Kaigaku no pudo creer que Uzui estuvo a punto de decirle al anciano "lo que había hecho" ¿Acaso no pensaba en todo el mal y escándalo que provocaría? Con él siendo despedido tan pronto del puesto se encargaría de que todo apuntara hacia Zenitsu como el responsable, la prensa iría tras su patético pichón y se rompería a llorar enseguida. Ni siquiera tendría que hacer mucho para que Zenitsu terminara siendo el deshonroso pupilo borracho que nadie querría como director.
—Ya ni siquiera entran las llamadas. Kaigaku ¿De qué estaban hablando?–.
—No lo sé abuelo, quizá Uzui no me deje jugar el papel de tío. No nos llevamos bien– salió de la habitación mientras se despedía con la mano.
Harto y asqueado de ver que un feto hace que Kuwajima esté mil veces más contento que con todos sus logros y arduo trabajo en la academia, rebuscó en su celular las fotos que podrían ayudarlo a que se equilibre la balanza.
Si él no es feliz ni obtiene el reconocimiento que se merece, entonces nadie será feliz. Sólo necesita de un ayudante que le sirva de chivo expiatorio.
Alguien tan estúpido como útil sólo podría ser alguien de la misma escuela en que trabajan el par de idiotas, así que dedicó un par de días para observar a los candidatos, descuidó mucho sus labores como director pero estuvo seguro de que valdría la pena cuando pudo encontrar a quien lo ayudaría.
Necesitó seguir a una joven maestra hasta su hogar, con todo el cuidado y sigilo para no ser descubierto, no debe tomar nada a la ligera si quiere que su juego salga bien. Tomó todas las precauciones necesarias y hasta pensó en más, compró una gran jaula y un celular desechable. Todo valdrá la pena una vez que llegue el momento de usar las fotos que tomó a Zenitsu desnudo pero no por ello se va a precipitar.
Esperó un buen día, se aseguró de no ser visto por persona o cámara alguna y entonces rompió con ira la puerta de cristal que une el patio trasero con el hogar de la dulce maestra Tamayo.
Un gato pequeño y esponjoso llegó en cuestión de segundos, alerta por lo que irrumpía en su hogar sin saber que terminaría dentro de una jaula por semanas enteras.
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A una semana de que decidiera no realizar la prueba de ADN, Uzui Tengen se sentía con los nervios de punta a causa de algún estúpido sin algo mejor que hacer.
"Uzui Tengen es una perra que no debería reproducirse".
El texto hecho con tinta negra permanente en toda la puerta de un baño exclusivo para maestros iba acompañado de otro en tinta roja:
"Agatsuma Zenitsu debería buscarse algo mucho mejor".
El señor Urokodaki estaría mucho tiempo en el baño porque aquello estaba escrito en cada cubículo del baño. Le pareció a ambos que quizá algún alumno consiguió entrar a hacer la travesura, preferían no pensar que un adulto jugaría esas bromas.
—Vaya, algún admirador de Agatsuma se pasó de la raya– Sabito se asombró al entrar y ver todas las puertas marcadas.
—Estás en el mismo bloque que Zenitsu ¿Has visto algo más así?–.
Sabito recordó que Zenitsu ha estado encontrando flores en su escritorio los últimos días, una cada día.
—No, pero sí lo de tus flores, lo tienes muy bien atendido. Quizá eso hizo enojar a alguien. No le tomes importancia, un verdadero hombre no haría estas tonterías–.
Casi le estalla una vena en la frente del disgusto. Uzui no le ha dado flores los últimos días y tampoco es que se las haya visto o que Zenitsu le haya agradecido el regalo pensando que fue él.
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Posiblemente padre
FanfictionLa vida de seis personas cambió por completo a partir del momento en que dos donceles, Giyuu y Zenitsu, quedaron en cinta. El nombre de Giyuu estará en boca de toda la escuela cuando se descubra el drama de que los profesores de matemáticas y de his...