Capítulo 18

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-Entonces, dejenme ver si entendí- Dije mirándolos a ambos -Tú ya sabías que él era mi hermano- Hice una pausa -Bueno, medio hermano- Charlie asintió y el chico bufo, pero lo ignore -Y tú- Señale a Cameron -Me encontraste gracias a ella- Ahora él asintió con cara de fastidio, otra vez.

Lo mire mal.

No es mi culpa que me suelten toda esta información de golpe y me cueste trabajo procesar todo esto.

Después de que Charlie apareciera, me explicó toda la historia de como se conocieron; Cameron la contacto días después de que yo entrara en protección de testigos y ella logró que le dijera toda la verdad (o hasta donde sé) sobre que era mi hermano usando sus, ya muy famosos, trucos de persuasión a lo Charlie Eastwood.

Cuando pasó lo de... Lucí, (ambas soltamos un par de lágrimas al recordar lo que pasó) idearon un plan donde Charlie engañaba a los policías para que la enviaran conmigo y así estar juntas cuando me enterara de todo.

Durante casi todo ese mes, ellos siempre estuvieron juntos y crearon algún tipo confianza entre sí. Es una extraña amistad pero ellos parecen no tener problema con ello.

Y eso es bueno. Con tantos problemas encima, uno más no es necesario.

Sólo me quedaba una duda.

-¿Por qué me trajeron aquí para decirme?- Dije refiriéndome al departamento donde viví toda mi vida.

-Fue idea suya, preguntale a ella- Se excusó mi... hermano, recostandose de nuevo en el sofá.

Todavía me cuesta trabajo adaptarme a llamarlo de esa forma.

Charlie lo fulmino con la mirada, pero éste ni se inmutó.

Debo admitir que esa actitud de me vale todo... me agrada.

-Porque este lugar es seguro- Contestó mi amiga con simpleza.

-¿Seguro de qué?- Fruncí el ceño.

Cameron gruño y se pasó las manos por el cabello con frustración.

-¡De Peter, Amanda, de Peter!- Dijo totalmente exasperado.

Me encogí un poco en mi asiento por su repentino cambio de humor. Aprete los puños y me di cuenta de que todavía tenía el sobre que Cameron me dio entre mis manos.

La observe por unos segundos, debatiendome entre hacerle caso a Cameron o abrirlo en este mismo instante y saciar mi curiosidad.

-Tranquilo Cam- La voz de Charlie me trajo de mis pensamientos. Golpeó él hombro de Cameron en forma amigable -Apenas lo está entendiendo- Le sonrió. Cameron la miro por un segundo para después exhalar y enfocar su mirada en mí.

-Recuerda que Peter no sabe de mi existencia, y esperamos que continue así- Dijo ya más calmado. Asentí.

Me perdí en mis pensamientos unos minutos.

Cameron es mi hermano... bueno, medio hermano, pero no tiene sentido llamarlo así porque al fin y al cabo tenemos la sangre del mismo imbécil corriendo por nuestras venas.

Charlie sabía todo y cuando me encontró... bueno, no me mintió porque por lo que entendí, ella si fue a la comisaría y si está en protección de testigos.

Solo fingió cuando conocí a Cameron, pero ya está todo aclarado.

Todavía me cuesta creer que ese maldito tuviera otro hijo del cual no sabía... bueno no sabe aún.

Y aunque lo supiera, sé que no se haría responsable.

Con nosotras se quedó solo porque necesitaba un techo donde vivir.

-¿Mandi?- Me llamó mi amiga -No le digas nada a Cardenas y Smith aún- Dijo temiendo por mi reacción. Lo dije antes... Charlie me conoce demasiado bien.

-Está bien- dije después de sopesar la idea.

Nunca los puse al tanto de las veces que me topé con Peter, ni mucho menos sobre las amenazas, así que no tiene sentido decirles ahora.

Además, quiero ver sufrir a ese gillipollas.

Un segundo.

-¿Qué van hacer con Peter? ¿Por qué él no debe enterarse de que tú existes?- Las palabras salieron solas de mi boca, como sí estuvieran esperando el momento perfecto para salir.

Ambos me miraron y me asuste un poco cuando una sonrisa macabra apareció en sus bocas.

-Ya verás- Dijo mi hermano.

(...)

-¿Donde vives?- Pregunté.

-En el departamento donde vivías ¿Como crees que tengo las llaves?- Dijo en tono obvio la última parte.

Rodé los ojos y mire hacía otro lado.

Estamos a unas cuadras del edificio y andamos a pie, porque ninguno de los tres anda dinero para un taxi. Genial.

-Sí me invitaste a salir ¿Como pensabas traerme?- Le reproche a Cameron. El solo rodó los ojos.

-Te invite a salir solo para decirte la verdad, no para estar contigo en una cita romántica- Hizo una pausa y pareció darse cuenta de algo -Eso sería extraño sabiendo que eres mi hermana- Fingió escalofríos.

Reí por su gesto. Después de todo, el chico es agradable y... me agrada que tomemos esto no tan en serio porque, sí, hoy fue un día realmente loco y lleno de sorpresas, sin embargo creo que llevarlo poco a poco y dejar que las cosas fluyan, es lo mejor.

-Y...- Empezó Cameron -¿Qué hay entre tú y Chris?- Indagó.

Hice una mueca.

Ya lo había olvidado. Por lo menos un momento, porque sé que apenas me quede sola, mis sentimientos me jugaran una muy mala pasada.

-Nada- Dije ocultando la pena que se escondía detrás de esas simples cuatro letras.

Charlie, que estaba a mi lado, le dio un apreton a mi brazo y me sonrió en señal de apoyo, le devolvió la sonrisa en agradecimiento.

-¿Te hizo algo el idiota?- Dijo en tono brusco. Mire a Cameron, tenía la mandíbula tensa y apretaba los puños.

Fruncí el ceño y él pareció notar mi confusión.

-Sé que nos conocimos hace poco... literal- Sonrió -Pero... eres mi hermana... y mi trabajo como hermano mayor es cuidarte de los imbéciles que se cruzan en tú vida- Sonreí -Además -Por sus ojos cruzó una sombra de tristeza -Eres lo único bueno que me queda y no quiero perderte a ti también- No despego sus ojos de los míos ni un momento.

Pude ver como se curvaba una sonrisa en los labios de mi amiga.

Sin poder evitarlo, me abalance sobre él en un fuerte abrazo, que él correspondió con la misma intensidad, sin importarme que apenas lo conozco, que no soy una persona de abrazos y especialmente sin importarme que unas cuantas lágrimas mojaran su camisa. Porque al fin y al cabo, era mi hermano y ahora formaba parte de mi vida.

Charlie se nos unió muy emocionada, ¿como lo supe? Porque casi nos asfixia a los dos, sin embargo nos saco una enorme sonrisa a todos.

-¡Somos como los tres mosqueteros!- Gritó Charlie.

Reímos como hacía tiempo Charlie y yo no lo haciamos...

Fue real.

***

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Protección de testigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora