1. Perdóname

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“Lo siento…” Dije, sintiendo mis lágrimas por mis mejillas. Habíamos llegado a casa. Después de la noticia mi padre nos había dejado estar juntos dos semanas y Nico no había dicho nada en el coche ni al llegar a nuestro apartamento. “No tenía otra opción.” Él se alejó y fue a la cocina. Me miré las manos, como si hubiera asesinado a alguien y tuviera su sangre en la piel, aunque era algo peor.

Nico regresó con dos bandejas para la cena. Trajo dos platos hondos con ensalada y se sentó en el sofá, sin esperarme. Me senté junto a él y comencé a comer. Nico puso alguna serie y comenzó a comer en silencio. 

“Lo siento.” Le dije en voz baja. Él me miró. Sus ojos eran ilegibles. No parecía enfadado ni triste. Ni feliz ni decepcionado. Tomó mi mentón y me besó con delicadeza, como si tuviera miedo a que fuera a romperme.

“Me duele.” Susurró, sin mirarme a los ojos. Quise decirle que no pasaba nada. Que siempre estaría junto a él. Que nunca le dejaría. Pero sería mentirle. 

“Lo siento.” Apoyó su cabeza en mi pecho, escondiendo su rostro, y respiró profundamente. Yo lo rodeé con los brazos y dejé un beso en su cabeza. “Nunca dejaré de amarte.” Y tras decir eso me quedé dormido.

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Me desperté sintiéndome vacío. Nico no estaba entre mis brazos y el apartamento estaba frío. Salí a la calle en busca de él cuando vi a dos chicos hablando en un parque. Eran Cyrus y Nico. Me acerqué y abracé por la espalda a Nico, provocando un gritito de susto.

“¡Will! Me asustaste.” Dijo, frunciendo el ceño. Por un momento recordé nuestras primeras citas. Solía fruncir el ceño así cuando contaba bromas pero luego se echaba a reír. Justo en ese instante Nico cambió la expresión, me abrazó y me dio un beso.

“¿Por qué te fuiste sin avisarme?” Le eché en cara. Me había molestado un poco ese hecho pero él sonrió tímidamente y me rodeó el cuello con los brazos (poniéndose de puntillas).

“Es que estabas muy tranquilo dormido y necesitabas descansar después de todo lo ocurrido.” Dijo, juntando su nariz con la mía. Me sonrojé un poco pero dejé un suave beso en sus labios.

“Podrías haberme mandado un mensaje para saber donde estabas.” Él sonrió de lado.

“Tienes el volumen de las notificaciones muy alto, seguramente te habría despertado, además de que tienes el sueño muy ligero.”

“¿Ya terminaron de coquetear?” Preguntó Cyrus, interrumpiendo nuestro momento. “Menudo par de pegajosos.” Solté dos risas y me separé de Nico, dándole tiempo a despegarse de mí.

“Perdón Cyrus, no quería molestarte.”

“Noooo, tranquilo, si solo me han dejado plantado diez minutos, no es nada, eh.” Dijo sarcástico.

“Hey, el sarcasmo me lo dejas a mí.” Dijo Nico mirando a Cyrus burlonamente. Por un momento Nico pareció olvidar que sólo estaríamos juntos dos semanas. Después de eso no podríamos volver a estar juntos nunca más. Aquello me entristeció. No quería separarme de él. “Oye Will, ¿ocurre algo?” Preguntó Nico, preocupándose.

“¿Qué?”

“Estabas mirando al vacío. ¿Seguro que estás bien? Si quieres volvemos a casa.”

“No… No. Tranquilo, estoy bien.” Mentí. “Bueno, ¿de qué hablabais?”

“Cyrus va a trabajar de psicólogo.” Dijo Nico, con los ojos brillantes. “Todavía no está contratado pero dentro de unos días tiene una entrevista y si todo va bien conseguirá el puesto.”

5. Prohibido (Enamorados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora