36:セックス (Sexo)

30 3 0
                                    

-¿Tantas ganas tenías de verme?-Sonrió abiertamente, viendo al hombre.
-Tal vez... ¿Puedo pasar?-Asintió sin borrar su sonrisa.
-Creí que el Rey de un Ojo tenia mucho trabajo-El canoso se quitó los zapatos entrando a la sala.
-No tengo nada que hacer, por ahora-Respondió-Y si soy sincero, quería venir a verte-Moviendo sus descalzos dedos por la madera, se acercó tocando sus hombros.
-¿Atrape al Dios de la Muerte en mis redes?-Hizo un poco de presión, creando una sensación calmante.
-Puede-Se acomodo en el sillón quitándose sus lentes.
{¿Y el sonrojo?}
-Vaya... al parecer tienes corazón, Arima-Detuvo sus movimientos sentándose a su lado.
-No disfruto de matar-
-Yo sí, amo ver cuando les lastimo él orgullo, haciéndoles ver lo débiles que son-Resoplo extasiada-Me encanta-Dijo para después reír-Me pregunto qué dirán todos tus devotos seguidores-Se levanto hacia la cocina.
-¿Devotos?-
-Eres un dios para ellos ¿No?-Lleno ambas tazas-Así como lo soy yo en el Árbol-Extendió está a Kishou-Es un poco machista solo catalogarte a ti como rey ¿No crees?-Tomo un poco del café-Yo sería una perfecta reina-{Ya lo soy para ti ¿Verdad?}
-Su género da igual, lo importante es lo que simboliza-Trago la bebida con una escandalosa mueca.
-Creí que al menos disimularías-Entrecerró su mirada molesta.
-Incluso Saiko puede hacerlo-Susurro él Clase Especial. {A ti no te importaba, aunque el día siguiente tuvieses diarrea, te tomarías la jarra entera solo para hacerme sentir bien}-Cómo sea-Limpio su labios-¿Ya te decidiste?-
-¿Tantas ansias tienes de morir?-Dijo apoyando su cabeza en la mano, observándolo fijamente-¿No soy yo suficiente motivo?-
-De una forma u otra moriré pronto, así que supongo que te disfrutare-
-¿Ahora soy un objeto Arima?-
-No dije eso, quiero estar contigo mientras viva-
-Mmm... ¿Te sientes como plato secundario?-Sonrio burlona.
-No entiendo el motivo de por qué te acercaste, pero de alguna u otra forma te atraigo-Eto río ante su respuesta.
-¿Ahora eres Boris o qué?-
-Eto, me odio a mí mismo-Confesó-Y siento que en ti estoy logrando encontrar un escape-
-¿Soy tu ángel o algo parecido? ¿Yo? ¿El Búho de un Ojo?-Arima levanto los brazos restándole importancia.
-¿Qué importa?-
-Tu veras, si quieres follarte a quien mato a tus compañeros y compañeras-Coloco la taza en la mesa-Con lo de antes, Kaneki es muy interesante, logró derrotar a Takizawa-Toco su labio pensativa-Quiero probarlo más y que recuerde su pasado-
-Es el más cualificado, si-
-Lo sé, pero aún queda V-
-Haise terminará por encargarse quiera o no-
-¿Así hablas de tu familia?-Este vio un punto fijo recordando al peliblanco con mechones negros.
-No sé qué pensar de ellos, ese plan tuyo tampoco es que me interese-
-Lo suponía, por eso quiero que Boris lo haga-
-¿Y tú no querias hacerlo por tu mano?-
-Tengo la sensación que para entonces yo estaré muerta, o tal vez no, no lo sé-Vio el techo arqueando su espalda mientras estiraba las piernas-Boris los odia, y ahora él te odia a ti, así que...-
-Esto es por él ¿No? Querías que nos mirara-
-Si, y créeme que funcionó, logre matar a ese inocente niño, literalmente molió a Tatara a golpes, casi lo mata-Sonrió de forma extraña-Sumando a su imposible situación, me ayudara a conseguir lo que quiero-Volvio a estirarse dejando su cubierto pecho a ojos del investigador-Arima Kishou, el investigador más fuerte, El dios de la muerte, el Segador blanco, parece que su debilidad son las tetas de una pequeña mujer-Se acerco a él gateando-Que irónico ¿No?-Se acercó aún más-Asesinó a Hikari Kirishima-Respiro en su pecho-Mato a 30 ghouls solo-Subió su nariz por el cuello {Huele a...}-Mato a un ghoul con un paraguas-Lamio su mejilla con lujuria-Exterminaste a los payasos-Su lengua se detuvo en la punta de los labios-Y se avergüenza por verme los senos-Rio un par de segundos para después besarle con fuerza.

La amabilidad o tranquilidad fue nula, pues ambos o al menos ella era movida solamente por la lujuria {Sus labios saben a...}

Separaron sus bocas viéndose con la respiración agitada, Eto se relamió arremetiendo contra el de nuevo.

Esta vez no dudo y lo perforó con su lengua, empezando una guerra que terminó por perder.
El hombre tomo sus brazos y la acostó en el sofá, y tal como ella hizo estamparon sus bocas con necesidad, necesidad que, para Arima, era cada vez más solventada, pero Eto se sentía diferente.

Mi Querido Perdido (Una historia de Takatsuki Sen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora