desvanecido

9. secretos.

Como un círculo vicioso, Haechan parece estar dando vueltas en el mismo lugar. Pensando en su mejor amigo, en la razón detrás de su desaparición y tratando de conjeturar alguna idea que pueda darle una pista de cuál podría ser su paradero. Pero siempre que parece encontrar una pista, vuelve al punto de inicio. ¿Por qué? ¿Por qué pareciera ser que la historia no avanza, que el ciclo se repite?

Porque la respuesta está no en el dónde, sino en el por qué.

Todos pueden ser culpables, como puede serlo uno, como puede ser ninguno.

Y las respuestas, están en esos porqués.

¿No has podido encontrar una respuesta? Puede ser, quizás, que tal como Haechan, has estado pensado en el dónde, no en el por qué. Porque esto se trata de revelar, no de encontrar. Los secretos abundan, las respuestas escasean.

Y si no lo encuentras pronto, puede ser demasiado tarde.

¿O ya es tarde?

DÍA 7

—Si se entera armará un alboroto, no se lo digas.

Oyó a las lejanías. Esa voz se le hacía conocida... ¿estaba despierto o seguía durmiendo? Sentía que estaba dentro de un sueño, pero al mismo tiempo, despierto. 

—Con la apariencia que tiene se va a enterar sí o sí, tontito —espetó la segunda voz, en un tono sarcástico. 

—Oh, por el amor de Dios, ¿puedes dejar de ser tan sarcástico? No es momento.

—Sí, lo siento. Estoy nervioso. —Su risita temblorosa resonó ligeramente, y Haechan la reconoció al momento. Era Taeyong.

Las voces se oían lejanas, pero al mismo tiempo, tan cercanas que sentía que, si extendía su mano, podría tocar a la persona que estaba hablando.

¿Qué fue lo que pasó? Se preguntó entonces. ¿Estaba soñando? ¿Estaba despierto? Se sentía como en un estado de sueño y vigilia del cual no era capaz de desprenderse. Sus sentidos funcionaban, su organismo lo hacía, pero su cuerpo aún no era capaz de reaccionar a sus órdenes.

Le dolía la cabeza, las punzadas eran fuertes y repetitivas. ¿Acaso se golpeó? ¿Qué fue lo que pasó y por qué no lo recuerda?

—Estamos hablando de algo serio, joder —continuó. Reconoció su voz como Doyoung, por su agudeza y textura aterciopelada—. Esto es grave, y si llega a enterarse, ¿sabes lo que le va a pasar? Lo enviarán a...

—Shh... calla, está despertando.

Por fin pudo abrir los ojos, y al ver a su alrededor, reconoció el lugar como su habitación. Doyoung, Johnny y Taeyong estaban sentados en la cama contigua, mirando a Haechan con seriedad, como si tuviesen mucho que decir.

Esto no podía ser nada bueno.

—¿De qué estaban hablando? —preguntó de inmediato. Su voz se oyó ronca y rasposa. La pregunta sobre cuántas horas duró su sueño surgió en su cabeza.

—¿Qué escuchaste? —saltó Doyoung de inmediato, mirándolo con los ojos como platos.

Johnny le propagó una mirada tensa, Taeyong detuvo su alteración con un apretón en su muslo.

—Nada... es decir, los oí decir que no deberían decirme algo... pero no sé qué. —Su voz se oyó ligeramente suave y sus palabras lentas, intimidado por ellos.