CAPÍTULO 56

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SASHA

El sudor recorre mi frente mientras sigo contra Leiska, me gira la cara de un sonoro golpe y tenso la mandíbula volviendo a arremeter contra ella en golpes que empiezan a subir de nivel y ella los esquiva, devuelve y defiende tal como le he enseñado. Me lleva contra el suelo y me aprisiona las manos por la espalda mientras mi respiración choca contra el piso y escucho su sonrisa haciendo que la mía aparezca y en segundos me libero mandándola contra una de las máquinas.

- No es justo, ya te tenía en el suelo — se queja mientras se levanta toda adolorida y yo ruedo los ojos.

Nos acercamos por nuestras botellas de agua mientras miro q su rostro esta de un color rojizo, tengo acalorado todo el cuerpo y el agua me relaja mientras bebo casi toda la botella. Estoy con ganas de matar a todos en este maldito lugar y lo único que me gusta es estar con Egan. Sonrío como idiota al recordarlo y Leiska frunce el ceño en mi dirección haciendo que le sonría como niña pequeña.

» ¿Y esa sonrisita? ¿Pasó algo importante? Me enteré que Lucca y tú pasan tiempo hablando juntos — claro cómo olvidar que llevo una semana hablando con el pakhan de diversos temas, desde negocios hasta la firma que aún no plasmo.

- Pues digamos que empezamos a llevarnos algo bien — hablo mientras me acomodo la coleta — y por cierto tu mellizo como me siga provocando le voy a dar un tiro — ella rueda los ojos.

- Hay que seguir practicando con que ambos se lleven bien — eso no va a pasar — además fue tu culpa, tú le provocaste.

- ¡Pero el idiota que hizo que casi me den un tiro fue él!

- Lucca solo dijo que vayan a verificar los almacenes, Lev lo hizo a su modo.

- Pues que feos modos — suelta una risa — no es gracioso, Lucca mató al hijo de puta que tan solo me apuntó.

- Se lo tiene merecido, eres la dama rusa — ambas salimos fuera del gimnasio mientras platicamos sobre lo sucedido estos días, nos cruzamos con la gente del jefe de las triadas chinas que nos dan un asentimiento de cabeza conforme avanzamos.

Llegamos a la habitación y Leiska es la primera es darse un baño mientras yo me acuesto en la cama mirando al techo sin ningún punto en particular. Para cuando Leiska sale ingreso a darme una ducha que me refresca el cuerpo, me quedo unos minutos bajo el agua hasta que decido salir encontrando a la princesa cepillado su cabello.

Me visto mientras tarareo una canción, me acomodo las ligas y termino con el vestido y mis tacones para después secar y cepillar mi cabello. Me siento en el borde de la cama viendo a la princesa maquillándose de manera ligera y sonrío por inercia recordando cuando Egan me puso labial.

- ¿Saldrás? - pregunto por curiosidad.

- Sheng dijo que saldremos, no sé a dónde, pero me da igual mientras...

- No follen — termino por ella mientras la música que está desde que entramos tapa nuestra conversación.

- Es que no me siento...

- Lista — vuelvo a terminar por ella - bueno descuida, el idiota te hace algo y me encargo junto a Lev de que no encuentren el cuerpo.

- Claro, ahí sí se llevan estupendo — suelta con sarcasmo haciéndome reír — es que no lo sé, es amable, no creo que sea tan malo.

- Tan perfecto que es demasiado bueno para ser real, además aún no se casan, falta poco para eso y mientras tanto te recuerdo que, así como él, tú tienes el mismo poder, y no creo que les guste que una mujer lleve...

- El liderazgo — termina por mí — otra cosa, ¿podrías tratar de llevarte bien con Lixue y su madre? No son malas personas, Sasha, solo...

- No soy tú, Leiska — la interrumpo — no es mi culpa que quieran matarme y no puedan, si un día amanecen muertas no te sorprendas.

Fénix Italiana © (2) / [+21]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora