Cartas de amor (William x Yami )

Confesiones

Después de separarse del beso, Yami le dice suavemente- Solecito... ¿quieres salir conmigo?

KYAAAA – Un grito se escuchó entre los arbustos, el capitán de los toros negros estaba contando mentalmente hasta tres. Tanta paciencia no creía tener, sino... ya hubiera matado a sus subordinados hasta ese momento –

Yami espera un momento- William se deshace del agarre de Yami y se aleja un par de pasos.

Espera ... ¿Qué?- Yami se encontraba confuso , se sentía como si los que estuviesen observado la escena contuvieran la respiración. Por otro lado, el capitán del amanecer dorado se encontraba nervioso y saco con cuidado una hoja de su bolsillo.

¿Sabes?, una vez estuve ayudando a Rill con el papeleo de la orden de los ciervos. Me entrego un viejo diario de mi pertenencia, conserve esta hoja por si este momento llegaría a suceder. – Vageance realizo una breve pausa antes de continuar-

Reino Trébol- Sede de los Ciervos Ceniza

Día de misión 583

Nunca pensé tener un compañero en este lugar.

A pesar de que había escuchado rumores de que el chico era extranjero y tenía un humor de perros... He de admitir que fue un buen día.

Al llegar ambos a la orden después de la misión, fuimos recibido con vítores, me sentí alegre, aunque mi expresión denotaba tranquilidad y no emoción por tantos recibimientos.

En cambio, aquel chico de magia de oscuridad había vuelto a sonreír, en el momento en que dirigí mi mirada hacia él pequeños rayos de la luna se posaron en su cara. Provocando que su sonrisa se reflejara de auténtica forma.

Me ruborice ligeramente y mi pulso se aceleró.

Yami al notar mi mirada en él, se acercó para quitarme la máscara y me desordeno el cabello de manera divertida, ante su acción solté una leve risitas para volverme a poner la máscara de manera torpe. Por suerte el resto de los presentes se encontraban ajenos ante nuestros comportamientos, sino hubiese querido evitar preguntas acerca de mi marca.

-Lo hicimos William- Asentí con una sonrisa. Lo habíamos logrado, aunque nuestros caminos no fueran a encontrarse prontamente, ya sabía que estaba perdido por aquel chico de magia de oscuridad.

Si, acepto salir contigo –responde William después de leer la hoja y acercarse para besar de nuevo al capitán de los toros negros.