Habían transcurrido ya dos meses desde que había aceptado aquel sugestivo contrato. Se había acostado con su jefe más veces de lo que jamás se hubiera imaginado. Había tenido relaciones de forma regular cada semana, hasta el punto de parecer conejos. Había que admitir que lo había disfrutado, cada encuentro había sido tan placentero: realmente disfrutaba del sexo.
Cada vez entre ellos había más intimidad y por ende podían explorar los gustos ajenos. Ajax, por ejemplo, amaba que sean rudo con él, al parecer la adrenalina que le generaba la rudeza de los movimientos ajenos lo llevaban a su límite; límite que rogaba por llegar en todas las ocasiones. Zhongli, por otra parte, le encantaba ver las expresiones de placer contrarias; esperaba ansioso órdenes, indicaciones de cómo podía complacer. No era afín a la rudeza pero si era lo que debía hacer, lo cumpliría.
Zhongli había logrado disminuir hasta casi extinguir su estrés diario. No sabía si se debía a sus candentes encuentros o a la libertad económica que ahora poseía.
Su relación con Ajax había mejorado, hasta lo podría llamar amigo, aunque no lo sean realmente. Se habían conocido mucho más, fruto de sus encuentros. Ahora Zhongli sabía de sus pasatiempos, de su comida favorita e incluso de sus hermanos menores. Al parecer era un excelente hermano mayor. La pesca era su deporte favorito, le había invitado a pescar juntos, había sido una linda tarde. Sus encuentros no se limitaban al sexo, pero de alguna u otra forma terminaban siempre allí.
Zhongli se pudo abrir con Ajax y contarle algunos aspectos de su pequeña vida. Realmente era una vida muy rutinaria, con poco lugar a para hobbies, solo trabajo. Algo triste. A pesar de tener más confianza, no le pudo contar su mayor pesadez...
En cuanto al mora... no se podía quejar. Gracias a sus encuentros había podido llevar sus cuentas al día e incluso llegar a cancelar algunas de ellas. Un gran respiro para la billetera de Zhongli que fue maltratada por mucho tiempo. Él estaba más que feliz por su estado de deudor responsable; sabía que ella también lo estaría.
El pelirrojo parecía tener fondos ilimitados, como si el trabajo en la oficina no fuera más que una centésima de su riqueza total. De otra forma, no podía explicar los montos que eran su paga. Sus generosas pagas habían llegado en ocasiones a ser demasiado, le sobraba el dinero a veces; suceso que no tiene lugar hace años. No era un reproche pero de igual forma no podía no quedar asombrado y agradecido por poder vivir más libremente.
En la oficina las cosas se habían mantenido tranquilas: la tensión con sus compañeros había disminuido, tal vez era debido a su posición o tal vez se cansaron de tomarlo como blanco fácil;. El pelirrojo se había mantenido a raya con sus insinuaciones después de haber establecido los alcances y limitaciones de su contrato; de igual forma obtendría lo que quería pero en el momento y horario adecuado. Todo se mantenía en estabilidad, a excepción de Hu Tao, ella era un remolino en la oficina, siempre lo había sido por lo cual no tendría que representar ninguna dificultad. No debería. Sin embargo, desde aquel día que los pillo en mitad de su acto, no había dejado de molestarlos a ambos, porque ni por ser el supervisor se salvaba de sus "chistosos" comentarios. Era especialista en hacer las preguntas más incómodas en el peor momento. Para su suerte había mantenido su boca cerrada y se mantenía en el puesto de ser la única en saber de su contrato.
Zhongli salió de sus pensamientos y miró a su acompañante. Ella parecía tan efímera. Deseaba poder pasar más tiempo juntos pero lamentablemente el tiempo no se podía ganar por eso hay que aprovechar cada momento al máximo. Quería decirle tantas cosas pero sabía que era una pérdida de tiempo. Odiaba verla así pero no tenía de otra. La extrañaba enormemente pero ¿quién era él para llevar a cabo su voluntad? Tomó una bocanada de aire y se dirigió dirección a la puerta. Hubiera preferido reunirse en el parque que se podía mirar por la ventana, pero la situación lo complicaba. Miró en su dirección esperando alguna reacción, mas lo que obtuvo fue un silencio frívolo. La quería tanto que dolía. Dolía. Dolía tanto sus silencios. Dolía verla así. Mas no podía hacer nada.
Se dio vuelta y dejó la habitación tras si con un amargo sabor en la boca.
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— Nos vamos de viaje —anunció el pelirrojo.
— Perdóname, pero ¿qué?
Se encontraban en el despacho de Ajax, Zhongli acababa de llegar por llamado del primero. La oficina del jefe era mucho más amplia que la suya obviamente, hasta los ventanales tenían mejor vista de la ciudad. Constaba de un escritorio en forma de L con un ordenador y había tres biblotecas. También se exhibían distintos cuadros en las blancas paredes, al parecer disfrutaba del arte.
Zhongli no esperaba llegar y ser recibido con tales noticias.
— Déjame explicar —comenzó el enpleador—, hay una reunión importante en Monstand la semana entrante y por alguna razón decidieron que era el más óptimo para la tarea. Esperan que pueda cerrar un contrato con los proveedores, y así contentar a los inversores. Para ello requiero de tu asesoría.
— No soy óptimo para esta tarea. No tengo experiencia en negociaciones ni se de que tipo de trato quieren cerrar...
El castaño no entendía porque lo había elegido para asistirlo, en los últimos meses se había encargado de lo mismo que realizaba antes, agregando el hecho que debía orientar a su jefe en tareas mínimas y realizar cierto papeleo extra. Pero jamás había acompañado al supervisor a ninguna de sus reuniones. Ni siquiera como oyente. Su experiencia era nula.
— No te preocupes que te salen arrugas, tengo todo bajo control —sonrío Ajax—. Tendrás que leer una presentación, completar papeleo y entregarlo. Con eso es más que suficiente.
— Aún desconfío de tus palabras, incluso creo que tienes demasiada fe en mi...
— No te hagas de menos —dijo Ajax acercándose a su consultor, tomó sus mejillas entre sus manos y miró directamente al atardecer de su mirada —. Conoces tus habilidades, cree en ellas.
Quería besarlo, allí mismo. Se dejó llevar.
Roce. Un suave roce de labios. Electricidad. Con tan poco sintieron tanto. Se miraron nuevamente, azul jade con ámbar de cor lapis reunidos. Juntos sus labios, ojos cerrados, y sinfín de emociones. No se necesitaron palabras, el beso se volvió en uno más salvaje, era como si cada uno de ellos necesitaba los labios ajenos. La falta de aire los separó pero sus ojos permanecían en la mirada contraria. Ambos habían roto una cláusula de su contrato, voluntariamente. Mas no se dijo palabra sobre ello, ese beso había sido una necesidad, una fuera del cronograma pero una necesidad a final de cuentas.
Se quedaron admirando mutuamente hasta que Zhongli dijo:
— Deb-bo terminar cierto papeleo ahora —tartamudeó el castaño, el beso lo había tomado por sorpresa. Le gustaría reprocharle a su jefe de ese gesto, pero él no se había negado; es más había disfrutado del mismo. Era cuanto menos extraño. Deseaba retirarse, no quería pensar la situación demasiado.
— Claro, yo también —dudó en su respuesta Ajax. ¿Por qué diablos había hecho eso? Fue un impulso, un impulso de idiotez. Simplemente sintió que debía besarlo, y así lo hizo. Le había encantado, para ser sinceros. Todo roce con el castaño le causaban electricidad, chispas corriendo por su piel. Por alguna razón sentía que necesitaba de ese tacto, tal vez se debía a la cantidad de tiempo en las que habían empezados sus encuentros, tanto que su ser se había vuelto adicto al cuerpo de su consultor. Una adicción tan placentera.
Se despidieron de una forma cuanto menos incómoda, el beso había tensado un poco el ambiente.
Ese mismo día, Ajax acercó el cronograma de viaje a Zhongli. Partirían rumbo a Monstand en una semana.
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Los próximos capítulos serán subidos de tono, primer aviso. Antes de dicha escena voy a poner un cartel que diga nsfw (no safe for work), si es que lo ven necesario. Algo como:
~nsfw~
En fin, espero que hayan disfrutado del capítulo y le haya generado curiosidad.
Gracias por leer ^^
Esta historia no hubiera llegado tan lejos sin ti lector, gracias ♡
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Incógnito | Zhongli X Tartaglia/Childe (+18)
ФанфикZhongli tiene un nuevo supervisor bastante molesto que se fija en él. Al estar quebrado económicamente, Zhongli decide aceptar cuando él le propone un trabajo extra a cambio de una generosa recompensa... Contenidos: Zhongli x Childe/Tartaglia Modern...