Soy Amelia Wesley, tengo 17 años y vivo en Los Ángeles, California. Soy la menor de dos hermanos: Tatiana Wesley y Jorge Wesley.
Nuestro padre falleció hace dos años en un accidente de auto. Mi madre se ha encargado de criarnos bien y darnos un buen ejemplo; ella trabaja mucho, es enfermera por lo que tiene que cubrir guardias o cuando pide horas extras- esas veces ella no llega a dormir-, mis hermanos han tratado de cuidar muy bien de mi.
Tatiana Wesley, tiene 20 años. Trabaja de secretaria en una empresa de diseño gráfico. A ella le encanta todo eso de dibujar, mezclar, bla, bla, bla. Estudia la universidad, apenas entró, por lo cual no lleva ni un año y dice que ya se quiere morir y abandonar la universidad- si les soy sincera, temo llegar a esa edad.
Y por último Jorge Wesley, 25 años, ya terminó la universidad, es abogado. Trabaja en un gran bufete de abogados aquí en los Ángeles. Gana muy buen dinero, una parte de su sueldo se lo da a mamá para poder pagar las cosas de la cosa; no ha tenido muchos casos, lo máximo que lleva son 4- creo, al menos que sean 2, no lo recuerdo-. Entre ellos dos le ayudan a mi madre con los gastos de la casa, mientras que yo ayudó en mantener mi beca del instituto -eso es por calificación, en conducta...es harina de otro costal.
-Amelia, quita esa cara por favor- dice mi madre.
No retiro la vista de la ventana, estoy molesta, molesta es poco, estoy muy enojada. Me manda a mí, con mi tía Marilyn- que es muy del templo junto con su hijo el muy santito-, es un tipo pueblo que está en Malibú, dónde literalmente no hay casi nada. Podría apostar que no hay ni siquiera internet.
-¿Cómo quieres que esté feliz madre?- le reclamo - Se supone que estás vacaciones de verano las iba a pasar con Florence.
-Sabes que cada año uno de ustedes tiene que ir con la tía Marilyn, el año antepasado le tocó a tu hermano, el pasado a tu hermana y ahora te toca a ti- malditos turnos de venir a visitar a la tía Marilyn, los odio.
El camino de carretera es de más de 30 minutos, pero son los 30 minutos más largos de mi vida.
Pasamos casas, árboles, iglesias- cada que las veo son como si fueran un maldito monstruo, donde voy a ir toda una semana -, más casas y más árboles, supermercados... Hasta que nos adentramos en una pequeña carretera en dónde van desapareciendo casi los árboles.
"Bienvenidos a Big Rock"
Jodete Big Rock, serás mi infierno por 5 días.
-Madre, podemos decir que me empecé a sentir mal de la panza, vomité en la carretera y que por eso nos regresamos a la casa- es lo único que se me ocurrió -. No queremos que la tía Marilyn se enferme o ¿Si?
Pongo una cara de angelito y mi mejor sonrisa, no quiero ir con ella.
-Buen intento pero no va a funcionar- sentencia mi madre.
-Ahg.
-La tía Marilyn te quiere mucho, no entiendo porque...
-¿Por qué? Porque cuando le dije que me puse un piercing en la oreja literalmente me aventó agua bendita y dijo: "Sal demonio del mal y deja a mi sobrina en paz"- digo la frase como si estuviera imitando la voz chillona de mi tía.
-Bueno... debes entender que ella no está acostumbrada a ver eso- la justifica.
Eso a mí no me importa, se que tiene unas tradiciones y gustos diferentes pero no era necesario el agua bendita, el rosario y la biblia. Ella me estaba haciendo un exorcismo, seré un desorden de persona pero se que no tengo al diablo dentro de mí.
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La Semana De Amelia
Short StoryUna historia corta pero divertida. En una semana no te puedo cambiar la vida y tu forma de pensar...¿O sí? Amelia una chica algo reservada que fue de vacaciones con su tía la religiosa. "Solo es una semana, no es para tanto" piensa ella, más en cam...