¿Cara bonita? ¿Rubia engreída? ¿Bully?
Sí, esa es Leyla.
Una chica que estaba consciente de todos sus errores, tanto del pasado como los del presente. Sabía que en algún momento tenía que afrontar las consecuencias, pero... no esperaba que las enfre...
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¿Novia de mi profesor de literatura? Jamás lo hubiera pensado, ... ni siquiera lo habría imaginado.
¿Todo un año sin Samantha y sin Melany? Seguro que hubiera pensado que no iba a sobrevivir.
Pero lo hice y aquí estoy, escribiendo un intento de cartas para mí y empacando maletas y cajas para mudarme de mi lujosa casa junto con mi padre. Por otro lado, mi madre aprendió a usar Instagram debido a la gran cantidad de historias que sube con sus fotos en diferentes partes del mundo.
Ella y mi padre, quedaron en que viajaré a París o ella volverá para poder verla, por lo menos cada fin de mes.
¿Qué más puedo hacer?
Mi madre no tuvo una juventud cómo en realidad quiso tener, así que en estos momentos está viviendo como siempre soñó; sin compromiso y sin hija.
Y, no estoy molesta, yo también siento que el aire ha vuelto a mí desde que ella se fue. Era un daño recíproco.
Sobre mi foto íntima con Rodrigo, se podría decir que una vez que publicas algo en Internet, no hay vuelta atrás, pero que mi padre se haya enterado fue mucho peor de lo que imaginé: Recibí una charla ardua por su parte sobre métodos anticonceptivos. Fue de lo más incómodo de mi vida.
Lo positivo que logré rescatar de esa charla fue que me contó la historia de él y de mi madre.
Tan jóvenes, pero con tantas ganas de llegar a envejecer juntos.
Siguiendo con el tema de mis ex mejores amigas: Melany sigue creciendo en redes sociales, haciendo vídeos y post sobre maquillaje y algunos se convirtieron muy controversiales porque criticaba el maquillaje de celebridades en diferentes eventos, pero si eso es lo que le gusta hacer, me alegra, ya que por lo menos, dejó de sacar secretos a la luz que no es de su incumbencia. Me enteré de que estaba estudiando Marketing después de haber perdido un año debido a su expulsión.
Ahora... Samantha, ella sigue recibiendo terapia y decidió estudiar psicología. Me alegro que haya pasado de página y se haya convertido en una persona nueva.
Rodrigo, sigue intentando conseguir el perdón de Raquel. Fue un completo idiota de haber roto la confianza que ella tenía hacia él. También fue un idiota por haberla hecho esperar hasta que cumpla con su inútil venganza.
Por cierto, me alegro de haber terminado en buenos términos con él. Algo que creía imposible, pero ambos sabemos que éramos muy jóvenes para entender sobre que el amor es mucho más que decir «Te amo».
La felicidad de Penny era la mía, así que me pone muy contenta verla con mucha pasión en su carrera.
Y mi hermosa Teffy, al fin se decidió por aceptar la oferta de la madre de Freddie. Le propuse que el nombre de su pastelería se llamara «Pastefany», pero me dijo que era una idea ridícula.
Y bueno, su relación con Axel está muy estable. Su madre, quiero creer que se rindió de controlar a Axel, porque ya no estaba pequeño.
Ambos están cuidando del gato de Teffy, decidieron llamarlo Teffaxy... Las razones son obvias. Pero bueno, supongo que son felices; suben varias fotografías en Instagram con su amada mascota.
¿Y yo? ¿Y mi Greyann?
Estamos muy felices. Nuestra historia recién empieza y espero que no termine.
Yo por ahora, sé que estoy dispuesta a afrontar cualquier dificultad porque él me lo hizo creer.
Pasé tanto. Me merezco que me dé mi amor a mí misma y no dejar que nadie diga que no merezco lo que tengo.
Cerré el pequeño diario que Greyann me había regalado en la exhibición de arte, después que me pidió ser su novia.
Todo empezó con cartas y lo terminaré con un diario.
Me senté en la silla de mi escritorio y suspiré. Sostuve la pluma para recoger y expresar algo que me va a ser de mucha utilidad ya que si no me animo yo misma, nadie más lo va a hacer.
Quiero leer esto cada vez que duda de mí:
Este año fue doloroso y maravilloso.
Se alejaron amistades que creíste que iban a estar para siempre. Conociste a personas con las que jamás pensaste en coincidir. Las conociste, y las conociste de verdad. Te permitiste ver más allá de las primeras impresiones y de los chismes de los demás, a pesar que eso es lo que hacían contigo.
Aprendiste a soltar el pasado. Aprendiste cuándo hay que dejar ir a alguien. Supiste ir en contra de lo que tu madre te imponía cuando sabías que eso no te iba a llevar a lo que tú querías lograr.
Estoy orgullosa de ti, Leyla.
Quiero lo mejor para ti. Sigue haciendo lo que te hace feliz, como te lo dijo tu padre.
Aún queda mucho por aprender en este juego tan duro llamado vida, así que no te apresures y no te sientas mal por los errores, aunque sea muy cliché: Mediante los errores, uno aprende.
Con cariño, para ti, reina, que aprendiste a crecer cuando todos te hacían menos.
P.D. Simplemente te amo.
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