No Imaginaba 2. PERMANECER

Phobia. Parte 2

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Yibo se encontraba recostado sobre la cama de su hermano con Xichen a su lado. Se removió entre sueños llamando a Zhan de vez en cuando. Wen Qing le había asegurado que Yibo se encontraba bien y se había retirado para tratar a Cheng en otra habitación.

-¡Xiao!- llamó Yibo con voz estrangulada. Algo no le permitía respirar adecuadamente, su corazón latía desbocado y el miedo inundaba su cuerpo.

-Tranquilo, Yibo- Xichen trató de recostarlo de nuevo, pero Yibo luchaba con las pocas fuerzas que tenía, se sentía muy débil y temeroso, como pudo se puso de pie a pesar de las protestas de su hermano.

-¿Dónde está?- preguntó Yibo con voz alterada, podía notar el semblante entristecido de su mayor y su ansiedad aumentaba.

-Yibo, calma- trató de explicar Xichen sin atreverse a mencionar que el cuerpo sin vida de Zhan que se encontraba en la habitación del menor. La imagen del cuerpo del pelinegro aún le helaba la sangre. Aunque Yanli le había asegurado que pronto estaría bien, lo que había visto no lo mantenía tranquilo. Peor aún la idea de decirle a Yibo que Zhuliu le había cortado la cabeza a Zhan le partía el corazón.

Cang Se había ordenado colocar el cuerpo de su hijo sobre la cama y con manos temblorosas y lágrimas surcando su rostro tomó la cabeza cercenada y la colocó sobre el cuello creando una imagen totalmente horrorosa. La sangre se Zhan había manchado las blancas sábanas y repetía una y otra vez que su hijo despertaría pronto, como si ella también quisiera convencerse de aquello.

Xichen no soportó aquella escena. Tampoco pudo ir a la habitación de su tío donde su cuerpo sin vida descansaba en su lecho con una leve esperanza de que Xiao Zhan pudiera aún regresarlo a la vida, por lo que ahora se refugiaba a lado de su hermano rezando por no tener que explicar lo que había pasado.

Yibo se tambaleó en su camino a la habitación que compartía con Zhan. Al salir al pasillo, la casa le pareció aún más oscura y un leve sentimiento de muerte inundaba el aire. Las lágrimas salían de sus ojos incontrolables, aún no podía respirar correctamente y con la ayuda de Xichen abrió la puerta lentamente. La habitación estaba completamente vacía, pero algo llamó su atención, la cama donde había dormido con Zhan se encontraba un tanto revuelta, pero la gran mancha color carmesí en la parte superior lo hizo sollozar.

-¿Dónde está?- preguntó tomando a Xichen de las solapas. Su hermano también se encontraba en un tipo de trance, aquel agarre lo regresó un poco a la realidad.

-Tío- murmuró Xichen deshaciéndose de las manos del menor saliendo de la habitación con Yibo siguiéndole el paso.

Abrió la puerta de golpe encontrando a Yanli en brazos de Cheng que trataba de consolarla. Cang Se era sostenida por Feng Mian. Todos rodeaban la cama de Qiren, apenas bastó un segundo para que Xichen comprendiera que aquella leve esperanza de regresar a su tío a la vida había desaparecido. Cayó de rodillas frente al cuerpo de Qiren.

-Él no pudo hacer nada. Era demasiado tarde- explicó Cang Se a los recién llegados con voz queda.

Yibo tomó la mano fría de su tío con una tristeza que crecía a cada segundo. -¿Dónde está?- preguntó de nuevo sin ser necesario especificar a quién se refería.

Apenas las palabras salieron de su boca cuando el rugido de un motor se escuchó alejarse de la gran casa.

-¡Zhan!- Yanli corrió a la ventana llamando a su hermano.

Yibo apenas levantó la vista cuando de nuevo miró a su tío. No se movió.

Todos esperaban que Yibo saliera corriendo tras Xiao, pero no ocurrió. Lo miraron en silencio esperando su reacción.