Día Del Juicio

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"Decir que no buscaba una buena excusa para volver sería una mentira

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"Decir que no buscaba una buena excusa para volver sería una mentira."

Lily

Las personas más cercanas a la oficina de la rubia llegaron inmediatamente, todo el mundo reaccióno de inmediato. Le daban aire a la ojiazul, median su pulso, hacían todo lo posible para que ella reacciónara.

La pelirroja tenía los ojos llorosos, ella no sabía que era lo que había provocado esa reacción por parte de la rubia, pero sabía que cualquier cosa que le hubieran dicho era algo grave.

Sin perder el tiempo el jefe de la mujer Gray junto a la pelirroja llevaron a la mujer hasta la salida del edificio. Cuando la ojiverde salió junto al superior de la ojiazul y ella, se encontró con una ambulancia.

Inmediatamente los paramedicos tomaron a la rubia y la colocaron en una camilla. La pelirroja se subió junto a ella como acompañante, y sin más salieron para el hospital.

—¿Al hospital Duanet? ¿Vamos allí cierto? —preguntó de manera nerviosa la mujer Evans al resto de personas.

—Si señorita, al hospital mágico Duanet.

La mujer asintió en respuesta, para luego mirar a su amiga con oxígeno y una intravenosa mágica; ese tipo de intravenosa era una conexión directa con el cuerpo de la rubia y la bolsa con el contenido, solamente que se diferenciaba la manera de introducir, solo se decía un hechizo y eso causaba que no tuvieran que atravesar la piel pálida de la ojiazul.

Cuando la ambulancia llegó todo paso relativamente rápido, la pelirroja salió después de que sacaran de urgencia a la rubia, la ojiverde se quedó muy quieta en la entrada del hospital. Ella estaba muy asustada, pero aún así tomó su varita, miró a los lados verificando que no hubiera nadie y envió un patronus.

Una linda mariposa de color azul claro salió revoloteando hasta ser poco visible para la pelirroja, y en ese momento la mujer Evans ingresó al hospital.

James

Después de derramar unas cuantas lágrimas en el andén los tres hombres salieron de ahí. El más afectado en ese momento fue el ojimiel, él estaba seguro de que iba a extrañar demasiado a su pequeño pichón.

—¿Vamos por una cerveza de mantequilla? —preguntó el hombre Black al resto con cara de ilusión.

—¿Quieres James? —preguntó cuidadosamente el castaño a su amigo.

—Si, vamos. Al fin de cuentas, no tengo mucho que hacer. —dijo despreocupado el pelinegro.

Los hombres decidieron irse caminando hasta el caldero chorreante para estirar un poco las piernas, lo que causó unas quejas por parte del ojigris. Lo que hizo que a un cuarto de camino que llevaban el castaño ya hartó tomó a sus amigos y dos segundos después aparecieron en el bar.

Epifanía #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora