𝑼𝒏𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆 [Fanfic Trilogía Hidalgo]

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Magnus Blake, un hombre adulto que llevaba años encima, con la mayor parte de su familia muerta, la persona que amaba desaparecida.

Durante todo el año había visto a la niña que sobrevivió era una Bovés, además sabía que ella le había entregado la piedra al Patrón.

Lo que no comprendía, era porque la hija de los Hidalgo había terminado siendo una serpiente en vez de una tucana.

Después de haberlo pensado durante bastantes días, había terminado teniendo una reunión con sus profesores restantes. Al decirles su inconformidad con que la niña joven era una serpiente desencadenó reacciones negativas hacia su persona

Lila había dicho como:

"El sombrero fue quién eligió su casa, ni tú ni nadie puede cambiar eso"

"¿Acaso tratas de convertir a la niña en una mártir?"

"Espero que no trates hacer algo contra los Montenegro quienes la cuidaron bien durante bastantes años aún sin estar obligados a hacerlo"

"Será mejor que dejes ese tema en paz Magnus Blake o tendrás que conocerme nuevamente"

Las amenazas de la profesora de ciencias naturales habían sido bastante efectivas.

Con los demás profesores solo obtuvo respuestas más cortas pero no positivas.

"Director, si la niña es una serpiente no creo que haya problema"

Fueron las palabras de Tamara.

"Tener a buen estudiante en su casa...Emily y Klaus deben estar bastante orgullosos, casi le envidio"

La respuesta de Cárdenas.

"Yo...No sé si debería hablar de esto"

La respuesta de Rachel quién al final no dió una respuesta convincente.

"Definitivamente la niña debe quedarse donde está"

Perdió toda oportunidad cuando Samoa le contestó.

Titus ni siquiera había podido hablar para expresar su opinión, Sisoli había huído de ella para evitar responder su pregunta.

De algún manera había evitado que Bovés tuviera tenido la copa de las casas este año, sin embargo sabía que de alguna manera que no podría el año siguiente. También de alguna manera sabía que el Patrón volvería a actuar el siguiente año.

Quizás y solo quizás, podría estar equivocado con sus decisiones

Sin embargo, lo que aquel hombre sabía, que era que poco a poco estaba perdiendo la guerra contra una niña de once años en crecimiento y así como había logrado reunir buenos aliados de su lado.

Nyx se encargaría de llevarlos al suyo

***

—36...—una voz susurró sin poder creerlo lo que veía—.¡Son 36!

Comenzó a gritar sin poder creerse aquello nuevamente, comprobando más de una vez, el número era 36.

Ara y Emmeline observaba aquello sin comprender la importancia de aquel número y la simple carta que tenía en mano.

—No le hagas caso Ara, es solo un puto número, pero quiere hacer un drama show—la persona a su lado explicó.

—¿Pero que tiene la pinche carta que la hizo gritar de esa manera?—cuestionó observando a la joven mayor que él por siete años.

—No crea que sea prudente que preguntes joven Servín—otra persona opinó.

—A todo esto, ¿que se supone que hacemos aquí?—cuestionó una voz un tanto molesta.