Jisung llevaba una vida "correcta", creía fielmente en lo que su familia le enseñaba y seguía cada consejo y orden recibida, sus padres confiaban en que él no les traería una decepción, aún así no podían correr riesgos...
No comprendía que había hec...
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El gatito gris que vivía en su abandonada casa no estaba cuando llegó, estaba muy preocupado asique salió a buscarlo.
Él no era su dueño pero siempre que iba a esa casa lo encontraba en su cama así que se acostumbró y decidió llevarle comida.
Había pensado en llevarlo a casa de su abuela pero a ella no le gustaban mucho, la única opción fue dejarlo en su casa y cuidarlo cuando iba para allá.
Dicha casa estaba deshabitada casi siempre, sus padres habían viajado a la capital y comenzaron un negocio que iba bien, querían que el vaya más adelante y así estudie lo que el decida. Así que por eso Minho no sentía rencor hacía ellos por dejarlo casi solo desde los 14 años.
Su abuela vivía en un pueblo muy lindo, viajabas unas horas en el tren para llegar.
Solía pasar más tiempo con ella que solo en una casa prácticamente vacía. Hasta que una tarde fue a recoger unas cosas y descubrió al pequeño invasor, gracias a él iba más seguido allá para cuidarlo.
Pero hoy que llegó la casa estaba vacía y se sintió triste, pensó que talvez tenía un dueño y podía haberse ido para siempre. Lo quería mucho por ello no quiso rendirse y salió, el problema era que no sabía como llamarlo ya que no se había decidido por un nombre.
Cada que llegaba a casa le traía un nombre nuevo, a veces le decía tiernamente Michi o Gary, y otras veces dependía de que hacía, al correr lo llama Flash, al dormir Bello Durmiente, cuando comía Fiera, cuando veían alguna película o leía un libro le daba el nombre del personaje principal.
Ahora eso era un problema ¿Cómo lograría encontrarlo?
Y así se la pasó 2 horas caminando, se había ido a buscarlo en la parte de atrás de las casas, ya que al felino le gustaban mucho las plantas y siempre iban allí a jugar. Casi se pierde por caminar sin parar pero decidió volver ya que estaba super cansado.
Pensó que ya podría haber regresado a casa y si no era sí seguro lloraría meses.
Ya frente a su casa se dio cuenta de que tonto fue al buscar solo en un lado así que cruzó la calle iniciando la búsqueda nuevamente. El pueblo solo era comercio actualmente, al estar cerca al tren la mayoría de casas eran almacenes.
Excepto por el gran instituto que estaba allí cerca, no entendió cómo sus padres no pensaron en la posibilidad de dejarlo allí por el tiempo en el que se irían. Aunque no le hubiera gustado, se veía muy aburrido desde afuera.
De su casa, cuando subía a su techo a mirar el cielo, podía ver mejor del instituto, a veces le daba curiosidad saber que hacían allí.
Buscó debajo de los carros y no veía al gatito, iba a rendirse hasta que una sombra encima de un árbol de los que estaban afuera de la casona llamó si atención. Había una fila de árboles a lo largo del instituto, menos en la parte delantera.
