Capítulo; Trigésimo N/oveno.

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Sus manos recorrieron mi cara hasta mi nuca velozmente y me abrazó recargando su pesado cuerpo sobre mi. Sus lágrimas empaparon mi ropa hasta lo más profundo de mis huesos. Mientras escuchaba sus quejidos y los poco exitosos intentos de calmarse pensé y reflexioné sobre mis acciones. Mientras este buen hombre se desmorona en mis brazos, ¿Qué estoy haciendo yo? Si comienzo a contar diría que no he hecho nada para pagar mis pecados, tampoco he hecho suficientes cosas para ser perdonada, mucho menos he hecho por aquellos que se merecen que haga algo. Sí lograra recordar un poco más, tan solo dos o tres cosas importantes bastaría, o ni siquiera eso, quizás si tan solo recordara lo que pasaría durante la casería podría estar más tranquila. Me queda poco tiempo y no sé qué hacer con el.

Gracias - Me dijo sacándome de mis pensamientos - Lamento haberte ensuciado - Seguía diciéndome con un tono dulce y mucho más tranquilo.

Tomé mi falda y limpié sus lágrimas una vez pude ver su rostro - Fue un placer, Su Majestad. ¿Ya está mejor?

Sí.

- ¿Desea comer algo?

- Algo dulce por favor - Parece un pequeño niño...

Bien, iré a prepararle algo, por mientras, tome una ducha y prepárese para acostarse.

Esta bien - Me dijo levantándose rápidamente y caminando hacia la parte trasera de su tienda, comúnmente usada por los nobles como la parte donde se asean, visten y arreglan. Paró en seco y volvió hacia mi extendiéndome sus manos para ayudarme a colocarme de pie.

Le agradecí y volvió a su camino.

Salí de aquella tienda sin saber qué hacer, veía solo un par de tiendas a nuestro alrededor, pero estaban lejos de todas maneras. Me acerqué a una de ellas y pude ver a Melanie paseando por ahí, le pregunté donde podría cocinar y me llevó a una tienda enorme donde preparaban las comidas y los soldados se alimentaban. Le pregunté al cocinero si podría cocinar algo ahí también y su respuesta fue positiva, aunque aceptó después de ser presionado por Melanie.

Sabía que los baños tardaban unas cuantas horas así que podía hacer alguna comida más elabora. Pensé en un delicioso chocolate caliente con unos panqueques con mermelada. Todos miraban desde cerca cómo cocinaba y ocasionalmente les pedía unos cuantos consejos. Todo estaba listo y se veía realmente apetitoso. Pero uno de los cocineros me escuchó preguntarle a Melanie sí creía que al Príncipe le gustaría, entonces, tomó mi plato y lo arrojó al suelo. En el momento, me invadió una profunda melancolía, es raro entristecerse solo por un plato de comida, pero para mí era un consuelo para el Príncipe, algo especial, un pequeño regalo. Escuchaba a Melanie y a otros caballeros pelear con los cocineros mientras recogía los trozos del suelo, que irónico, esto es tan familiar.

¡Zopenco! discúlpate con la Señorita ahora si quieres conservar tus manos, no lo repetiré otra vez.

- Ella pudo haber tratado de envenenar a Su Majestad o insultarlo con tan poco digno plato. Sí es por defender a mi futuro Rey, adelante, córtalas - Exclamaba a viva voz mientras le estiraba sus manos.

Basta Melanie.

- Señorita - Me dijo uno de los caballeros mientras me ayudaba a pararme con los trozos en mis manos - Permítame, se cortará.

- Tranquilo, no quiero que nadie se corte con esto - Lo dejé sobre uno de los paños del mesón - Nos encargaremos de esto después - Me volteé a ver al cocinero y a Melanie - Disculpe que sea yo quien lo diga, pero necesito que aclaremos este malentendido lo más pronto posible - Aquel cocinero no tenía una actitud prepotente, más bien era segura, como si estuviera realmente convencido de que lo que hizo estuvo bien - Le juro por mi vida y delante de estas personas que no tengo ninguna intención de envenenar a Su Majestad, mucho menos tratándose de mi prometido - Comenzaron los susurros - Fue él mismo el que me pidió que le preparara algo dulce, como su futura esposa, aun si llego a ser Reina, sigo siendo uno de sus fieles súbditos. Dígame, ¿No tengo derecho a servir y obedecer a mi Señor también? - Todos los cocineros quedaron impresionados, pero ¿Enserio no pensaron en algo así? Digo, había muchas pistas.

Mi destino como Villana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora