Dónde Sunoo ingresa a la Universidad de Seúl y no tiene dónde alojarse, hasta que su mejor amigo le propone vivir con su primo que reside ahí.
El único problema...
Es que Sunghoon es un alfa y él un omega.
¿cómo acabarán las cosas para Sunoo y Sung...
Cayó la noche en la residencia de los Park, quienes tenían como invitados indeseados al par más irritable que podían haber conocido. Después de aquella noche en la que llegó Jake, Riki y él habían decidido salir por unos tragos para "olvidarse de la situación incómoda" y sin pensarlo, ambos se habían vuelto amigos, por lo que ahora su punto de reunión era en la casa de Sunghoon.
—¿Ya se pueden ir?—Preguntó el menor viendo como sacaban un juego de mesa nuevo — No van a jugar otra cosa, ya es tarde y mañana Sunghoon tiene clases temprano — Les quitó el juego de las manos y lo dejó en la mesa, los vio con reproche mientras el alfa y beta no dejaban de mirarse esperando el regaño que ya conocían —. Por milésina vez, se van y si quieren vienen temprano a acompañarme pero están...
—milistindi i singhiin— Completaron con voz aguda en tono de burla. Sunoo los vio sorprendido por su mofa, formó un puchero y caminó hasta la puerta sin decir nada.
—Ahí está, se van o llamo a la policía.
—Mira como nos tratas Sunito, mal ahí— Se acercó el rubio alfa al levantarse del suelo.
—Son las tres de la mañana, idiotas. Dejen dormir—. Bufó el omega, aceptando el abrazo de los más grandes como despedida—. ¡Descansen!
La puerta de entrada se cerró, suspiró cansado, esos dos se las habían arreglado para meterse a su casa casi todos los días desde que se conocieron y ni privacidad le daban. Sunghoon resentía la estadía de Jake pero le había pedido que sea paciente y que cuando estuviera seguro de que todo estaba bien se iría y le contaría a su padre.
Vio al mayor echado en la cama, terminando de leer para su examen. Se tiró encima de él, siendo envuelto en sus brazos sin quejas, aspiró el aroma de su amado y sonrió sintiéndose seguro y en familia. —. ¿De verdad ibas a llamar a la policía? —. Preguntó el alfa sin dejar de leer. pero con un tono socarrón mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa ladeada.
— Creéme que sí, no te dejan estudiar en paz...Me preguntó si ya podré regresar a la universidad.
Sunghoon volteó su mirada — Depende si te sientes listo, podemos ir juntos y te recogeré.
Se enterneció por la preocupación en la voz del mayor pero negó— No tienes que hacerlo, amor, tú ya estás muy ocupado con todo, no quiero seguir sumándote responsabilidades. Es hora de regresar a mi vida—. Lo último había salido con un atisbo de duda, que fue rápidamente disipada por el beso que recibió, era dulce y lento, como siempre solía besarlo.
— Estaré para ti siempre, mi vida.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo—. Sonrió en grande el mayor, dejando ver sus lindos colmillos y en sus pequeños ojitos se formaron líneas, Sunoo no podía dejar de pensar que su alfa era la persona más hermosa que había visto en su vida. Lo amaba.
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