Colombia X Todos los demás hijueputas

A

Caminando por las calles de la ciudad de Bogotá se encontraba Colombia, con una imagen desalineada tanto en temas de ropa como en sí, el aspecto físico, pero algo a destacar era que sus ojos habían vuelto a dar su brillo regular de siempre.

- Hay mucha gente. -Dijo Brasil inclinando su cuerpo levemente hacia adelante hasta estar a la altura del hombro del tricolor-

- Creo que es normal, es mediodía y... Es Bogotá. -Respondió con fatiga en cada palabra, no era como si le aburriera responderle a Brasil, solo que simplemente estaba de ese humor desde que salió del apartamento-

- Tu padre me va a matar, se supone deberíamos haber llegado hace dos horas.
-Volvió a tomar palabra Brasil mientras que se agarraba la cara con desesperación.-

- No le tengas miedo al viejito nen, mientras estés conmigo... -Sujeta la muñeca de la mano con la que se estaba agarrando la cara su contrario y la retira suavemente de su rostro- No creo que se atreva a hacerte daño.

- Tu crees? -sonrisa nerviosa-

- Deberá ser así -sonrisa directa-

Luego de haber caminado unas tres cuadras llegaron a lo que seria una gran casa de tres pisos.

- Sabes quiénes están dentro Brasil? -dijo sin apartar la mirada de la entrada-

- Los latinos estamos asignados a la planta superior, el tercero, ahí mismo en dónde se encuentra su señor padre, en la segunda planta por lo que alcanse a observar estaban organizados toda la familia gringa, Francia, U.K, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y el señor Usa, aunque también alcancé ver a Italia, Rusia y Alemania. Está primera planta están algunos representantes del continente asiático, así como India, China, Taiwan, Pakistán, Corea del Sur y Japón.

- Fuaaa... Que pereza toda esa gente -rodaba los ojos-... Espera... Japón -un aliento inconscientemente entrecortado salio de su boca-

- Pues... Si, ella está aquí.. -Miraba con detalle al contrario-

- Ella...

- COLOMBIAA.

Gritó una mujer de piel tan blanca como el color de la casa.

- Supongo que te dejo para que hables con tu amiga -comentó Brasil para emprender paso hacia la entrada-

Pasaron muchos pensamientos al mismo tiempo en la cabeza de nuestro cafetero pero ninguno tan violento como la caída de para atrás que se metió por el tosco salto de esa mujer hacia su pecho.

- Corea -intentaria no enojarse con la tan importante damisela pero ese salto fue muy innecesario-

- 안녕하세요 콜롬비아

- Hola corea, que placer verte tan de cerca -decía refiriéndose a la incomoda posición en la que estaban, estando corea por su parte sentada encima de la cintura de Colombia-

- Oh!! -se aparto tan rápido como si le hubiesen dicho que había un bicho cerca de ahí- 

Ya parada un poco apartada de su contrario empezando a limpiar el polvo inexistente en su falda, accion qué hacía para reducir su vergüenza.

- Tranquila -se paraba despacito mientras miraba a la conocida- tiene sentido tu manera de reaccionar -sonreía para no incomodar mas a la pobre dama llena de nervios-

- Perdóname, fue la emoción del momento, no pensé que fueras a venir ya -ahora llevaba una de sus manos a su melena para ya ahí empezar a envolver entre sus dedos algunos mechones-

- No tengo muy buena fama en la puntualidad, créeme que lo intento pero no se porque mis planes siempre resultan en una perdedera de tiempo.. Ademas el mensajero se demoro mucho -decia lo ultimo con el toque de dramatismo que lo caracterizaba-