Capítulo 12. El traje gris.

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     De regreso a casa solo llegamos Rachel y yo, ya que Adam y Lena fueron a celebrar su inicio de noviazgo

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De regreso a casa solo llegamos Rachel y yo, ya que Adam y Lena fueron a celebrar su inicio de noviazgo. Mi hermana se encerró en la oficina para continuar una tarea pendiente y le avisé que después de la una saldría con Ronald.

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La hora que tanto había deseado que llegara lo hizo. Ronald ya estaba en mi casa y lo recibí en la entrada con un beso desesperado que él tuvo que detener.

—Dios mío, Aurora, intento ser tierno contigo, pero con esto me haces sacar mi depravado sexual interior —comentó con una sensual sonrisa que me hizo reír.

—Ambos me gustan —respondí.

Él se rio, agachando por un momento la mirada y luego la fijó en mí.

—Apuesto lo que sea a que tu favorito es mi depravado interior.

Me reí y con eso él confirmó su teoría.

Entró un momento a la casa mientras yo guardaba algunas cosas en mi bolsa. Apenas noté que él no dejaba de ver hacia afuera, moviendo la quijada lentamente de un lado a otro.

—Hay un Mazda rojo allá afuera ¿Tienen visitas?

Sacudí mi cabeza de inmediato.

—A papá se le ocurrió regalarme un auto y es ese —le informé—. Fue una mañana bastante intensa.

—Soy todo oídos —dice al abrir la puerta para dejarme pasar primero.

—Te cuento en el camino.

     No pude avanzar mucho porque uno de sus brazos me rodeó a la altura de mi abdomen para atraerme de regreso sobre mis pasos.

—De pronto siento la necesidad de descansar durante nuestra salida. Esta vez manejas tú.

Abrí mis ojos como platos y volteé a verlo mientras rebuscaba en el tazón rojo de una mesita la llave que correspondía a mi auto para después entregármela.

— ¿Que yo qué?

Esbozó una sonrisa llena de malicia.

—Tú manejarás, princesa.

—Ronald, creo que no sabes lo que dices yo no sé conducir bien, no lo hago desde los quince.

—Es momento de retomarlo, no creo que sea tal malo.

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— ¡El tope! ¡El tope!

No frené a tiempo y pasamos con hostilidad el tope que Ronald me señaló.

—Eres testarudo, te dije que no sé manejar bien ¡Y no me grites!

2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora