Es mi quinto día trabajando en el centro de jardinería y siendo sinceros es muy cansado pero la paso bien, tengo que admitir que la compañía de Sam no es tan desagradable después de todo.
—Oye Blair ¿no has visto dónde quedaron las nuevas masetas?— preguntó el pelinegro.
—Oh si el señor Walkeer vino está mañana y me dijo que las dejo en el almacén, vamos te acompaño por ellas.
—No tu quédate aquí no vayan a llegar clientes.- me dijo mientras se daba la vuelta para ir al almacén
Son las 9:00 de la mañana a esta hora nadie viene a la tienda, me puse a limpiar las estanterías, hoy no hay mucho que hacer ayer Sam y yo nos quedamos hasta tarde limpiando y acomodando para hoy salir mas temprano e ir al árbol. Me e sentido bien la última semana porque e mantenido mi mente ocupada, y me a ayudado mucho, hace dos semanas mi cabeza no dejada de pensar en que voy a entrar a un nuevo instituto a conocer gente nueva...
—¿Estas son todas las masetas? pensé que habían más.
—¡Tonto me asustaste!— dije mientras ponía una mano en mi pecho siendo dramática, y el muy estúpido empezó a reír.
—No es mi culpa que te sumerjas en tus pensamientos cada que te dejan sola.— dijo entre risas
—Ya cállate.— le dije sonriendo mientras le aventaba el trapo que estaba usando —según yo si son las únicas masetas.
—Bueno traga libros tenemos visitas— dijo viendo por arriba de mi hombro.
Nunca escuche cuando la campana de la puerta sonó, en la puerta estaba mi hermana viéndome confundida, y es que hace unos días le dije que no me llevaba bien con Sam.
—Isadora ¿Qué pasó?
—Oh no, esta vez no vengo a verte a ti— dijo como si hubiera antes venido a verme solo viene a ver a Sam.
Rode los ojos —Isadora estamos trabajando— y antes de que terminara ella se dirigió hacia Sam.
—Vine a verte a ti, quería saber si hoy querías salir conmigo cuando termine tu turno, le e pedido a la pequeña Blair que te diga por mi pero por lo visto no lo a echo— me volteo a ver fulminándome con la mirada.
—Ehh yo..— Sam me volteo a ver porque el y yo hoy íbamos a salir, pero yo no pude sostenerle la mirada y me di la vuelta.
—Entonces ¿Quieres salir?— dijo Isadora sonriéndole
—Umh claro, yo paso a buscarte.— dijo aún buscando mi mirada
—Okey— se acerco y le dio un beso en la mejilla a Sam —nos vemos esta tarde.
Y con eso se dio la vuelta y salió de la tienda
—Blair ¿no te molesta cierto? se que hoy íbamos a salir—
—Porque me tendría que molestar, sal con quien quieras— obviamente que estaba molesta, ya habíamos quedado el y yo.
¡Y ahora no tenemos planes genial, no se da cuenta que el en este momento es nuestra única vida social.!
Te odio conciencia siempre tan oportuna.
—Hay que apurarnos para que termines rápido con esta mierda y puedas irte con Isadora.
—De verdad no estas molesta
—Si sigues hablando si me voy a enojar.— dicho esto me di la vuelta para terminar de sacudir las estanterías.
*
*
*
Lo único bueno del día es que pudimos cerrar casi dos horas antes, fue tan raro después de la increíble visita de mi hermana, Sam hizo algunos chistes tontos intentando hacerme reír pero lo único que hacia era ahogar las risas y contener las sonrisas, al final se rindió diciendo que podíamos salir mañana no le conteste y empecé a caminar a una plaza cerca de la jardinería todavía estaba abierta, lo único que quiero es poder tomar un delicioso café.
—Hola buenas noches— le dije a la chica que estaba en el mostrador— me pude dar...-justo en ese momento una chica a lado de mi hablo al mismo tiempo
—Me puede dar...—dijo la voz de la chica— Oh lo siento, pide tu primero.
—No tengo prisa, pide tu primero.
—Bueno— dijo entre pequeñas risas— me puede dar un capuchino y..— se volteo hacia mi— tu que querías ordenar.
—Umh también un capuchino por favor.
Mientras nos los preparaban yo estaba jugando con lo hilos de la manga de mi suéter conocer personas nunca había sido lo mío.
La chica era demasiado bonita, tiene el cabello corto por arriba de hombro y es casi rubia, tiene la piel muy blanca , sus mejillas tienen un ligero color rojizo parece una muñequita de porcelana, sus ojos son verdes, pero no como el verde de Sam.
¿Por que estas pensando en el?, estamos muy enojadas no merece que ni lo pienses.
Por primera vez ayudas conciencia, la chica se ve bastante agradable.
—Mucho gusto soy Lily, Lily Brow ¿y tu?— me extendió su mano.
—Mucho gusto soy Blair.
—¿No eres de aquí cierto?, nunca te había visto.
—Así es me mude apenas hace un mes.
—Oh pues, bienvenida a Tilba!— ella se empezó a reír y su risa es demáciado contagiosa que también empecé a reír— Una bienvenida atrasada, pero para que sea conmemorable yo te invito tu café, no es tanto pero espero que te guste.
Ahora yo comencé a reír, pero era por la pena —No es necesario de verdad.
—No te pregunte si era necesario— en ese momento la chica nos entrego nuestros cafés y Lily termino pagando.
—Gracias de verdad.
— No hay de que, quieres sentarte para hablar y socializar un poco.— me dijo señalando una banca.
—Claro.
—Bueno Blair, cuéntame de tu vida ¿Qué te trajo hasta aquí?
—Mi abuela vivía aquí pero ella falleció y no hay quien cuide su casa mis tíos quieren venderla porque no se usaba pero mamá no quería así que aquí estoy dándole un uso a la casa de mi abuela para que no sea vendida. — le dije con una sonrisa de boca cerrada.
—Comprendo, supongo que fue difícil para ti dejar todo y venir aquí a un lugar nuevo, desconocido.
—Realmente no fue difícil desprenderme de donde vivía— por alguna rara razón la extraña que acabo de conocer hace menos de media hora me transmitía una seguridad inmensa como si pudiera contarle lo que sea —No tenía muchos amigos, y los que tenía me encargue de alejarlos de mi no se porque lo hice, pero ya no somos amigos, y la mayoría del tiempo detestaba estar en casa, mi hermana y yo antes teníamos muy buena convivencia pero todo cambió de un momento a otro, así que venir aquí creo que me va a hacer bien. La relación con mis padres era terrible, ahora están divorciados y siento más paz al saber que estoy en un lugar nuevo, donde puedo empezar desde cero. —Odio sufrir de vómitos verbales.
—Entiendo pero ahora todo va mejorar, se que nos acabamos de conocer pero cuenta conmigo, si odias estar en tu casa salgamos a donde tu quieras, todo va a mejorar cariño— lo dijo con una sonrisa tan sincera, como si estuviera segura que todo v a estar bien, pero se lo agradecí internamente era justo lo que necesitaba escuchar.
Me entraron unas ganas de llorar inmensas y parpadee un par de veces para que las lagrimas desaparecieran.
—Gracias, de nuevo así que ¿amigas?— me extendí la mano, y ella comenzó a reírse.
—Por supuesto que amigas. —dijo tomando mi mano, su tacto era cálido y acogedor.
Nota de la autora: dedicado a la niña toda bonita que me salvo la vida y ahora es mi lugar seguro, te amo cariño<3