Pov. Candy
Era tan joven e inmadura cuando creí estar enamorada, mi primer amor aquel infantil que tuvo un duro final, pues la muerte nos ha separado para siempre, uno tan bello y tan puro sin ninguna malicia completamente inocente,con su dulzura me desarmó, cuando el murio yo pensé que no volvería a sentir aquello que el destino cruelmente me arrebató, pero paso a un que fue algo tan efímera y yo tan joven como que me ilusione con ese chico rebelde que creía era mi alma gemela, mi edad, mi inocencia, mi inmadurez , no me permitían ver lo que yo estoy en realidad quería o mejor dicho a quien quería en realidad, la sonrisa de mi amado, su dulce vos, su mirada Tan azul como el cielo, pero sobre todo su forma de ser con migo es mi incondicional,siempre ha sido mi amigo, mi amor, mi esposo y mi amante, a medida que fui madurando e logrado descubrir la diferencia entre amar y querer, si Albert me atrapo desde el primer momento que lo vi cuando era una niña, él ha sido mi príncipe de la colina, mi amigo, mi protector y ahora mi amado, el que siempre ha estado con migo, el que me ha dado todo lo que necesito y más, el que siempre me resguarda entre sus amores a brazos, él que siempre está para mi y yo también para el, ohhhhh..... tenemos tanto en común somos almas libres pero a la ves somos leales y protectores con los seres que amamos, hemos cometido errores como cualquier otro pero siempre estamos el uno para el otro, porque simplemente somos almas gemelas. Desde el momento que me sentí correspondida mi pecho vibró de felicidad, y ahora que nuestra unión es real, es como un sueño de hadas del que no deseo despertar, ahora las emociones se aferran en mi corazón y soy la mujer más feliz del mundo pues ahora nuestras almas están más unidas que nunca en mi vientre llevo al fruto de nuestro gran amor y mi vida al fin esta completa, esta feliz, ahora se que cada sufrimiento que puse sentir era el destino forjándome para ahora apreciar lo que ahora tengo y ser completamente feliz con el hombre que amo y hace que mi alma vibre.
Pov. Albert
Mi vida no ha sido sencilla y a un que la soledad había sido mi fiel compañera , pero desde el momento que la vi aquellos verdes ojos me hundí en el fondo de ellos y nuestras almas se unieron en aquel corto encuentro, no lo sabíamos hasta ahora que la vi de nuevo a un que era una niña y yo ya un hombre me cautivó. Pero de una forma inocente, me agrado y siempre me ha agradado su manera de ver la vida, de vencer cada obstáculo que tenía, de no dejarse vencer, de estregar todo cuando ama, creció pero la manera de ser no cambio, la quería como una amiga, no podía ser como una hermana pues nunca convivimos para decir que en aquel entonces nuestra relación fuera fraternal, en cuanto la vi de nuevo sentí aquella conexión que nuestras almas tienen, esa chiquilla vivaz que se escapaba del colegio para verme me cautivo y ñ corazón, pero cuando realmente nuestras almas se reconocieron fue cuando yo no sabía quién era, sin embargo ella me protegió, me dio su comprensión y sin que ella lo supiera su manera de ser me fueron cautivando el corazón, si no el corazón pues mi alma ya le correspondía, desde antes de nacer, en Escocía un druida nos dijo que nuestras almas eran antiguas y que estaban unidas por el hilo invisible hasta la eternidad, que en cada vida se re encontrarían y que no importaba lo que ocurriera o con quien estuviéramos en ese momento, ellas se iban a atraer como dos imanes y venceríamos cualquier circunstancia que se quisiera interponerse en nuestro destino, en esta vida ha sido así pues hemos vencido la adversidad y al final el amor que nos profesamos desde siempre se impuso y nos unió, nuestras almas gemelas se re encontraron en esta vida y lo harán durante la eternidad, ahora las dos almas están unidas pues cada una de ellas le dio un pedacito de ellas a nuestro hijo que es el producto de nuestro amor. Si ti mi vida ahora no soy nada, doy gracias a la vida por ponerte en mi camino y me regales tus hechizarás miradas, tu sonrisa, tu apoyo, tu alegría, esa que me anima a seguir cada día, si mi princesa tu eres el amor de mi vida y lo seguirás siendo hasta la eternidad, ni la muerte nos separará porque siempre nos vamos a buscar en esta o en la otra vida y como dos imanes que se atraen nuestras almas se volverán a ser una.
Fin
