11. Chasing cars

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Los días siguieron pasando su curso, y Horacio trató de adaptarse de nuevo al ritmo. Era un jueves como otro, y se encontraba junto a sus compañeros limpiando los cristales de una oficina que había contratado a su empresa.

Últimamente se llevaba mejor con ellos, había dejado de ser tan duro y no dejar entrar a nadie, si pretendía dejar atrás el pasado, debía esforzarse en formar una nueva vida. A pesar de eso, seguía teniendo esa relación de amor-odio con el menor de los hermanos.

Horacio continuaba su tarea con diligencia, hasta que la voz de Loki (o Flanders, como a él le gustaba llamarle) captó su atención.

-¿Sabéis qué? Mañana me voy a hacer rico.

Tanto Horacio como el otro hermano dejaron un momento de hacer sus tareas y le miraron con confusión.

-¿Vas a trucar la lotería para que te toque?- Se burló Sigurd.

-A este qué le va a tocar... ¿Vas a asaltar un banco? A ti te pillan enseguida.- Continuó Horacio.

-Sois muy graciosos los dos, pero no. Voy a invertir en un negocio nuevo.

-Pero explícalo y deja de hacerte el misterioso.- Insistió Horacio. Que intentara ser menos duro no quitaba sus manías de siempre.

-¡Es que no me dejas!- Se quejó, observando a los otros dos mientras reían.- Tengo un conocido que ha empezado a montar un negocio de criptomonedas, mañana quedaré para que me cuente más.

-¿Vas a invertir en eso, en serio?- Preguntó su hermano algo incrédulo.

-Por supuesto, es una oportunidad que no pienso dejar pasar.

-Pero si eso suena a estafa más que a otra cosa.- Horacio continuó con el trabajo, mientras escuchaba la conversación.

-Que no, el valor de la moneda va a crecer en poco, vosotros también podríais invertir.

Horacio reprimió una risa. Si su situación económica fuera como antes, no dudaría ni un segundo en meterse de cabeza, a sabiendas de que era una estafa o un negocio poco fiable, simplemente por diversión.

-No tengo dinero ahora para eso, Flanders.

-Pero si inviertes lo tendrás ¿Nunca has invertido en nada? Esto te dará beneficios en nada.

-Suenas como uno de esos anuncios de "¿Quieres ser tu propio jefe?".- Intervino Sigurd.- Y que sepas que luego no te voy a dejar nada cuando pierdas lo que has invertido.

-No necesitaré porque no voy a perder, las cykacoins son el futuro.

-¿Las qué?- Horacio ya no podía aguantar su risa.

-Pues la moneda en la que voy a invertir, bobo.

-Yo tengo que ver eso ¿Puedo ir a mirar a la reunión?- No iba a invertir porque no podía permitirse perder dinero a lo tonto, pero nada le prohibía saciar su curiosidad.

-No creo que haya problema, igual así te animas a participar.

-No, pero así veo como te estafan en la cara.

Aquello hizo que se ganara una mala mirada por parte de Eivor.

-¿Tú trabajabas limpiando un bar por la noche, no? Me parece que tendré allí mi reunión, para que luego limpies lo que ensucie.

-Los viernes a la noche no trabajo, bobo. Si me pasas a buscar iré.

-¿Pero aún no tienes coche?

-Es malo para el medio ambiente.

-¿No será que no tienes dinero?

Sigurd simplemente suspiró y volvió a sus tareas, dejando que los otros dos volvieran a sus discusiones habituales.

When you're gone - VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora