Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)

Final Ruta a)

Este fue mi final favorito ¡Disfruten! ;)

Alfred tuvo unos cuantos días de regreso en el viaje de carretera para aclarar su mente y sus sentimientos. En realidad, no era nada fácil de hacer, mucho menos cuando (T/n) se abrazaba a él tan fuertemente, recargando su cabeza en su espalda mientras montaban la motocicleta. Lo más que pudo lograr, fue desarrollar un afecto casi paternal por ella; porque era una niña inteligente, dulce y que había entregado todo su amor a él.

Aunque, una espinita aún molestaba en su pecho.

Un par de horas en su departamento fue poco para descansar antes de ir a la universidad, pero debía ir, por lo menos para hacer los trámites suficientes: se iría de ahí, eso lo tenía muy claro. Era la decisión más sensata que podía tomar por el momento.

Cuando llegó, la 'bienvenida' fue diferente a lo que acostumbraba cada inicio de ciclo. Los alumnos normalmente ralentizaban su camino porque lo saludaban muy contentos de volver a verlo. Pero, en esta ocasión, algunos se le quedaban mirando para después voltear la cara y otros susurraban, sobre todo las chicas. Sin embargo, lo peor fue cuando llegó a la sala de maestros porque nadie contestó su 'buenos días'. Incluso parecía que era invisible.

— Ok, ¿qué pasa aquí? ¿Pueden verme si quiera, por favor? No sean unos mocosos.

Un fuerte portazo hizo a todos voltear hacia la entrada. Era el profesor Kirkland que parecía haber corrido. Alfred, exaltado, puso su mirada sobre él.

— Alfred, tienes que. Tú sólo. Ah, ah, mierda, no me alcanza el aire. Ven conmigo antes de que saque a la fuerza, maldición.

— ¿Te encuentras bien, Kirkland?

Alfred se acercó a sostenerlo por el brazo porque lucía como si estuviera a punto de caerse, pero como era de esperarse, Arthur le apartó de un manotazo.

— Suéltame, estoy bien — respondió Kirkland dando un par de respiraciones profundas. Después de haberse enfermado de aquella manera, bueno, aún no estaba en condiciones de hacer un esfuerzo mayor —. Vamos.

Alfred estaba desconcertado, terriblemente confundido; era como entrar a dimensión desconocida. Aún no entendía que pasaba, ni por qué todo el mundo se portaba extraño, ni mucho menos la razón por la que el gruñón de Kirkland le miraba tan seriamente.

Estando afuera, en el estacionamiento, Alfred tomó primero la palabra.

— ¿Qué pasa? ¿Están todos chiflados? Porque ninguno de esos viejos me habla — Alfred se veía casi molesto—. Si es por el estúpido puesto de rector, puedo dárselo a cualquiera de ell-

— En primer lugar, Alfred, no tienes derecho a quejarte. Quita esa cara de estúpido — Arthur se veía incluso más enojado, mucho más de lo que Alfred alguna vez lo vio.

Jones tragó saliva y se alejó un paso.

— Y en segundo, (T/n) está pasándola peor que tú.

— ¿D-de qué hablas?

Arthur buscó algo en su celular. Una estudiante de un grado superior que (T/n), la consejera de la generación, le envió una foto en busca de ayuda. Él, tan sorprendido como Edith lo estaba, sólo atinó a decirle que eso era una clara violación de las reglas del campus, que por favor quitara esas hojas de la puerta y se las diera a (T/n) tan pronto llegara. Lamentablemente, la 'noticia' ya le había dado la vuelta a la universidad.

— ¡Mira bien, idiota!

Alfred sintió la peor de las angustias: un hoyo se lo estaba tragando desde el centro del estómago. Incluso se congeló un par de segundos; no podía reaccionar. Esa era una de las peores 'bromas' que había visto entre las alumnas, y lo peor, es que él era el causante de eso.