𝐇𝐄𝐑𝐎𝐒 ‹ sanzu + takemichi. ✔

💝:˖◖mi héroe ٭ santake / parte uno (i) ❜༄

Takemichi = 8 años.
Sanzu= 7 años.

Un niño de cabellos negros utilizando una capa roja atada en su cuello, se inclinó ante la estatura mediana del albino. Mostrando una preocupación y curiosidad en sus ojos inmensos zafiros, venía vigilando las zonas del vecindario en busca de su siguiente misión sobre rescatar a las víctimas sometidas bajo los crueles y sensatos abusos de sus bravucones, ¡no hay quien pudiera detener al héroe Takemichi! Él siempre aparecía justo a tiempo para defender a los demás.

Incluso si fueran grandes de tamaño y de fuerza, nada de eso le impedía rendirse fácilmente.

A pesar que por más que se esforzara, recibiera un total de cientos golpizas en su rostro no obstante, al menos conservaba una sonrisa de orgullo al ver que las personas a quien protegiera, salieran ilesas de la lucha.

En eso que estaba silbando a medida que se acercaba en el parque que solía reunirse con su compañero, escuchó en seguida varios sollozos por venir en los Juegos. Takemichi fue a revisar quien era la persona que creaba los ruidos y sus ojos se abrieron de sorpresa que había un niño cubriendo su rostro entre sus piernas y brazos, dejando salir uno que otro sollozo de su boca y sin pensarlo, se acercó para revisar que no estuviera herido.

"¿Por qué estás llorando?"

"n-no estoy llorando..."argumenta el niño rapado limpiando de forma ruda sus ojos con ayuda de sus muñecas.

El azabache formó una simple "o' en sus labios.

"¿pasó algo malo?" preguntó con inquietud, el menor de estatura no dijo nada. Su cuerpo tomó postura para decir lo siguiente. "¡Ah, ya sé! ¡Juguemos juntos!" expresó alargando una sonrisa amistosa extendiendo sus manos intentando alegrarlo. El niño parpadeó emitiendo un sonido de confusión. "Mi nombre es Takemichi."

La mano del pequeño héroe de la vecindad fue extendida hacia él sin borrar esa sonrisa llena de alegría y bonita.

"... Haruchiyo." contesta dejando escapar un leve sudor sobre la sien de su frente, aceptando torpemente el saludo.

"¡encantado de conocerte, Haruchiyo! ¡Ahora ven, vamos a jugar!"

La gentileza de ese niño de copete hacia arriba, provocó un leve sonrojo en las mejillas del ojos azulinos, sus ojos comenzaron a picar le nuevamente queriendo llorar, una persona le ofreció invitarlo a jugar con él después de mucho tiempo, por fin lograba estar con alguien que no fuera su hermana y sus dos únicos amigos.