Verdades

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"¿Fue una afortunada sorpresa? ¿O un espantoso asombro? "

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"¿Fue una afortunada sorpresa? ¿O un espantoso asombro? "

August

Ahí estaba, en una noche estrellada. Donde la presión del momento había desistido. Donde el incómodo silencio se volvió un tranquilo momento en esa tormenta de emociones.

Donde el azul de sus ojos se sentían conmovidos, donde transformaba esa dura corteza en un aguado llanto. Lágrimas, esas conocidas lágrimas salieron a relucir en esa helada noche. Ella no lo quería, no volver a darle su vulnerabilidad de esa manera. Pero sabía que se contradecía al querer volver a tener aquel tan fuerte vínculo que compartía con él.

La mujer de dorados cabellos solo empezó a quitarse de manera desesperada todas las gotas de dolor que caían por su rostro.

Un ojimiel solo la miró durante unos segundos antes de extender sus brazos y tomar a la mujer que amaba en sus brazos y estrujarla contra su cuerpo.

La ojiazul se negó mucho al principio, ese no era su plan. Eso no era lo que quería conseguir, en absoluto. Ella había vuelto para terminar todo cuanto antes, pero el siguió ahí. Para ella, como siempre lo había hecho. Y ella sabía que la culpable de que todo ese anhelo y amor fuese destruido era ella.

Pero si recordaba que él era sensible y increíble siempre con ella. Sus ex compañeras de habitación siempre le decían que se encontraban celosas de ella. Él le decía todo lo que necesitaba escuchar siempre que lo necesitaba, y sabía que no podía pedir algo mejor.

Él siempre abría su puerta y la llevaba a su auto, cada que la veía le decía lo linda que se encontraba. Y lo hacia aún cuando no llevaba algo en especial. Y eso estaba bien para ella, pero había que sin duda extrañaba de él.

Y era grritarse y pelearse en medio de la sala común por su nivel de competencia, besarse en medio de una tempestad de agua en el bosque prohibido, que fueran las dos de la mañana y gritara su nombre. Y estar tan enamorados que actuacen como dementes para los ojos de los demás. Y esa era una manera que ella lo amaba.

James

El hombre Potter nunca habría imaginado encontrarse al amor de su vida en medio de una cita con otra mujer. Pero eso era lo que menos le importaba. Ella estaba ahí. Esa persona que amaba tanto, a la que conoció hace años pero seguía hablando con ella como si fuese la primera vez.

Esa persona que lo hacía saltar de emoción cada que tenía oportunidad. Ella que era quien lo retaba a explotar su potencial en lo que más amaba. La que gritaba, lloraba y reía como si fuera la primera vez. Que siempre sabía que decirle, ella siempre había tenido el poder de saber sus gustos y disgustos en el momento. Donde sabía muy bien quién era James Potter.

Epifanía #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora