Desperté asustada, con palpitaciones y sudorosa. No podía controlar mi respiración y me invadía la incertidumbre. Eso que acabo de recordar era... ¿La interfaz del juego? ... ¿Qué seguía...? ... ¿Pasaba algo en la casería? ... Un momento, ¿Aromurene? ¿Amore? Se supone que es el nombre del reino y del continente pero, ¿Era así? En las clases de Prince y de Ryuk jamás se mencionaron esos nombres. Estoy segura de que no se llamaban así. Debo preguntarle a Marie.
- Marie - Levanté la mirada observando el carruaje vacío - ¿Marie? - Me asusté y abrí rápidamente la puerta del carruaje.
Al salir un montón de soldados estaban al rededor de una fogata y estaban algo ruidosos. Al principio me dio curiosidad, luego algo de miedo, finalmente, me armé de coraje para salir del carruaje y preguntar por Marie.
Me acerqué a ellos lentamente y muy nerviosa, ellos, ¿Están aquí por qué? ... Los cientos de posibles malos escenarios invadieron mi mente en cuestión de segundos, no logré concebir otra clase de ideas. Algo en lo profundo, como un susurro siniestro, me advertía que algo saldría mal en este viaje, una constante intranquilidad subía por mi espalda y cosquilleaba mis sentidos. No quiero estar aquí...
Me dirigí a ellos con sumo nerviosismo, como si ya no pudiera controlarme a mi misma. El miedo, la simple idea de perder a Marie, o que algo le pasara, perturbaba demasiado mi alma, de todas maneras, ya no puedo conservar la calma.
Me hundí en un llanto desesperado intentando preguntar por ella. De alguna manera, tenía la certeza de que esas personas estaban ahí para lastimarme, o para humillarme de algún modo. Quizás fue por ese sueño, pero no logro recordarlo bien, ni tampoco recuerdo lo que seguía de eso en el prologo del juego. No estoy tranquila con esto, y no puedo estarlo. Algo puede pasarnos a Marie y a mi, tengo que evitarlo como sea, sí es que aún no ha pasado.
Traté de negociar con ellos, de ofrecerme voluntariamente mientras soltaban a Marie, traté de tantas maneras. Hasta que Marie se avecinó desde alguna parte fuera de mi vista y me abrazó, contuvo mi llanto, y me tranquilizo.
Habían dos personas peculiares con los que estaba negociando, el primero, era muy agresivo, con una mirada asesina e intimidante, el segundo, era demasiado hermoso y brillante. Después de mirarlo sin mis ojos llenos de lagrimas, me percaté que el segundo era una mujer.
Cuando me calmé aquella mujer se disculpó por no haberse presentado antes y siguió: - Nosotros somos los caballeros de Su Majestad el Primer Príncipe, "Fhagan". Yo soy la general, Melanie Dawnward, para servirle. Ven aquí, estúpido. Él es Seamus Sunbringer y es el segundo al mando.
Me sorprendió más escuchar que venían de parte del Primer Príncipe que cualquier otra cosa. Nerviosa y un poco preocupada nos sentamos en la fogata que ellos tenían preparada y conversamos sobre todas esas cosas. Mi ingenuidad y desconcierto dieron pie a una serie de bromas, sinceramente, si eran bastante graciosas.
Dentro de todas las cosas que hablamos me contaron, en resumen, que el Primer Príncipe les había pedido que me escoltaran todo el camino hasta que nos encontráramos con él. El camino era de unas dos semanas, ya que viajaríamos rápidamente. Había otra opción, tomar un atajo por la Torre ... Digámosle la Torre, estaba cansada y no escuché claramente el resto.
Se decidió que tomaríamos la ruta de la Torre para llegar antes a nuestro destino. Durante el camino, los paisajes eran hermosos, no recuerdo haber visto cosa similar en el otro mundo. La vegetación, parte de la fauna y casi toda la flora era completamente diferente. Todo parecía ser inmenso y sin fronteras. Por primera vez tuve consciencia de lo grande que era el Reino. El camino, los cambios de temperatura, las dificultades del mismo, todo me animaba más cada día. Sobre todo porque Marie no me dejaba tranquila ni un segundo, me mantuvo llena de diversas tareas hasta el cansancio. Antes estaba escéptica, pero ahora, verdaderamente me siento mejor. Extraño a todos, pero también me permito sonreír de vez en cuando. Conversar con todos ha sido una tarea más que gratificante. Pasamos largas horas en diversas conversaciones, aunque la gran mayoría eran sus hazañas como caballeros.
ESTÁS LEYENDO
Mi destino como Villana.
Novela JuvenilTodas las historias tienen dos versiones, una linda y radiante llena de bellos sentimientos, y otra fea y lúgubre de la que nadie quiere tomar atención. Constantemente, la vida me enseño que las personas que vivían una buena vida, llena de lujos o...