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—Te ves como la mierda.— dijo seria la mujer rubia a su lado.— Como si consumieras crack de desayuno.

—Gracias, Sana, hacía falta saberlo.— rodó los ojos molesta.

Abrió el pequeño espejo de su maquillaje y colocó aun más corrector en las grandes manchas moradas debajo de sus ojos.

—No he podido dormir bien desde el estúpido ritual que ni siquiera funcionó.— la mayor dio un agradecimiento a su amiga que le pasó una taza de café.— Es extraño.

—¿En el sentido de…?— dijo Sana curiosa.

—Siento que me vigilan y he tenido muchas parálisis de sueño, duran poco pero siguen siendo horribles. Da mucho miedo.

Sana sonrió un poco compasiva de su amiga.— Tal vez te preocupas mucho, últimamente estuviste estresada por el trabajo y la escuela… sólo debes relajarte.

—Sí… quizás.— dijo dudosa, era una pequeña parte de la verdad.

Esa misma noche, Nayeon estaba tan cansada por su trabajo que quedó plácidamente dormida en un santiamén. Pero alrededor de la madrugada escuchó un ruido que la hizo despertar, miró a su alrededor aterrada ya que no podía mover ninguna extremidad, cerró sus ojos asustada sintiendo un gran peso en su estómago.

Un pequeño sollozo escapó de su boca y con su pesar abrió nuevamente los ojos, gimiendo aterrada al ver a alguien encima de ella.

La silueta se acercó más y Nayeon estaba al borde del ataque, miró dientes afilados en una sonrisa gomosa.

Y ella era… UNA MUJER MUY LINDA.

Nayeon dejó de asustarse al ver con total claridad el rostro del ente.

—¡Hola!— dijo entusiasmado aquel ¿Ser?— ¿Te asusté? Dime que sí, es que eres mi primer persona y debo hacer sentir orgulloso a mi padre. ¡Oh, por mi Lord, nadie dijo que los humanos podían ser tan lindos.!

Escuchó a la mujer parlotear encima de ella y… oh, ella tiene cuernos.

Bien, Nayeon, el ritual no funcionó y trajiste un demonio a casa.

윤 *̩̩͙˚̩̥̩̥Ayuda! Se me subió la muerta; ᴍɪɴᴀʏᴇᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora