Capítulo único

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Kagami estaba en el parque, perfeccionando sus técnicas de esgrima hace ya hora y media, ya estando agotada pero no estando dispuesta a parar, mientras su madre estaba sentada, comiendo bizcochos.

Un momento, ¿desde cuándo su madre tenía bizcochos?

Sudando frío, se dio media vuelta para enfrentar a su temible atacante, pero fue demasiado tarde.

-¡Kagami!

Una muy felíz Marinette la tacleo, abrazandola con fuerzas.

La japonesa dio un suspiro con fastidió.

¿Cómo es que tanto entrenamiento parecía no rendir frutos y siempre era sorprendida por Marinette?

-Puedes descansar un poco, Kagami.- dijo Tomoe, comiendo tranquilamente los bizcochos.

La chica miró a su madre con enojó.

¿Tan poco valía que era sobornada por cualquier simple cosa como bizcochos?

-Marinette, sueltame, tengo calor, estoy sudando y aunque no lo creas, no me enorgullece ser tacleada.- dijo la japonesa.

Marinette, que había estado frotando su rostro en el pecho de ella como un gato alegré, levantó la mirada para verla.

-¿Sabes qué día es hoy?- preguntó la azabache con una sonrisa.

-Lunes y no me importa.- respondió Kagami de manera seca.

La de coletas negó con la cabeza mientras intentaba verse seria.

-Si no me dices que es hoy, 14 de febrero, no te dejaré ir y créeme, no me molesta que la gente de alrededor pasé y nos vean con burla, ya soy inmune a las burlas de los demás.- dijo Marinette con orgullo.

-No te sientas orgullosa de éso.- gruño Kagami, sonrojadose levemente.

Ahora que se daba cuenta, las pocas personas que pasaban, la veían con burla y éso era muy humillante para ella.

-Hoy... se estrena pasión de gavilanes 2.- dijo la chica, con poco entusiasmo.

No sabía que era éso, pero sus maestras estaban como locas hablando sobre éso.

-¡No! Bueno, sí, pero yo te preguntó, ¿qué se celebra hoy?- preguntó Marinette, con una leve sonrisa.

Kagami cerró sus ojos, intentando recordar todas las fechas inútiles del año.

En febrero se celebraba algo sin importancia pero que algunas personas de igual modo le daban algo de atención.

Recordando que ése día una compañera de clases se confesó a alguien justo delante de su casillero, se dio cuenta del día que era.

-El día del amor y la amistad.- respondió, felíz con ella misma por recordar algo sin importancia que ahora le era útil para ser libre del abrazo de Marinette.

La azabache, sonrió de gran manera, dejando de abrazar a Kagami, quedando solamente acostada sobre ella.

-Correcto, ¿y mi regalo?- preguntó.

Kagami que estaba molesta por todavía tener encima a Marinette, puso cara de disgusto.

¿En verdad quería que le dé un regalo?

-No había tenido amigos antes, no sabía que era necesario dar regalos, creí que era algo sin importancia, de hecho, lo sigo creyendo.- dijo de manera agotada.

Para ella todos los días eran iguales, la única diferencia es que en los feriados tenía que estar encerrada en casa, estudiando.

Marinette, se agachó un poco, quedando su rostro muy cerca del de su amiga.

-Muy mal de tu parte Kagami, muy mal que creas que yo quiero un regalo de amistad.- susurro la azabache, como no queriendo que Tomoe la oiga.

Kagami levantó una ceja con confusión.

¿Entonces qué quería Marinette si no era un regalo de amistad?

-Como castigo, voy a reclamar mi regalo sin tu permiso.

Y antes de que Kagami pueda reaccionar, los labios de Marinette se unieron a los de ella, haciendo que la japonesa abra sus ojos al máximo.

¿Qué significaba éso?

¿Era algo de París que hacían las mujeres en ése día?

Kagami apoyo sus manos sobre los hombros de Marinette para separarla, pero la chica se adelantó, le agarró de las manos y las hizo apoyar en el suelo, con un agarré del que en ése momento Kagami no se podía liberar por sentir su cuerpo débil.

Éso no estaba bien, su madre estaba delante de ella, las personas que pasaban las veían y eran mujeres, así que no... estaba...

Sin darse cuenta, Kagami comenzó a corresponder de manera torpe al beso, ya no resistiendo más.

Éso le estaba gustado, la embriagaban un par de simples y suaves labios.

Marinette, separó sus labios de los de Kagami que parecía deseosa de continuar.

-Yo... tu castigo por no darme un regalo, hasta aquí llega el beso.- dijo Marinette, con sus mejillas sonrojadas.

Kagami, fruncio el ceño, no estando dispuesta a dejar que Marinette se salga con la suya ésa vez.

De un rápido movimiento, ya con sus fuerzas recuperada, cambio de lugar con Marinette, quedando ahora ella sobre su amiga.

-K-Kagami, ¿qué haces?- preguntó Marinette, asustada por ver una sonrisa siniestra en el rostro de su amiga.

-Tampoco veo que tengas un regaló para mi, así que...

Y la japonesa se agachó para besar los labios de su... ¿amiga? Mientras Marinette correspondía sin dudar.

Mientras las chicas estaban en lo suyo, Tomoe comía bizcochos, con su ceño fruncido.

¿Qué rayos estarán haciendo ésas dos que parecían guardar silencio por un momento?

Seguramente, cosa de adolescentes.

Y así, Kagami sigue entrenando para evadir los ataques sorpresas de Marinette, pero ése día... no fue una tacleada desagradable.















¡Ey! Muchas gracias por leer.

Aquí un pequeño marigami por el día de San Valentín donde Marinette tuvo valentía para hacer el primer movimiento.

Atte: Yo

Obsequio de San Valentín (Marigami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora