Futura Esposa

Único

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Se escuchan pasos por el pasillo, caminando en dirección a una habitación privada. Un hombre llamado Tengen Uzui reside en esa habitación para recuperarse de su batalla más reciente en el barrio rojo. Se perdieron tantas vidas, pero algunas se salvaron gracias a esa pequeña niña demonio.

Tengen no sabía el alcance de su fuerza, ahora que le faltaba un brazo y un ojo, pero sabía que podía dominar a la persona adecuada si llegaba el momento de defenderse a sí mismo ya sus esposas.

Bueno, dos esposas.

Suma no pudo ser salvada.

Los pasos se han detenido justo afuera de su habitación en Butterfly Estate. Se pregunta a quién han enviado hoy para darle su comida ya que las jóvenes se niegan a acercarse a él.

La puerta se abre con un portazo y ve cabello amarillo brillante y una bandeja en sus manos.

“Tienes que disculparte con esas chicas. No debería ser yo quien te traiga la comida. Zenitsu se queja, sus pies lo llevan más adentro de la habitación.

Lleva una túnica y se abre ligeramente cuando se arrodilla junto al futón de Tengen. Hay cicatrices sobre su pecho, y Tengen obtiene una vista perfecta de sus pezones cuando mueve la comida de la bandeja y la pone en la pequeña mesa a su lado.

Uzui está en una túnica propia. Su futón está situado en la esquina de la habitación, y él recuesta su espalda contra la pared mientras continúa mirando a Zenitsu terminar su tarea.

Zenitsu coloca la bandeja debajo de su axila mientras aún está arrodillado. "¿Nada que decir, pervertido?"

Tengen acaba de perder a una esposa, pero este joven se niega a leer la habitación y continúa sintiendo aversión por él.

es fascinante.

"Nada que decir, pero tengo una petición?" 

Zenitsu se pellizca los ojos con molestia. "¿Qué?"

Con su único brazo, le hace señas para que se acerque.

"No puedo acercarme mucho más".

"Usted puede." Él dice. “Deja la bandeja”.

Zenitsu levanta el brazo y la bandeja golpea ruidosamente contra el suelo. "UPS." Dice sarcásticamente.

Tengen solo sonríe. "Venir."

El joven se sube al futón y Tengen observa cómo se flexionan las piernas en sus músculos. Suma también tenía buenas piernas.

Zenitsu se acomoda junto a él con unos pocos centímetros de espacio entre ellos. Se ajusta la túnica con las mejillas sonrojadas y se vuelve hacia el otro hombre. "¿Qué quieres?

Una mano toca la rodilla del joven. "¿Me dejarás abrazarte?" 

Golpea la mano lejos. “Esa es una solicitud tonta. Ve a buscar a Shinobu o a alguna de tus otras esposas. Zenitsu se cruza de brazos con el ceño fruncido. 

“Sabes que mis esposas están ayudando con la restauración en el distrito”. Él dice, luego regresa su mano a la rodilla y juega con las partes internas de la túnica. “Además, Shinobu da miedo y no tiene el cuerpo que quiero sostener”. Mira a los ojos de Zenitsu.

Él mira hacia atrás.

Tengen se da cuenta de que su mano no es golpeada esta vez. remachado 

"¿Y yo?" Preguntó con confusión.