16 de Agosto de 2O21

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El día estaba por acabar, ambos jóvenes se hallaban acostados en el césped observando el cielo tomando sus manos, podrían estar toda su vida así, pero aquel celeste se había marchado dejando un anaranjado en su lugar, dando paso al atardecer.

Ambos jóvenes debían volver a sus casas, pero ninguno quería hacerlo.

Magma volteo a ver a Fallo, admirando cada facción de su rostro, un pequeño nerviosismo lo invadió.

Fallo volteó a verlo y se sonrojo levemente al descubrir que lo observaban, pero de igual manera empezó a recorrer con la mirada el rostro de aquel joven que amaba con locura.

Tímidamente, el de cabellos naranjas acercó su rostro al del contrario, cuando ambas respiraciones llegaron a chocar, un fuerte nerviosismo empezó a invadirlos a ambos.

Magma beso suavemente a Fallo.

Fallo se hallaba más que emocionado y podía sentir su corazón palpitar fuertemente, se dejó llevar y cerró lentamente los ojos. Su, ahora, novio y él se daban pequeños y tiernos besos.

Era un beso torpe, lleno de inocencia y ternura a la vez. Ambos sabían que ningún otro beso podría superarlo, a fin de cuentas, era su primer beso.

—Fallo, ¿estás bien? —Se había jactado que estuvo hablando como por cinco minutos solo, pero eso no le molestaba, más bien le preocupaba el ver a su pareja mirando a la nada y derramar algunas que otras lágrimas, decidió tomar su hombro con obvia delicadeza y sacudirlo levemente.

—¿Eh? Yo... estoy más que bien, Magma. —Habló dedicándole una pequeña sonrisa. Luego de limpiar aquellas lágrimas que habían escapado de sus ojos rápidamente. Sin pensarlo se lanzó a Magma a besarlo.

Magma correspondió sin entender nada. Fallo se encontraba más que feliz de haber recordado aquel momento tan especial, tan único de ellos.

Rompió el beso y se acostó en el césped, ahora intentaría recrear aquella escena.

❥ Cómo la primera vez; MaglloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora