CAPÍTULO 18

2.4K 170 50
                                    

Al día siguiente seguimos trabajando cada uno en lo suyo, pero particularmente, Hermione, Harry, Ron y yo queríamos que llegara ya la tarde para las clases con todos y hacer su patronus para defenderse de los dementores. 

De todas formas, no éramos los únicos que querían que llegara ya la clase porque durante toda la mañana los alumnos de Hogwarts no hablaban de otra cosa más que de la clase que íbamos a dar sobre los patronus.

Mientras se hacía la hora de la comida, seguíamos investigando lo que había pasado con los dementores porque no era normal que un día obedecieran al ministerio y al día siguiente atacaran a todo el mundo menos a los que de verdad tenían que atacar.

De momento no teníamos mucho, aunque sí que había alguna sospecha de algunos trabajadores de Azkaban, sobre todo de uno, Steven Horm. Por lo que había leído en uno de los informes que me había llegado esta mañana, Horm ha estado teniendo comportamientos extraños y al parecer cuando aún no había sido la fuga apareció "desmayado". 

Según dijo entonces, le habían golpeado muy fuerte en la cabeza provocándole el dicho desmayo, pero nunca vieron heridas en ninguna parte de su cuerpo, ni en la cabeza. Además de que tenía el acceso al lugar desde donde se controlan a los dementores. 

Sin embargo, necesito algo sólido para arrestarlo, no simples coincidencias y alguna prueba. Leía y releía todos los informes que me habían llegado de momento tratando de buscar algo, pero no veía nada que me pudiera servir como prueba firme. 

̶ Amor ̶ me llamó Hermione y bajé el informe para mirarla ̶ debemos ir ya a comer.

̶ Está bien, ¿luego son las clases no? ̶ pregunté y la castaña asintió ̶ ya quiero enseñarles el hechizo.

̶ Yo también, se parece a cuando hicimos el ejército de Dumbledore en 5º año ̶ recordó Hermione y se acercó a mí pasando los brazos por mi cuello y apareció una sonrisa en su carita hermosa ̶ también fue cuando tu patronus cambió a una nutria.

̶ Lo recuerdo muy bien ̶ aseguré sonriendo también y pegándola a mí ̶ ¿me pregunto por qué fue una nutria? ¿Alguna idea de por qué, señora Malfoy?

̶ Será porque me amas profundamente ̶ contestó Hermione acariciando mi nariz con la suya y me besó varias veces los labios con besos cortos ̶ vamos a comer.

̶ Por favor, tengo hambre ̶ susurré y me di la vuelta cogiendo a la castaña a caballito en mi espalda para ir hacia la puerta.

̶ Hay cosas que nunca cambian y una es que siempre tienes hambre ̶ rio Hermione apoyando la cabeza encima de la mía y acomodándose mejor sobre mí para no caerse ̶ vamos caballito bonito, tengo hambre también.

̶ Si señora, a sus órdenes ̶ dije en tono militar y ambas reímos. 

Fuimos al comedor y nos sentamos en la mesa de profesores. Me gustaba estar en esta mesa, siempre en Hogwarts quise ver qué se sentía estando aquí y pudiendo ver todo el comedor con las mesas y ahora sé lo que se siente y es una maravilla.

Los alumnos no paraban de hablar sobre la clase de patronus que íbamos a dar los chicos y yo después. Todos estaban super emocionados de aprender el hechizo y de que los salvadores del mundo mágico se lo enseñaran. Sobre todo era la última razón ya que teníamos muchos fans.

Obviamente mis hijos, sobre todo los gemelos y sus primos más pequeños, presumían de que sus madres y tías íbamos ser las profesoras y obviamente también les presumían a todos que habíamos salvado el mundo mágico en la 2ª Guerra Mágica. 

Se veía a simple vista que nuestros hijos estaban orgullosos de quiénes eran sus madres y me sentía feliz al saberlo y también al ver la cara de mi esposa cuando los escuchaba hablar de nosotras con tanta ilusión y admiración. 

No me importa la sangre (2ª parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora