquiera había tenido tiempo de nacer; murió. Ese día fue como cualquier otro día, teníamos trabajos en equipos, yo no estaba bien en lo absoluto, como suele pasarme cada día que recordaba que lo que tuve con mi pareja terminó. Pero tú te veías tan tímido, ella se veía tan tímida, y yo sólo los miraba desde la puerta de mi casa mientras ambos se encontraban pegados hombro con hombro, ambos hablan en voz baja y en cierta forma me recordaban a ella y a mí cuando eramos felices, y siendo sinceros; yo deseaba que por fin ella fuera capaz de dar el siguiente paso contigo para que fueran felices. De un modo creí que todo esto se esfumaría por el hecho de que tú salieras con una amiga en común de ambos y así todo se fuera de mi mente, pero al verlos besarse con tanta ternura bajo la luz de la luna no pude evitar llorar, en ese momento no sabía si lloraba de felicidad o por sentirme solo, pero descubrí que fue porque me di cuenta de que había perdido algo que nunca me perteneció y que en ese momento acepté que siempre lo quise. Eso no evitó que me sintiera mal por el hecho de sentir eso, porque ¿qué clase de amigo fantasea por su mejor amigo y novio de una de sus mejores amigas?, a partir de ahí todo se volvió un poco mas difícil para mí, con mis estúpidas esperanzas de creer que tú podrías llegar a sentir algo por mí o incluso que ambos llegaríamos a ser un especie de amigos con derechos, cada día que pasaba contigo trataba de alejarme de ti pero sólo conseguía acercarme a ti, tú siempre eras tan diferente a los demás, siempre te preocupabas por mí, y no dejaba que pasara mi tiempo libre solo y deprimido, como el día en que mis estúpidos cambios de humor llegaron de la nada provocando que fuera aún más sensible e insoportable llorando por todo, el día ese, que te dije muchas cosas para que te alejaras al igual que a todos, ese día yo no estaba bien, quería golpear todo y llorar mucho, no sabía siquiera el porqué quería eso y aún así todos me preguntaban causando que les contestará de las peores formas que puedo llegar a contestar, con sarcasmo en mi voz y agresividad, ese día pensaba en muchas cosas, como; ¿algún día dejare de ser tan patético? ¿le importaré a alguien? pero sólo era capaz de darme cuenta de varias cosas; nunca dejaría de ser patético, y que nunca le importaré a alguien, y no ayudó mucho el hecho de que los idiotas de nuestros compañeros hablaran cosas a mis espaldas, porque ¿qué mierdas les había hecho yo a eso idiotas?, siempre se empeñaban en criticarme, decir idioteces de mí y tratar de hacerme quedar como un idiota. Tú me defendiste de ellos; sabiendo que podías perder tu amistad con ellos por defenderme, lo hiciste, defendiste de mí. Pero, siempre que yo trataba de olvidar lo que yo sentía por ti, tú llegabas con tus estúpidos juegos, diciéndome cosas lindas, tratándome como algo más, actuando diferente, y yo siempre actuaba como que eso me molestaba aunque en realidad todo eso era lo único que deseaba, que me vieras como alguien más, no como Luke el chico con el que sueles hablar, sino como Luke el chico con el que siempre quieres hablar y pasar el tiempo con él. Aprovechaba cada momento que teníamos a solas fuera del instituto cuando íbamos a correr juntos por las tardes y dejábamos a tu novia y a las chicas detrás, cuando podía estar junto a ti y sentirme libre de hacer lo que quisiera, incluso de seguirte la corriente cuando bromeabas, y eso me gustaba, me gustaba creer en mi falsa relación contigo. Todos los días quería alejarme de ti, y tú no me lo permitías, pero, ¿qué cambio?, me acostumbraste tanto a estar contigo en las clases de Química; a verte escribir delicadamente, a verte sonreír cuando entendías, a tener la suerte de estar pegados debido al reducido espacio, de tener tus piernas encima de las mías cuando te aburrías, me acostumbré a pasar mi tiempo libre contigo cada día, me acostumbré a esos estúpidos juegos que teníamos; cuando te me decías ''nena'' y yo te decía ''amor'' o cuando cantabas esas estúpidas canciones en voz baja justamente cuando yo cantaba otras canciones, me acostumbré a tus cariños, a ser cargado únicamente por ti y tener la posibilidad de sentir nuestros cuerpos juntos, me acostumbré a quererte en silencio, me acostumbre a conformarme con las migas de amor que guardabas tan celosamente para mí, ¿y qué pasó?, mi corazón fue muriendo poco a poco al darse cuenta que el poco cariño que lo mantenía vivo se fue junto contigo, lentamente, sin decir una palabra, te alejaste de mí, dejaste de lado nuestra relación y me dolió, me dolió porque a pesar de todo, yo te consideraba mi mejor amigo, a pesar de el dolor que me provocaba estar contigo yo aprendí a sonreír porque con el simple hecho de saber que siempre estarías ahí me ponía feliz, ¿recuerdas lo que planeamos? , tú y yo no iríamos a vivir juntos a Canadá cuando termináramos nuestros estudios, y todo, todo Michael, se fue a la mierda, quizás suene estúpido, quizás lo sea, pero me dolió cada una de tus muestras de indiferencia hacia mí, me dolió ver como te olvidabas de tu aclamado Luckey, me dolió ver como dejaste de ser mi Mickey para ser el Mickey de alguien más, me dolió ver como nos hacías a un lado a tus amigos, como ignorabas a tu novia y como me ignorabas a mí, pero me dolió mucho más saber que con ellos fue sólo temporal. Quizás las lágrimas estén estropeando el papel, quizás las lágrimas nublen mi visión, pero no puedo, no debo quedarme con cada palabra dentro de mí porque me están matando y para ser sinceros esto duele, duele mucho, duele saber que la persona que mas te importa de abandonó y no dijo siquiera adiós. Y es más estúpido decir que aún te quiero después de todo, pero yo no elegí quererte, y eso es algo inútil de negar, porque te quiero; pero me duele verte feliz. me duele ver un mundo donde yo no estoy, un mundo donde nunca más estaré. Quizás no estuve designado a encajar en este mundo. Quizás sea mejor irme. Quizás yo esté muy lejos de aquí cuando leas está carta. Quizás nunca te dignes a abrirla. Quizás eso sea lo mejor para ambos. O quizás descubras que yo era lo que te hacía falta para poder ser feliz, feliz realmente. Porque yo te conozco, y por mas alejado que estuvieras de mí, pude notar que debajo de esa sonrisa se encontraba un pequeño indefenso y triste Michael, pero esta vez lo acepto, me canse de esperarte y sobre todo, de recibir nada cuando yo daba todo por ti. Michael, está es mi despedida de ti, y de todos en Australia.
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unfit. / Muke Clemmings. O.S.
Short Story»yo no elegí quererte, y eso es algo inútil de negar, porque te quiero; pero me duele verte feliz.« 20/06/15 #468 in Historia Corta All Rights Reserved.