Mi destino como Villana.

Capítulo; Cuadragésimo P/rimero.

Eso es todo lo que recuerdo desde que llegué aquí, ¿Hay algo más que quieras saber?

¿Quieres saber sí fui feliz esos últimos días? Sí, obviamente, comparado a todo lo que he contado creí que era obvio.

¿Cuál sería uno de los momentos más entrañables? Entonces, diría los momentos que pasé junto al hermano menor del Príncipe. ¿Quieres que te las cuente? Pues...

Mis tardes con el hermano del Príncipe eran una de las cosas más gratas. Resulta ser que se llama Cygyrrud Verkameth Cinder. Así es, todos en la familia real tienen nombres extraños producto de la antigua lengua. Es un niño dulce y divertido, siempre con nuevas ideas y, por sobre todo, lleno de curiosidad. Una de las tardes a uno de los caballeros se le olvidó su instrumento cerca de él. Al verlo, pensé instantáneamente en Steven Universe y le toqué algunas de las canciones. Claro, no sabía que aquel instrumento parecido a un ukulele era de algún caballero hasta que me sorprendió verlo buscándolo desesperadamente. Su Majestad Cygyrrud le pidió tocar las canciones que le había cantado, pero al no saberlas no quedo de otra más que enseñárselas. Al contarle sobre el contexto de las canciones tuve que contarle sobre Steven Universe, no voy a mentir, lo hice con todo placer, es más, buscaba alguna excusa para poder contarle a alguien sobre Steven Universe. Después de todo, esta es la primera vez que puedo experimentar aquellas sensaciones de la serie. Antes solo veía y escuchaba las cosas a la lejanía, ahora comprendo los chistes, lo gracioso, lo triste, lo conmovedoras que resultaban esas historias. No podía dejar pasar esa oportunidad ¿Lo entiendes cierto?

¿Sí recuerdo el incidente? Claro que sí.

Posterior a esto que te conté es que sucedió aquello de los Cardaellaine, a unos días de iniciar la casería. Pero el día antes lo recuerdo perfectamente ¿Quieres que te cuente cómo pasó?

Estaba descansando en el comedor mientras el Príncipe se preparaba para salir por última vez a revisar los terrenos para la casería. Dicha tarea no debería haberle demorado más de unas cinco horas, por lo que estaría de vuelta para la cena.

El Príncipe salió de la tienda alegre pero algo preocupado, ya que yo había tenido una pesadilla la noche anterior, ¿No crees que es irónico, soñar con algo que pasará y no recordarlo? Supongo que fue el último intento de este mundo para apegarse a la historia original. Siguiendo con lo que te estaba contando. Antes de que dejara la tienda le até uno de mis lazos a su cinturón con la promesa de que me calmaría, eso lo tranquilizó otro poco y partió a su misión después de darme un cálido abrazo y unas palabras de alimento. Sé lo que piensas, quizás no debí haberlo dejado irse, pero solo soy una persona normal, también cometo errores, pero te prometo que ya pagué por todos ellos y traté de arreglarlo todo...

¿Quieres que siga?

Pues no muchas cosas pasaron hasta que Deirbhile fue a buscarme a la tienda, ¿La conoces cierto? Ella siempre fue tan linda conmigo pero no pude hacer nada por ella antes de todo esto, de hecho, ni siquiera la recordaba, por eso le di una bendición después y-y... y... y traté de arreglar todo con Lucius.

Esa tarde fue por mí y me llevó hasta donde estaba Lucius sentado, bajo un árbol y con una botella de alcohol en la mano. Me pidió que me acercara y arreglara las cosas con él ¿Sabes? Todo porque mi juego realmente logró que se llevaran bien entre ellos de nuevo, pero yo no tenía porqué arreglar las cosas con mi violentador... Pero bueno, todo sea para compensar que no pude hacer nada por ella, además, es tan buena persona, ¿Cómo le dices que no a alguien tan buena? Creo que por eso Lucius es tan aprensivo con ella. Saco lo buena persona de su madre, y Euhemeros heredó su inocencia. Vaya, entre esos dos podrás encontrar suficientes buenas razones para seguir viviendo, aunque Euhemeros es algo más radical en cuanto a proteger, pero, de todas maneras, sigue siendo un buen niño...